jueves, 28 de febrero de 2013

Sobre el amor



Noe.
Estoy enamorada de la vida.
De mis padres que fueron los que me dieron la vida.
Estoy enamorada de mis hijas y de mi nieto.
Estoy enamorada de la naturaleza.
Estoy enamorada de los animales pacíficos.
Estoy enamorada de las personas legales, de mis amigos o amigas verdaderas, no falsas.
Estoy enamorada del respeto y de la educación.
Estoy enamorada de la paciencia.
Estoy enamorada de hacer y actuar y pensar y demostrar siempre en positivo.
Si tú estás siempre a mi lado, siempre habrá rosas en la ventana de tu casa.

Alf.
Amo a mis hijas, a mi madre, a mis hermanos y a mi reciente amor que me está ayudando a salir de este bache y no tengo palabras para expresar lo especial que es y estoy completamente enamorado de ella, y también quiero a toda persona que me ame. Se me olvidaba, también tengo mucho cariño a mi perro que tengo en casa, y que sea bienvenida toda persona que quiera mi amistad.

Gerar.
Partes para que te quedes
Todo el arte del mundo
El arte del mundo para
que te quedes conmigo
¿Dónde yo esté estás tú?

Man.Mes.
El amor es una cosa... qué bonito es. Estoy enamorado hace veinte años de una mujer que conocí aquí en el hospital y se llama Rosa; éramos amigos y hace más de veinte años que no la veo.

Uli.
Bonita palabra para los que lo llevan bien, por ejemplo mi hermana Saray. Bueno, no me voy del hilo. Por ejemplo un padre: lo quiero mucho. Mi padre se ha portado bien conmigo y así hasta la verdad. Luego está mi hermano que aún así lo recuerdo mucho. ¡Ya saben lo que dicen: de tal palo tal astilla! Bueno en conclusión yo quiero mucho a Esther, a los alumnos y a los auxiliares.
Quiero mucho a mi madre.

Edu.
¡Hola mamá! ¿Cómo estás?
Te veo y me haces recordar todos los minutos de vida que compartes conmigo. Es increíble, mamá, que sea mi sangre y mi carne cuando me formaste en tu vientre.
Te amo, mamá, porque eres una rosa de mil pétalos, cuánta felicidad me das cuando estás a mi lado y me demuestras todo lo que me amas.
Hoy es el día de los enamorados, pero hay un amor que es el más perfecto, que es entre una madre y un hijo. ¡Qué años aquellos!, que junto a ti teniéndome a tu lado me enamoré. Mamá, no me faltes nunca, eres la madre del amor hermosa, te escribo esto desde lo más profundo de mi alma. Te amo.

Sand.
El amor es a mi madre, mis hermanos, a mi pareja.

Monik
El Amor es un estado burbujeante lleno de Alegría y Satisfacciones.
Poca cosa para estar enamorado, enamorado de la vida, del .... Día.
Es eso que en mí dice ante cualquier Amanecer y Atardecer. Es tan Bello...
El Amor es la simpleza de la Risa, un recuerdo lleno de Autoestima.
El Amor es la Dicha Compartida. Estar Pleno, Presente y al mismo tiempo no querer que se acabe el día.
El Amor es aquella sensación eterna que devuelve todo a su cauce.
¡Contempla el Río!

Textos escritos por los participantes del taller del blog (personas ingresadas en el Área Externa de Salud Mental de Tenerife) el día de los enamorados.

viernes, 22 de febrero de 2013

Ejercico físico y omega-3: una buena combinación contra el malestar psicológico

                                                                                                                                                    


