viernes, 28 de enero de 2011

lunes, 17 de enero de 2011

Invertimos los papeles: los profesionales a examen



Los textos que aparecen a continuación son las opiniones personales de algunos de los usuarios de nuestras unidades ( subagudos y  rehabilitación activa) acerca del trabajo que los profesionales que convivimos con ellos día a día realizamos. Hemos sido fieles en la transcripción de sus redacciones aunque hemos decidido mantener el anonimato de los autores y omitir algunos nombres propios sujetos a críticas.

" Yo llevo un proceso muy largo en este centro hospitalario por mi enfermedad y motivos judiciales. En este tiempo ha cambiado mi mente. Ya me lo decía mi antiguo psiquiatra... poco a poco me fui mentalizando de que mi enfermedad la tenía que tratar con medicación de por vida, pues en mis primeros brotes pensaba que no estaba enfermo y veía a mi psiquiatra como a un enemigo. Y me he dado cuenta que todo lo que querían hacer los especialistas era ayudarme y lo consiguieron, pues hoy soy un enfermo estable con mis fallos al igual que los especialistas, pues son humanos. No me refiero a los fallos respecto a su profesión, pues mis psiquiatras me han demostrado en todo lo que dicen que están muy bien cualificados.
Cuando yo entré en este centro no teníamos psicología clínica, después de los años se ha hecho realidad con una psicóloga muy maja que nos da sesiones que nos ayudan conjuntamente con nuestra medicación. Yo diría que en ese aspecto hemos avanzado como de la noche al día. Sí que tenía un psicólogo que me ayudó  con terapias de relajación pero no se compara con lo bien que nos viene la psicóloga clínica.
Al ser humanos, los auxiliares y enfermeros, y al ser muy largo el internamiento por mis circunstancias, he tenido malentendidos con algunos, pero reconozco que fue, digamos, mi culpa.
Bueno, entre comillas, existían en mí síntomas positivos (alucinaciones, delirios) y aunque había gente preparada, yo no tenía esos síntomas a flor de piel y los ocultaba.
Hubo quienes me consideraron una persona normal.
No reprocho a nadie nada, me alegro de mi estancia aquí y dado que esto para mí ha sido mi casa durante más de una década les doy las gracias a todos en general sabiendo que se entregan a nosotros, los pacientes, con toda la profesionalidad y cariño que pueden ".

" Mi pensamiento sobre mis instructores médicos, psicólogos, enfermeros, auxiliares, etc., es muy bueno, excepto algunos enfermeros, pero de todo lo demás muy bien. Creo que está todo dicho, insisto en algunos enfermeros que los veo con alguna mala intención y no le encuentro ninguna explicación, y también incluyo a algún compañero ".

" Pienso que estos trabajadores del Estado: psicólogas, doctores, enfermeros, auxiliares, servicios de limpieza, cocineros, jardinería, etc... hacen las cosas lo mejor que pueden, arreglado a sus dotes o conciencia. Ellos no pueden hacer mucho, pero te pueden sacar de algún problema que te tropieces ".

" Yo pienso que todos los especialistas están haciendo una gran labor pero yo he preguntado cosas y no me confirman nada, será que todavía simplemente no me pueden hablar de eso. Por lo demás, los auxiliares, la psicóloga y psiquiatra bien, están trabajando muy bien sobre todo porque lo que hacen  me vale de mucha ayuda para mi recuperación; pienso que puede ser absoluta ".

" La psicóloga nos habla claro de todas las cosas y de nuestra enfermedad, etc. El médico nos trata muy bien, que ni en el hospital me trataron tan bien. Me siento orgulloso del médico que tengo, el doctor me ha dicho que me va a dar una casa tutelada aunque tengo que esperar esta fiesta porque me ha dicho cosas importantes para mi salud . Esther es muy amable con mi corazón. Los auxiliares muy bien en todo sentido ".

" Las doctores son buenas  profesionales.  Las enfermeras y auxiliares son buenas personas porque nos ayudan y pienso que todos en general son buenos profesionales. Y las psicólogas nos tratan de ayudar en lo que puedan. En dos palabras: son buenos ".

