miércoles, 30 de noviembre de 2011

Futuro



J.M.P.P.
El futuro es incierto porque no sabemos qué va a pasar. Quizá el futuro lo hacemos nosotros mismos de acuerdo a lo que hacemos, a nuestro comportamiento. También existe una ley que dice que todo lo que lanzamos, eso nos vuelve. Yo más que vivir pensando en el futuro prefiero vivir el presente tratando de corregir los errores del pasado.

C.
A veces miro al pasado y veo lo que no he podido conseguir: estudios, una novia, algún familiar que se haya ido; se me hace duro conseguirlo, casi imposible. Los años pasan deprisa y yo ya tengo 40 años. Mirar al futuro y hacer proyectos no suelo hacerlo, quizá me ayude la fortuna. 

J.A.
Hablar del futuro es un poco difícil porque realmente no sabemos, es un mundo incierto. Pero sí que podemos decir lo que queremos hacer o como enfocarlo.
En estos momentos no estoy mal, estoy estable. He estado consumiendo tóxicos más alcohol y he pedido ayuda a mi especialista para parar con todo esto. Tengo miedo de una descompensación y no solo por eso, que es lo más importante, es que he decidido dejarlo porque mi cuerpo físico está acusándolo ya y mentalmente después de consumir me siento con desgana y un poco de apatía y para mi futuro quiero una vida sana. No estoy haciendo nada de ejercicio y quisiera hacer deporte, nadar, campo a través, un poco de todo, leer que no estoy leyendo nada, bajar el tabaco. Esas son mis metas más cercanas y, las que diría yo que están un poco más lejos dentro de un tiempo determinado son integrarme laboralmente, aunque solo sea media jornada y después tener una vida tranquila en contacto con la naturaleza. Ya tengo cuarenta y un años, pienso que podría tener una pareja, pero ya no pienso en un hijo, aparte de mi edad la vida está muy difícil y salir adelante ya cuesta a una sola persona. Bueno, no sé lo que podrá pasar, espero tener un techo digno y sobre todo salud para ir labrando el día a día con el sudor de mi frente, como dice la Biblia.

L.
Hola, me llamo L., mi vida se basa en que soy una chica sencilla, me gusta trabajar, hacer actividades y espero que el futuro venga lleno de ilusión para hacer cosas nuevas. No tengo ningún plan para el futuro porque vivo el día a día por culpa de mi enfermedad, pero espero curarme para hacer planes en el futuro. 

Anónimo
La máquina del tiempo no para de dar luz, es antepasado, procedente de ese momento el tiempo es una locura donde cada uno se coloca en un sitio privilegiado. Para ellos. Sin pensar en lo malo y lo bueno, bonito será, el próximo momento de mí después escrito en la obra de otro corazón. Un vacío donde no encuentro perseguido. Dios, …. te quiero, me voy a morir y mi sufrimiento, una pequeña castaña de colores mezclado infinitamente con gente. Un barco tranquilo. Chiquitos privilegiados somos, que mal estudiamos al tiempo y a nosotros mismos.  


martes, 22 de noviembre de 2011

Y tú, ¿qué pedirías?



Hace unos días nos encontramos con un comentario de un usuari@ de la Unidad de Rehabilitación de Salud Mental Virgen Macarena de Sevilla que nos llamó la atención y del cual partimos para trabajar en nuestros contenidos del taller del blog.
El texto decía lo siguiente:
"Yo le pediría a los psiquiatras dos cosas. 1. Que no se excedan en la medicación que nos dan. 2. Que igual que la psicosis maniaco depresiva ahora se llama trastorno bipolar, la esquizofrenia paranoide se llame trastorno de la imaginación. De esta forma estaríamos mejor vistos y la gente no reaccionarían mal al oír el nombre de nuestra enfermedad. Gracias".
Y estos fueron los textos que surgieron en Saltando Muros a partir de esta interesante reflexión:

"Yo estoy de acuerdo con lo anterior ya que a veces nos dan demasiada medicación, y en cuanto a cambiarle el nombre a la esquizofrenia también estoy de acuerdo, ya que este nombre no suena bien y hace que la gente piense mal de nosotros".