EJERCICIO  FÍSICO
Es un hecho que la práctica de ejercicio físico tiene innumerables beneficios, sin embargo, por una u otra razón, no se practica de manera tan regular como se debería. Normalmente, si pretendemos prevenir la aparición de ciertas enfermedades o en el caso de que ya las padezcamos, tenemos dos opciones: recurrir a la ingesta de diversos fármacos o hacer uso de algo tan sencillo y al alcance de cualquiera como es el deporte. Pues bien, para obtener los beneficios que reporta el deporte es necesario dedicar entre treinta minutos y una hora (siendo una hora más aconsejable que media, porque realmente cuanto más ejercicio más beneficios se consiguen). 
Es bien sabido que la obesidad y la inactividad física son dos factores de riesgo muy importantes, sin embargo, si una persona consigue mantenerse en buena forma física a pesar de sufrir obesidad puede reducir de manera considerable aquellos aspectos negativos que conlleva dicha enfermedad.
Es aconsejable que dediquemos unos minutos a pensar qué estilo de vida llevamos y cuáles son nuestros hábitos, pues nunca es tarde para cambiarlos y recibir las ventajas que adquirimos por practicar deporte.  Los estudios han demostrado que mujeres que han pasado de no realizar deporte a practicarlo de alguna manera, han reducido en un 50 % la posibilidad de sufrir alguna cardiopatía. Realmente, con tan solo dedicar menos de una hora al día a actividades como pasear a nuestro perro, dejar de lado el ascensor y optar por hacer uso de las escaleras o ir andando al trabajo, habría un cambio significativo en nuestra calidad de vida.
Profundizando algo más y relacionando el ejercicio físico con los trastornos mentales encontramos datos cuanto menos, interesantes, puesto que el deporte también produce cambios a nivel cerebral. En primer lugar, es necesario conocer la existencia de una sustancia llamada neurotrófinas, que son un tipo  citocinas esenciales en el crecimiento y supervivencia de las neuronas colinérgicas, dopaminérgicas y noradrenérgicas del SNC y de neuronas simpáticas y sensoriales del SNP. 
En resumen, se ha descubierto que en personas con esquizofrenia la concentración de estas citocinas se ve alterada en ciertas áreas en las que hay una pérdida neuronal. Por otro lado, en pacientes depresivos crónicos la carencia de neurotrófinas lleva consigo apoptosis, o lo que es lo mismo, muerte celular programada, así como un despoblamiento neuronal.  
Por otro lado, en un estudio reciente parece que el uso de antipsicóticos aumenta la concentración de neurotrófinas ( Angelucci F et al 2004). 
Y en este punto es cuando entra en juego el ejercicio físico, pues tras un estudio de  Neeper SA et al en 1996, se relacionó el aumento de factores neurotróficos con los beneficios de la práctica de ejercicio
Además, el ejercicio físico incrementa los niveles de FNDC y otros factores de crecimiento, estimula la neurogénesis, mejora funciones cognitivas y la neuroplasticidad (Cotman CW and Berchtold NC, 2002; Gomez-Pinilla F et al 2002). 
Por todo esto, podemos sospechar que el ejercicio físico constituye un factor protector que no debe pasar desapercibido para las personas en general, y en concreto, en aquellas personas que sufran trastornos mentales, pues en ellos siempre se ha descuidado este factor llevándoles inexorablemente a un círculo vicioso de cronicidad y desesperanza.



OMEGA 3
Hay varios motivos por los que es digno revisar la idea de forzar rutas metabólicas como apoyo al tratamiento con antipsicóticos, como por ejemplo que en la ESQ (esquizofrenia) están implicado neurotransmisores, en algunos de los cuales podemos influir en su concentración cerebral mediante la alimentación. 
La etiología de la ESQ es aún desconocida y existen diferentes teorías sobre su causa, lo que hace que estEmos ante un laberinto que implica diferentes rutas bioquímicas. Varias investigaciones han encontrado una relación entre la sintomatología de la ESQ y la cantidad de Omega-3 ingerido con la dieta.

lunes, 18 de febrero de 2013

Trastornos mentales y empleo



Aquí os dejamos un interesante video con el que se celebró, a finales de 2012, el décimo aniversario del Centro de Rehabilitación Laboral de Cáceres. 
Destacamos su excelente producción a cargo de Elías Miñana, diagnosticado en su día de esquizofrenia y que ya dirigió unos años antes el recomendable cortometraje "6s-PCEM".


Colgado por Saltando Muros.

viernes, 15 de febrero de 2013

Para mi perrita Maltita Jechuti Malta





Viví en todo mi ser tu pérdida
al irte entraste en mi corazón plácidamente
y en mi mente recuerdos por doquier.
Mi alma brillaba por ti y amaba tu linda presencia
momentos de gloria que se avivan con tu partida.
Siento que me has dejado tu aliento,
lleno de consuelo.
Vive en mí la alegría 
todo te di 
y aunque te hayas marchado,
antes, ahora y siempre
la felicidad me inunda cuando en ti yo pienso
Quisiera volver a verte
sobre todo tener la dulzura de tus suaves besos,
quererte es poco
amarte hasta la eternidad aviva mi verdad,
verdad de mis sentimientos
que añoran lo que yo por ti despierto.
Cúmulos de lindas flores
que me regalan el universo.
Porque tú eres mi mundo y el placer de un verso.