" Pienso que no conozco bien a mi doctora. NO sé de qué va y a veces dudo algo de ella. Cuando le pido que me escuche para resolver mis problemas personales me contesta que no tiene tiempo y que tiene muchos pacientes a quien atender. Por otra parte es una persona que a veces muestra un cariz personal alegre y prometedor, muy positiva para ayudarme. No todo el mundo puede ser perfecto. Mi psicóloga del Centro de día es para mi muy importante, es muy positiva y receptiva, es democrática y me ayuda sólo con verla. Mi otra psicóloga del hospital es bondadosamente afectiva. Es democrática, moderna e insufla confianza, aunque esto último debería ser aún más redundante. Los auxiliares son todos, en general, personas con un cariz bueno, nos ayudan en todo y son respetuosos ".

" De mi psicóloga podría decir que es muy buena profesional. De mi psiquiatra que es una mujer muy dura pues por fumar un cigarro en el baño  me quitó el permiso de las cuatro pues yo iba con los compañeros a dar una vuelta . Ya veremos si podré salir más adelante ".

" Pienso que los profesionales del hospital psiquiátrico son buenos en general. Aunque hay diferencias entre ellos debido a su carácter. Por ejemplo hay un monitor que siempre está cabreado, porque tiene que tener el control de todo. De mi psiquiatra  pienso que no es mala persona. De los enfermeros y enfermeras pienso que su trabajo les hace a veces ser un poco autoritarios, porque si no sería un descontrol ".

" Soy una persona que pienso que la atención médica tendría que ser mejor en todos los sentidos, y sobre los psicólogos y los psiquiatras tienen que mejorar porque hay que tener mucha atención con ellos, hay bastantes médicos que en ocasiones no nos hacen caso y no tendría que ser así. De los médicos del hospital pienso que tendrían que ser más atentos, lo que pasa es que soy una persona que no sé como expresarme hablando...".

Textos escritos por los integrantes del taller del blog ( usuarios del área externa de salud mental) e introducidos por Esther Sanz ( psicóloga clínica área externa salud mental).

miércoles, 12 de enero de 2011

No son locos

Éste es un artículo sobre lo que Rosa Montero considera una obviedad: maldad y enfermedad mental nada tienen que ver. Pero las obviedades no calan con facilidad en nuestra sociedad cuando los mensajes alarmistas y morbosos inundan los medios de comunicación.
 Dice Cris de Radio Nikosia, en el programa La Ventana de Cadena Ser ( podéis escucharla pinchando el link que añadimos al final del artículo), algo así como que el ser humano tiene miedo de sí mismo, que es más cómodo colocar lo aberrante fuera y hacer cargar al loco con el peso de todo aquello que no queremos asumir como nuestro.
Me pregunto si en realidad la maldad no es más que una posibilidad entre miles, una elección desesperada o no, un rasgo más del ser humano desprovisto de su humanidad, una salida hacia ninguna parte o hacia lugares incomprensibles y oscuros.
Y es que, aunque dé miedo, sería mucho más justo reconocer que la maldad puede estar en cualquier parte, en pequeñas proporciones si la comparamos con la bondad, pero en cualquier sitio...



"Hace unas semanas, un joven arrojó a las vías del metro de Madrid a una muchacha, que perdió una pierna a consecuencia de ello. Un terrible y escalofriante suceso que ha sido aireado hasta la saciedad en los periódicos. De cuando en cuando ocurre en nuestro país una agresión así, un incidente grave ocasionado por una persona que padece una enfermedad mental. Si se revisaran los archivos, se podría comprobar que estos actos fatalmente violentos son bastante raros. Pero saturan de tal modo y durante tanto tiempo los medios de comunicación que parecería que los mal llamados locos constituyen una de las principales amenazas de nuestra sociedad.