"En este centro al principio las dosis son altas, pero luego se restablecen con el tiempo a una dosis más acorde con nuestro cuerpo. Este chico tiene razón con cambiar el nombre a la enfermedad, pero yo más que eso pediría una zona recreativa para estar más distraidos, por ejemplo un futbolin, junto a un billar, ps3, etc. Esto nos ayuda a estar más distraídos y frenar que nuestra imaginación se vaya fuera de la realidad".

"Yo pediría que los profesionales nos entiendan y que confíen en nosotros".

"Yo he tenido buen trato desde mi primer ingreso; tomo sedantes porque soy muy nervioso. Yo pediría no estar sedado, pero es que no hay otra cosa. No pediría al médico psiquiatra si no a los que fabrican los fármacos que sigan así descubriendo medicamentos. Por eso, gracias a ellos".


"Pediría que modifiquen el horario para que no haya tantas horas muertas y no aburrirnos o desesperarnos tanto. Menos control de los cigarros y el sueño. Que no sea tan larga la estancia en el hospital. Más confianza después de salir".

"Ser más libre, la semana de permiso, etc… El haloperidol no me deja vivir. La enfermedad existe aunque ya yo estoy bien. Patio libre de cinco a siete. Fin de semana libre. Que se pueda visitar cuando se quiera".

lunes, 14 de noviembre de 2011

Prevención cuaternaria y algunos interrogantes




Estos días me he topado con un nuevo concepto que ha sacudido mi ya agitada conciencia: la prevención cuaternaria. O lo que es lo mismo: la indicación de no tratamiento como una intervención más de nuestro repertorio asistencial, para así evitar o atenuar las consecuencias de la actividad innecesaria y excesiva del sistema sanitario. 
Para aquellos que estéis interesados en profundizar algo más en este interesante término os remito al último post del blog Postpsiquiatría. Por mi parte, hoy me voy a ahorrar los resúmenes, y simplemente voy a plantear algunos interrogantes que me ha suscitado este gran artículo.

- Si cada vez está más clara la relación entre determinados factores socioambientales (traumas, abusos en la infancia, desigualdad económica y social, abandono, aislamiento...) y la génesis y el mantenimiento de los trastornos mentales graves, por qué se sigue insistiendo en el binomio enfermedad mental-alteración cerebral como sinónimo de otras patologías orgánicas como la hipertensión o la diabetes. No estaremos incurriendo en un reduccionismo que puede resultar peligroso y nos puede hacer pasar por alto la necesidad de un abordaje integral de los trastornos mentales.
- Si también va quedando claro (numerosas investigaciones y el propio discurso de los afectados dan cuenta de ello) el estrecho vínculo entre los diagnósticos y el estigma, con el consiguiente  bloqueo de procesos como la adherencia terapéutica o la recuperación, por qué utilizar las etiquetas diagnósticas como entidades explicativas y constitutivas de la biografía de seres humanos y no centrar nuestras intervenciones en grupos de síntomas concretos, relegando a un segundo plano los términos potencialmente devastadores.
- Si todos estamos de acuerdo en que el vínculo terapéutico es una variable central en la evolución de los trastornos mentales, por qué algunos profesionales se saltan esta obviedad y anteponen sus miedos, limitaciones y arrogancias varias a un trato humano y verdaderamente respetuoso hacia el paciente-usuario-diagnosticado, el auténtico experto de lo que le está ocurriendo
- Si damos como válidos (el sentido común nos induce a ello) los principios de la prevención cuaternaria, por qué no parar, reflexionar y cuestionarnos cada una de nuestras intervenciones y en caso de no tener claras las consecuencias de las mismas, simplemente no hacer (este ejemplo se ilustra mucho más nítidamente en el caso de los trastornos mentales "menores" como los malestares cotidianos, que terminan convirtiénose en carne de psicólogo o psiquiatra y adquiriendo la categoría de enfermedades con la consiguiente des-responsabilización, cronificación y pasividad frente a situaciones vitales que requieren ser cambiadas).
- Si verdaderamente creemos en la multicausalidad y multifactorialidad de los trastornos mentales, por qué no dividir la "carga" terapéutica entre los fármacos, las intervenciones psicológicas y las medidas socioambientales en vez de "crear" en serie a enfermos que terminan por verse a sí mismas como estrechas  máquinas bioquímicas dependientes de un criterio externo para sobrevivir ( y malvivir, en muchos casos).
- Si lo que queremos realmente es aumentar la calidad de vida de nuestros clientes-pacientes-usuarios, por qué confundir conciencia de enfermedad con una aceptación ciega y servil de nuestras perspectivas e indicaciones, generadoras de baja autoestima y sensaciones de indefensión, rabia y dependencia (variables poco compatibles con una mejora en la calidad de vida), en vez de asimilar que la conciencia de enfermedad tiene que ver mucho más con procesos de auténtico autoconocimiento y libertad de acción.
- Si la misma Convención de las Naciones Unidas de los Derechos de las Personas con Discapacidad asume la libertad del paciente a tratarse o no y con qué métodos, por qué negar esta derecho y en nombre de qué o de quién.