Poema de Rosana Soto, antigua paciente del Área Externa de Salud Mental, que además de sus visitas periódicas, hoy nos regala este poema para Saltando Muros
(Muchas gracias, Rosana, por hacernos testigo de tu recuperación y por esa vitalidad y esa alegría que sigues compartiendo con nosotros).

jueves, 7 de febrero de 2013

¡Desetiquétalo!

Nico Florido es un compañero que trabaja con un alto nivel de compromiso en la USMC (Unidad de Salud Mental Comunitaria) de Icod (en el área Norte de Tenerife). Fundamentalmente trabaja, muy codo con codo, con personas con problemas de salud mental graves y su abordaje está muy en contacto con lo sociocomunitario acercándose al entorno vital del usuario y ayudando de esta manera a dimensionar correctamente las complejas situaciones psicosociales que intervienen en los procesos de recuperación de la población que atiende.
Llevo un año coordinando el área de Enfermería Norte y considero a Nico Florido un referente en la Enfermería de Salud Mental Comunitaria. Recientemente me comentó su experiencia personal a propósito de un caso que me pareció muy interesante y que le pedí que compartiera con nosotros a través de este blog.
Nos ha enviado este texto que compartimos con satisfacción con ustedes.

César M. Estévez





¡ DESETIQUÉTALO !

A propósito de la etiqueta diagnóstica hago referencia en este texto a un caso significativo de mi vida profesional. Dejo claro de inicio, que mi intención es abrir una ventana a la reflexión de cuantos profesionales trabajan en el área de la Salud Mental.

En ocasiones observamos premura, inconsistencia, falta de rigor y en definitiva escasa profesionalidad en el acto cotidiano de etiquetar con un diagnóstico determinado un caso que llega hasta nosotros. Con menor frecuencia observo que alguien dé el paso de retirar una etiqueta erróneamente adjudicada a una persona, desconociéndose generalmente quién la adjudicó y porqué. Como mucho, se le añaden otras nuevas a la ya establecida. Certificando cada profesional su impresión diagnóstica del momento, pero sin despegar la etiqueta o etiquetas que cuelgan a modo de losa sobre la espalda del mal nominado en su momento y peor renominado después. Quizás existe cierto pudor en desdecir al colega, quizás la dinámica establecida deja poco espacio a detenerse en un análisis minucioso del caso en cuestión, quizás se oye sin escuchar, se ve sin observar y se etiqueta sin analizar lo mínimamente preceptivo. Es por esto, que te invito a acercarte a mi ventana y escuchar, observar y analizar con el tempo adecuado. Luego, que cada uno ponga o quite etiquetas como estime. Nosotros de momento hemos conseguido quitar alguna.

Érase una vez un jovencito llamado irónicamente Fortunato, por toparse nada más nacer con el infortunio. Pasó su primer mes de vida en una incubadora por su bajo peso, lejos del calor maternal. Al año de vida repitió alojamiento durante varios meses en el hospital por un problema respiratorio. Tras este episodio Fortunato, que era el menor de dos hermanos, perdió el contacto cercano de su hermana mayor a la que sus padres trasladaron a vivir con su abuela debido a las atenciones que la delicada salud de nuestro protagonista requerían. Con 3 añitos su Pediatra lo envió por 1ª vez a Salud Mental debido a su escaso desarrollo del habla, retraso en el crecimiento y lo que parecía una hipoacusia bilateral. Posteriormente, ya diagnosticado de Síndrome de Usher (Retinosis pigmentaria e hipoacusia bilateral) fue sometido a varios estudios Neurológicos descartando éstos otras anomalías. Hemos de reseñar que el entorno rural y el escaso nivel cultural y económico familiar de Fortunato fueron un hándicap importante en su desarrollo, dificultando en gran medida su verdadero potencial.

A los 11 años llegó como desafortunada inquilina la Risperidona a la vida de Fortunato, de la mano de unos denominados “trastornos conductuales” consistentes en: irritabilidad, actitud desafiante y rabietas frecuentes. Coincidiendo esto con su expulsión escolar durante una semana por levantar las faldas a las niñas y pelearse en el recreo. ¡Coño!, qué alivio siento de haber estudiado en otro colegio, porque he de decir y que me perdone el orientador escolar de turno, que yo mismo fui durante tres años seguidos campeón de levantar faldas y pelearme en el recreo de mi cole, título que en mi época daba prestigio al que lo ostentaba. Pero en fin, ya se sabe, las reformas escolares es lo que tienen, son siempre para progresar.