La realidad, sin embargo, es bien distinta. Todos los días, personas supuestamente normales cometen actos horribles de diversas índoles: hombres que pegan a sus mujeres hasta matarlas; gamberros que queman vivos a mendigos e inmigrantes; padres y madres que maltratan brutalmente a sus hijos pequeños; pedófilos que abusan de los niños; macarras que secuestran y apalean a extranjeras y las obligan a prostituirse… Por mencionar tan sólo algunas de las muchas barbaridades cotidianas que suceden en nuestra sociedad. Como en España hay unas 800.000 personas con problemas psíquicos, se diría que el porcentaje de actos violentos que comete este colectivo es ínfimo comparado con los crímenes de los demás ciudadanos.

Por favor, no añadamos más dolor, con nuestros prejuicios, al agudo sufrimiento de la enfermedad mental. La psicosis es un padecimiento grave y crónico, pero, bien tratados y bien integrados en su entorno, los enfermos pueden llevar una vida prácticamente normal. Lo malo es que esas circunstancias, el buen tratamiento, la buena integración, se dan pocas veces, justamente porque la sociedad los degrada y los rechaza, porque les impide ser personas. De entrada, los llamamos locos. O esquizofrénicos. O psicóticos. Como si no fueran más que eso, como si la enfermedad hubiera devorado todo su ser, aniquilando su personalidad. Sin embargo, cuando alguien padece un tumor maligno no decimos de él que es un canceroso, sino que es un enfermo de cáncer. Eso es lo primero que hay que conseguir: el respeto a la persona enferma, que no ha desaparecido, que sigue existiendo por detrás de su dolencia, con su voluntad, su dignidad, su inteligencia. Si la sociedad respetara más a los enfermos mentales, sin duda ellos podrían respetarse mucho más a sí mismos y estarían más apoyados y motivados para seguir los tratamientos, para luchar contra su mal, para quererse a sí mismos y cuidarse.

Los padres de estos enfermos (y sobre todo las madres, porque muchas veces los hombres tiran la toalla y se van del hogar) conocen bien el estado de abandono e indefensión en que se encuentran tanto los enfermos como sus familias. Desde luego se necesitan más Centros de Día, servicios ambulatorios en donde estos pacientes puedan recibir medicación y una cierta socialización. Pero eso, aun siendo una ayuda, no es suficiente. No basta con aparcarles durante el día en centros aislados y especiales para que se entretengan haciendo labores manuales. Hagamos un esfuerzo por cambiar nuestra mentalidad y dejar de marginar al enfermo mental. Por dejar de atizar el fantasma del miedo, como sucede cada vez que ocurre un incidente, y ofrecer una verdadera posibilidad de integración social. Hay algunas organizaciones, como la formidable Fundación INTRAS, que reeduca profesionalmente y fomenta la reinserción laboral de estos pacientes. Y en 2002 se puso en marcha en España el interesantísimo proyecto REdES, que consiste en proporcionar trabajo a personas con enfermedad mental crónica en el área de las nuevas tecnologías. Desde entonces, tres pacientes, Mamen, Eduardo y Lucía, se dedican a crear y mantener páginas web. Toman regularmente su medicación, han desarrollado su capacidad de convivencia, están bien insertados en el mundo y son brillantes, competitivos y eficientes en su trabajo. Son, en fin, personas completas, aunque estén enfermas.INTRAS, REdES y otras iniciativas internacionales de este tipo demuestran que la verdadera integración del enfermo mental no es una utopía ni un cuento voluntarista y edulcorado. Desde luego, el proceso no es fácil: y no sólo porque se trata de una dolencia grave y compleja, sino también, y sobre todo, por el espesor de nuestros prejuicios, por la ignorancia y la indiferencia de los llamados normales. Para cambiar la sociedad hay que empezar por cambiar uno mismo: por ejemplo, no utilicemos irreflexivamente la palabra loco. Y no olvidemos que detrás de la enfermedad siguen existiendo las personas."
 
Pinchando en  este link podéis escuchar a Rosa Montero y Radio Nikosia en el programa La Ventana de Cadena Ser.
 