Podría seguir haciéndome multitud de preguntas para las que no cuento con una única e incuestionable respuesta.

Sin embargo, sí dispongo de una creencia que es mía (cierta o no) y es la de que podemos hacerlo mucho mejor y que dentro del abanico de posibilidades para lograrlo está la capacidad de no intervenir cuando el daño sea mayor que el beneficio y de cuestionarnos muy seriamente lo que estamos haciendo.

En definitiva, o incrementamos nuestros niveles de humildad y formación, o seguiremos elevando las cifras de personas atrapadas en un diagnóstico.

Texto escrito por Esther Sanz (Psicóloga Clínica Área Externa Salud Mental Tenerife).

viernes, 11 de noviembre de 2011

Libertad



ADPS
La verdad que hoy respiro y suspiro libertad,
tener las puertas abiertas de este hangar,
estar pagando los pecados de los vicios,
para tenerme a mí en mi sano juicio,
para sentirme libre y no sucio.
Solo quiero salir para sentir el elixir del aire en mi
para progresar y no quedar atado a un cruel pasado,
para no llorar salado por no cumplir con lo acordado,
en fin, libertad llegará como la vida misma llega a su fin.

JF
La libertad es para todo símbolo de estar fuera del psiquiátrico. Es importante hacer lo mismo que aquí, tomar la medicación que tienes estipulada y no dejarla nunca y así estarás siempre con tus pastillas bien. Dime tú, doctora, que eres una persona buena, que yo le pedí salir y también me lo concedió. No por mucho correr amanece más temprano.

A
Hace dos días me castigaron en quedarme en planta y patio acompañada durante dos días y eso no sería malo de verdad si no agregaron un tratamiento que me pone nerviosa en la zona sexual. Me prohibieron ver a mis padres este fin de semana.

JMPP
Para mi la libertad es lo más importante. Ahora en el hospital no la tengo del todo pero me siento bien ya que tampoco me exigen demasiado y, también pienso en cuando vuelva a salir de alta y tenga de nuevo total libertad.

L
Yo pienso que la libertad es algo muy precioso para aquel que la sabe apreciar, por ejemplo como yo, que me siento aislada de la sociedad por culpa de mi enfermedad, pero espero que Dios me de la luz que necesito para hacer una vida normal y poder ser libre.

NRM
La libertad es aquel estado en el que lo que se necesita y se quiere o anhela se manifiesta pacíficamente. La clave de la libertad consiste en encontrar el punto entre independencia, entendiéndose como evasión o entendimiento.

GFR
Mi estancia en el hospital ha sido buena ya que me encontraba enferma. Ya pronto me voy de alta y me tengo que enfrentar a una nueva vida que poco a poco me voy organizando, eso sí, con el tratamiento.

JACD
El suelo está humedecido
por las lágrimas
de un ayer,
ese pasado espinoso,
oscuro, frío y cruel.
Ya han pasado los años
y una luz empieza a brillar,
ya se me ha vuelto la cabellera blanca
y la nieve de mis años
me está cayendo ya.
Se me arruga mi frente
de tantas primaveras
pero llegó ese claro,
ya descampó.
Ese sol que ahora me acompaña
me hace volver a ser el niño aquel
y su energía me da fuerza
para no volver a caer
en un invierno infinito
del cual regresé.
No me abandones luz
ni de noche ni de día
hasta que llegue el día
que me vaya de aquí.