Con 12 añitos, las dificultades de su hipoacusia bilateral severa, su escasa estatura y sus gafas de culo de botella, a nadie se le ocurrió dirigir todos los esfuerzos hacia conseguir que aprendiera lenguaje de signos para sordos o conseguirle audífonos o centrar la atención en facilitarle el aprendizaje. Lo que ocurrió es que a nuestra amiga la Risperidona se le añadió su prima mayor la Tioridazina que debe ser muy buena, pero
que no mejoró en nada la sordera de Fortunato y su dificultad para hacerse entender entre un mundo estridente de niños fornidos, risueños y con esa pizca de crueldad innata propia de la edad. Como colofón final se añade un diagnóstico a la historia que no se sabe bien de dónde viene, pero sí qué significa, se le etiqueta de RETRASO MENTAL.

Tras varios cambios de colegio a otros de “Educación Especial”, cambios que le vinieron "especialmente" mal, es decir que fueron desafortunados para Fortunato, a los 16 años y una vez más derivado como opción de urgencia y nada menos que judicial a Salud Mental, llegó a mi consulta un chico bajito con el gesto contrariado y unas llamativas gafas de pasta. El juez tras la intervención de la Guardia Civil en un altercado en el domicilio familiar ordenó su traslado a urgencias del hospital donde le administraron una ampolla de Zuclopentixol y lo derivaron a su USMC para seguimiento por su Psiquiatra. Previo paso, eso sí, por urgencias nuevamente para “desrobotizarlo” ya que el neuroléptico lo dejó como a Chiquilicuatre haciendo “Er cruzaito”. Pude observar sin mayor dificultad, un chico con ganas de hacerse entender, con unas perritas de rabia, impotencia e incomprensión. Desde luego que de primeras no le encontré por ningún lado ese retraso intelectual o mental al que aludía con luces de neón su etiqueta diagnóstica. Además, su versión de la situación que llevó a las fuerzas de orden público a intervenir en su domicilio fue más que lógica y se resume en lo siguiente: un jovencito con ganas de oír música en casa y una madre con la paciencia minada por las metástasis de un carcinoma. Ah sí, se me olvidaba, como a todos, el chaval no puede apenas oír y claro intenta sentir la música con las vibraciones a todo volumen de los altavoces.

Posteriormente fueron llegando Fluoxetina, Amisulpride, Olanzapina, Flufenazina, Alprazolam, Diacepam, Cloracepato Dipotásico y un sin fin de nuevos invitados a la vida de Fortunato, pero como decía mi abuela: “la mejoría era para peor”. He de decir que en los 20 años de mi ejercicio profesional quizás los momentos más duros en cuanto a la ética se refiere, los he vivido durante el tiempo en el que tuve que administrarle el neuroléptico depot a un chico que necesitaba un libro de instrucciones distinto al de la mayoría, pero que ni por asomo requería de tal tratamiento. Su cara de impotencia en la consulta y su petición reiterada de comprensión eran tan potentes, que sólo su nobleza y claudicación cada 14 días ante el sistema eran de mayor magnitud.


Tras varios años de pelea hemos conseguido cambiar la audición por la escucha, la visión por la observación y tras analizar concienzudamente el caso, Fortunato tiene la merecida fortuna de llevar prácticamente un año sin tratamiento psicofarmacológico alguno. La etiqueta de Retraso Mental se la arrancamos sin acritud, pero con firmeza. No tengo la menor duda de que tendrá dificultades en lo venidero, pero su porcentaje de responsabilidad es infinitamente menor en su desarrollo personal que el lastre que ha supuesto su desafortunado etiquetado desde el día que asomó a este mundo.

¡Fortunato! quiero que sepas que siempre estuve contigo, aunque a veces no lo pareciera. Al sistema se le vence con sistemática paciencia. Y ahora tú que me has leído ya me puedes etiquetar.

PD: El día que estupefacto contemplé a Fortunato contestando con la mayor naturalidad que he visto a nadie. Con su propio móvil a una llamada de su novieta en el momento en el que acababa de recibir una ampolla de Zuclopentixol Acufase más una ampolla de Zuclopentixol depot más una de Biperideno y explicarle cómo se sentía a su manera y con su lenguaje, entendí definitivamente que ganaría su guerra.
No está mal para un enano sordomudo retrasado, ¿No?.

N. Florido Medina.
Enfermero Especialista en Salud Mental.
USMC Icod.

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