Artículo de Rosa Montero introducido por Esther Sanz ( Psicóloga Clínica Área Externa Salud Mental Tenerife)

lunes, 10 de enero de 2011

De bipolar a bipolar

Con este título Alejandro Hernández nos presenta una " guía básica para que familiares, amigos y afectados por el trastorno bipolar aprendan como lidiar con esta enfermedad para la mejora de su calidad de vida ".
El ingrediente de interés de este libro es la condición de afectado de trastorno bipolar del autor, el cual de una manera sencilla y desde un posicionamiento biologicista, va desglosando los componentes habituales de un programa psicoeducativo: definición del trastorno, tipos y subtipos, episodio maníaco y depresivo, otros rasgos de los episodios, diagnóstico, tratamiento médico-farmacológico, tratamiento psicoterapéutico, grupos de ayuda mutua y psicoeducación, comorbilidad, suicidio, pródromos, qué hacer... Para concluir, Alejandro incluye un relato titulado " El amor bipolar ".

Desde Saltando Muros, y a pesar de disentir con algunos de los planteamientos de este libro, que pueden dar lugar a una visión algo reduccionista de la enfermedad mental, queremos dar nuestra enhorabuena a Alejandro por su ejemplo de superación personal.

                    


Texto escrito por Esther Sanz (Psicóloga Clínica Área Externa Salud Mental Tenerife).

viernes, 7 de enero de 2011

Silencio, por favor


Hace unos días tuvimos un encuentro muy especial.
D. se había puesto en contacto con nosotros tras tropezar con Saltando Muros por casualidad mientras navegaba en internet. Y tras un breve intercambio de correos electrónicos decidimos conocernos para darle forma a una propuesta de colaboración con nuestras unidades que D. nos planteó.
Durante nuestra pequeña reunión descubrimos a una chica llena de vitalidad que hace apenas unos meses pasó por una experiencia personal que la condujo a un corto ingreso en una unidad de internamiento breve de salud mental.
Aunque mis palabras no pueden describir ni de cerca toda la riqueza de sus vivencias, D. me explicó como su vida había dado un giro en los últimos meses, durante los cuales había experimentado un proceso de crecimiento interior, de búsqueda de sí misma, de nuevos descubrimientos... un torbellino emocional que le supuso un cambio de posicionamiento frente a sí misma y frente al propio mundo.
Aquí os dejamos un texto que D. escribió tras su ingreso y que ha tenido el detalle de enviarnos:

Silencio, por favor
" Sin ópticas, cada uno que lo interprete según su óptica, así cada cual podrá llegar a estar equilibrado en todo momento y no llegar a ser un excluido social, porque al fin y al cabo nadie quiere estar solo.
Yo creo en mí, en lo que mi corazón me dice que crea, creo en mi intuición. Cada cual debe creer en sí mismo ante todo porque si no crees en ti te estás dejando llevar por los demás. Eso no quiere decir que tienes que ser tozudo/a, el saber escuchar es muy importante, pero escuchar siempre con cautela, valorar siempre muy bien lo que se te cuenta y si tu corazón se lo cree acéptalo con cautela hasta que tu corazón, por experiencia, te enseñe que eso era.
Ya he pasado por la “locura” y por la “muerte” y he vuelto a nacer. Todo mi SER ha dado una vuelta de tuerca y cada vez se encuentra más calmado y tranquilo. Ahora no necesito interpretar las cosas desde ninguna óptica para entenderlas, simplemente interpreto sin justificar.
¿Cuándo justifico? Cuando intento explicar a la gente que me rodea. Entonces ahora estoy en ese punto. Por así decirlo soy un bebé. Los bebés no saben hablar, por eso se mantienen en silencio y sólo producen sonidos que tienen su significado pero nosotros no entendemos su lenguaje. Pues eso lo extrapolo a mí misma. Ahora estoy en esa fase, fase de silencio. Y los “sonidos” que emito sólo los entienden los que son bebés.
Así lo que me toca ahora es aprender a hablar, dentro de mi lengua materna, en el “dialecto” adecuado para cada cual, porque por así decirlo, cada cual tiene su dialecto determinado, su realidad particular.
Y aparte de esto hay grandes grupos, grandes lenguas que no son individuales de cada uno sino que se entienden colectivamente. Con esto me refiero a “místicos”, “religiosos”, “científicos”, “psicólogos”, “físicos-metafísica-física cuántica”, “filósofos”, etc.
Todo lo podemos ver desde todos los ángulos, y si aprendemos la lengua universal, la lengua del silencio, al final descubriremos que todos hablamos de lo mismo.
El problema actual es que nos perdemos en palabras, y las palabras tampoco son problema, el problema son las interpretaciones particulares que cada uno le da a esas palabras, los juicios que hacen sobre ellas ".