Textos escritos por los paricipantes del taller del blog

domingo, 6 de noviembre de 2011

Charla-Debate: La psicosis desde una perspectiva integradora



View more presentations from SaltandoMuros.
Esta pequeña síntesis sobre la psicosis y sobre las experiencias y reflexiones de alguien que ha transitado por ella, estuvo  dirigida a aquellos que quisieran escucharnos (usuarios ingresados, personas diagnosticadas, familias de personas diagnosticadas de nuestras unidades u otros dispositivos, alumnos de psicología de la Universidad de La Laguna, residentes de psicología y psiquiatría, trabajadores sociales, enfermeros, auxiliares, psicólogos, psiquiatras...) y finalizó con un espacio de preguntas, respuestas y reivindicaciones, en el que se mezclaron las voces de todos los implicados.

Dada la respuesta obtenida y el interés suscitado en muchos de los asistentes, esperamos repetir muy pronto iniciativas de este tipo, imprescindibles en nuestro empeño de continuar Saltando Muros.

Esther Sanz (Psicóloga Clínica Área Externa Salud Mental).

viernes, 4 de noviembre de 2011

Lunáticos en Radio Isla




"Siguiendo la estela de Radio La Colifata en Argentina y Radio Nikosia en Barcelona, nace Lunáticos, un proyecto radiofónico de la Fundación En Pie dirigido y gestionado por personas con trastorno mental, cuyo objetivo es luchar contra el estigma de los trastornos mentales. Nos podréis encontrar los lunes a las 10:45 de la mañana en  Radio Isla".

Enrique González

martes, 1 de noviembre de 2011

Testimonio

La verdad, y para ser sincero conmigo mismo y con los demás, mi vida no es la misma desde que me diagnosticaron una enfermedad mental. Sólo he tenido un ingreso en el hospital, pero eso no quiere decir que esté haciendo las cosas bien y que me haya ido del todo bien. Me da vergüenza decirlo, pero creo que estoy haciendo muchas cosas mal desde hace mucho tiempo y por temporadas he rectificado, pero no sé, me encuentro cada vez peor aunque mi actual psiquiatra dice que estoy mejor e incluso me ha bajado la medicación. Ese chico responsable, estudioso, ilusionado, activo, valiente que era antes se está apagando poco a poco y no sé si volveré a ser el mismo.





Tengo trastornos del sueño muy fuertes, duermo mucho durante el día, otras veces lo controlo pero se me va de las manos... y los antidepresivos y  el litio y demás medicamentos que tomo no me hacen el efecto que deberían. No quiero estar eufórico, sólo estable y seguro de lo que quiero, y saber cuáles son las cosas que se me dan bien, pero todo me resulta tan confuso, no consigo enfocar nada de nada y han pasado los años y he hecho balance y tengo que decir que he bajado el listón en muchas cosas.
Ya he pasado por muchos medicamentos, obsesiones, pensamientos rumiantes y me duele estar así. Siento impotencia, rabia, ira... porque yo sé que tengo cosas positivas, buenos valores y quiero vencer todos esos miedos, inseguridades, timidez, para salir aunque sea poco a poco adelante. Quizás no sea consciente de mi enfermedad todavía y de que los verdaderos problemas no los he vivido.

Tengo 32 años y he conseguido vivir muchas cosas, pero mi vida creo que se paró y he tenido que vivir muchas más, pero es como si mi mente me dijese que no, que no, que no , que vas a sufrir mucho y no vale la pena nada... ¡pero sí hay cosas que valen la pena, muchísimas!
Tendré que aceptarme tal y como soy y simplemente vivir aunque sea duro.

Firmado: J.M., persona con esquizoafectividad.

pd: sólo quería desahogarme un poco porque a veces uno no puede más. Gracias por vuestro tiempo en leerme. Un abrazo y felicidades por el blog.



(Recibido vía nuestro email)

LinkWithin

Related Posts with Thumbnails