A continuación exponemos una sencilla y breve guía de actuaciones dirigidas a combatir el estigma que recae sobre las enfermedades mentales:
- Referirnos a una persona diagnosticada con un trastorno mental como: persona con enfermedad mental o con problemas de salud mental
NO utilizar términos ofensivos, inexactos y anticuados que perpetúan la ignorancia y conducen al estigma:
enfermo mental, trastornado, perturbado, psicópata, loco..
- Referirnos a una persona diagnosticada con un trastorno mental específico: persona con/que tiene esquizofrenia, depresión, etc.
NO utilizar términos que etiquetan a los individuos sustantivando su condición: esquizofrénico, depresivo, maníaco, anoréxica, psicótico.
- Referirnos en general a la salud mental: salud mental, enfermedad de salud mental, problemas de salud mental.
NO usar términos que enfatizan la parte negativa y condiciones severas: enfermedades psiquiátricas
.
- Referirse a los centros de atención: centro de salud mental /centro de día/ centro de rehabilitación.
NO usar términos anticuados y ofensivos: manicomio, psiquiátrico.
- Referirse a los ingresos psiquiatricos como: ingreso hospitalario en...
NO usar términos inadecuados que contribuyen a la estigmatización: reclusión, internamiento, encierro,…
- Mencionar los problemas de salud mental en el titular de una noticia solamente cuando es imprescindible para entender correctamente la noticia.
NO difundir titulares alarmantes o morbosos que incluyen el tema de salud mental de manera gratuita para captar la atención del lector.
- Mencionar los problemas de salud mental en la noticia solamente cuando sea necesario para entender correctamente el hecho, especialmente cuando éstos puedan relacionarse con un hecho negativo.
NO mencionar los problemas de salud mental si éstos no son relevantes para la correcta comprensión de la noticia..
- Ilustrar las informaciones sobre salud mental con el material gráfico adecuado: la mayoría de estas
enfermedades son invisibles.
NO recurrir a imágenes que transmitan aislamiento social, improductividad o que despierten compasión o rechazo.
- En noticias relacionadas con sucesos violentos limitarse a describir los hechos directamente observables (sin aventurarse a prejuzgar la causa del hecho a una enfermedad mental) o bien llegar a mostrar sus circunstancias contextuales y factores causales sin relegar la enfermedad como única causa.
NO omitir información o proporcionar información sesgada que perpetúe falsos vínculos entre enfermedad mental y conductas violentas o ilegales.
- Fuera del contexto de salud (tratando otros temas), describir situaciones, cosas o personas con adjetivos como: caótico, irracional, extravagante, apasionado, espectacular, triste, etc.
NO usar términos de ámbito médico/psiquiátrico como adjetivos en otros contextos: esquizofrénico, paranoico, depresivo, anoréxico, etc.
- Rectificar sin demora y al mismo nivel y eco aquellas informaciones que hayan perjudicado los derechos de las personas o asociaciones del ámbito de la salud mental o su imagen pública.
NO infravalorar las reclamaciones de los derechos de los afectados ni el poder de los medios para mantener y perpetuar concepciones erróneas el la población.
Animamos a nuestros lectores a continuar y completar esta guía.
3 comentarios:
¿y que tal en vez de hablar de esquizofrenia, decir episodio y/o episodios psicóticos ?.
A la vista de los conocimientos actuales sería honesto, realista, esperanzador y ceñido al método científico.
Saludos y como siempre, ánimo en la brega.
Muy acertatada la entrada, felicidades, yo también la pondré brevemente.
Y Está claro que hay que eliminar la etiqueta "Esquizofrenia", pero también "Psicótico"...y muchas más, yo cambiaría Esquizofrenia como una "Disfunción del pensamiento" o "Alteración/trastorno de los procesos del pensamiento"...todo menos Esquizofrenia, hace un daño terrible, sólo nombrarla.
Saludos
Hilari
Como véis, ya desde el principio de la entrada, he comentado que esto sería una sencilla y breve guía.
Si profundizamos más en el estigma y en los medios de erradicarlo tendríamos que ir más lejos, y ahí entrarían propuestas como las vuestras.
Sin embargo, creo que hay que empezar desde lo más sencillo.
Y ya sería un logro inmenso conseguier desvincular la esquizofrenia de la violencia, o que se cuidara mínimamente el lenguaje y se prescindiera de etiquetas ofensivas y además, erróneas.
Gracias a los dos por vuestro comentario.
Seguimos vuestras páginas con asiduidad pues nos resultan una importante fuente de aprendizaje y sobre todo, de reflexión.
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