Texto escrito por D. e introducido por Esther Sanz ( Psicóloga Clínica Área Externa Salud Mental Tenerife).

lunes, 3 de enero de 2011

Sobre la locura y el deseo


E.
" La locura es el diamante de la mentira, lo que sucede cuando te vuelves loco y determinantemente eso como tal suena es locura... lo que hay a mi alrededor o la tengo yo. Supuestamente es como cuando se agita la mente... cuando añoras algo o alguien ".

A.R.
" La locura es algo que me está afectando mucho, por los ingresos a hospitales y manicomios. Pero hay cosas buenas y malas en algunos sitios. La sociedad nos mira mal. Pero los amigos y los familiares siempre están ahí para ayudar ".

J.L.M.
" La locura o estar enfermo, eso no es más que mierda (miserias, despojos, repudio) ".

J.A.C.D.
" Todos los humanos tienen síntomas de una locura o enfermedad mental en mayor o menor medida. La locura en sí suele empezar por un brote muy fuerte de síntomas positivos como alucinaciones, delirios: creerte un personaje famoso o ficticio, visualizaciones irreales, oír constantemente voces en tu mente de diferente manera. Cuando empieza el brote ya hemos tenido pródromos de aviso como desconfianza, apatía, falta de higiene, sentirnos observados y una cadena de síntomas que serían los que nos llevan al brote.
Con la medicación hacemos que esos síntomas desaparezcan y empecemos otra vez con una mente lúcida; como dije al principio algunos síntomas como la desconfianza, sentirse acomplejado, apatía... estos lo tienen muchos de nuestros semejantes en menor medida no llegando a trastornar al individuo, también las personas se enfadan y son agresivos sin ser enfermos mentales, no solemos ser agresivos los enfermos mentales ".




Y.J.C.C.
" Salud, suerte, amor, dinero, paz y felicidad ".

 E.
" Yo deseo que la entrada al año nuevo sea confortable. Que me regalen muchas cosas. Salir de aquí y reunirme con los amigos y con la familia a compartir las fiestas,  incluso la Navidad, Fin de año y Reyes y un poco de todo. Dinero, Salud y Paz interior ".

A.M.R.P.
" Deseo que haya paz en el mundo, que no haya tantas guerras. También que la crisis económica se vaya resolviendo y que no haya tanto paro, y también que haya más gente activa ".

 J.A.C.D.
" Mis deseos para el año dos mil once son que los conflictos se arreglen, salgamos de la crisis mundial que arrastramos, que los países capitalistas ayuden a las personas que están muriendo de hambre y enfermedades en los países subdesarrollados en los cuales controlan y tienen medicación.
Deseo para mis compañeros que consigan una estabilidad mental, que se siga investigando sobre la salud mental y haya más presupuestos para ello y para confort de las áreas de psiquiatría. Y para mí pido seguir teniendo mi enfermedad controlada, que mi familia y amigos prosperen y, sobre todo salud en general ".

 J.L.M.
" Para el año 2011 deseo que haya sencillez, tranquilidad, bienestar, mucho futuro y prosperidad ".

J.F.M.S.
" Pues desearía libertad para irme a vivir en una casa alquilada, que las hay. Sé de un piso cercano por 450 euros de alquiler que creo que está bien de precio. Sí creo que me alcance con lo que yo cobro, pues en una aldea puedes vivir, y que haya paz y feliz Feliz Navidad ".

 A.R.
" Deseo curarme y estar bien para ayudar en mi casa con un trabajo digno que me guste o, con ayuda de mi familia y el área de salud mental ".

Textos escritos por los miembros del taller del blog ( personas ingresadas en área externa de salud mental de Tenerife) y cuadros realizados por usuarios del taller de pintura.

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