Tras años oyendo que con patologías graves como los trastornos psicóticos no se podía hacer demasiado y menos aún un psicólogo clínico, cada día creo más en nuestra importante labor y en la necesidad de acabar con este pesimismo.
Es nuestra obligación moral cambiar esta visión negativa de las cosas por una visión de recuperación, de no sólo centrarnos en acabar con los síntomas sino más bien de buscar a la persona, escucharla, entenderla e intentar ayudarla desde su lado, no desde un modelo médico en el que estemos por encima. Pues sólo juntos podemos conseguir darle un sentido a lo que le está pasando al paciente, infundiendo una esperanza realista y ayudándole a que reaprenda a vivir con lo que le ha ocurrido o le está ocurriendo, que sea capaz con nuestra ayuda de integrar estas experiencias al conjunto de su identidad, que dejemos de oír, de pensar y de decir por ejemplo “es un esquizofrénico” y pasemos todos a oír, pensar y decir que ES UNA PERSONA, que entre otras muchas cosas, tiene un trastorno, que se llama esquizofrenia.
Dicen muchos estudios que las expectativas que tengamos acerca de cómo ayudar al paciente son un factor clave de cara a los resultados de nuestra intervención. Si pensamos que alguien no se va a recuperar y aún encima se lo transmitimos, sea de forma más o menos directa, lo mas probable es que no lo haga.
He pasado unos cuantos días en esta unidad y he aprendido mucho de vosotros, han sido pocos días, pero ha sido una experiencia muy gratificante. Llevarles la contraria a aquellos que dicen que no hay nada que hacer, a los que piensan que no podéis mejorar, CLARO QUE PODÉIS!!
No va a ser fácil, habrá que luchar, habrá baches o incluso recaídas, pero si vosotros creéis que es posible y trabajáis para ello es muy posible que lo consigáis.
Os mando muchas fuerzas y mucho ánimo.
Carlos Díaz Marcelo (un residente de psicología clínica)
4 comentarios:
Totalmente de acuerdo. Lo primero es partir de que todo es posible porque sólo con pensar que no cerraremos esa posibilidad. Luego también hay que ser realistas en cada caso y ver las posibilidades que hay en cada momento. Lo importante es dar pasos que son los que al final habrán hecho el camino.
Una cosa que me parece importante es partir de la base de que cada persona es un mundo, con sus características particulares, no hay dos personas iguales. Y en base a esto tratar de acompañar y contener a la persona. No hay persona más sabia para recuperarse que uno mismo puesto que conoce su realidad al completo. Lo que hay que ayudar a esa persona es a que se encuentre, se acepte y logre asimilar e integrar lo que le ocurre. La persona entonces logrará desenvolverse en la vida con sus características.
Pero si lo que se hace es intentar suprimir esas características la persona nunca podrá desenvolverse porque nunca se sentirá libre, siempre tendrá una lucha interna entre lo que realmente es y lo que la gente quiere que sea.
Diana
Estoy con Carlos!!ánimo chic@s!
Acabo de leer vuestros relatos de "los compañeros" de debajo!!muy guays y reveladores..!como siempre!
Gracias!
Carlos, estoy muy de acuerdo con tu punto de vista. Y me parece muy valiente por tu parte escribirlo y firmarlo con tu nombre.
Un saludo.
¿que con patologías graves como los trastornos psicóticos no se puede hacer demasiado?
Que gilipollez.
Ese discurso es el de los vagos y derrotistas que están borrando años de trabajo y estudios en comunidades terapéuticas.
Ya se vio que la actitud dl personal cuidador influye en el estado de los pacientes. El que defienda el "no se puede hacer nada" que devuelva su sueldo y se vaya a casa...
Carlos, claro que puede hacer... y mucho, pero a veces hay que hacerlo a pesar d la familia, la sociedad y otros profesionales
Disculpad el tono pero es que esa frase la he oído mucho -desde residente- y me cabrea que se siga utilizando como excusa para encubrir la torpeza y la vagancia. Si un paciente va bien yo soy maravilloso, si va mal, es su responsabilidad y yo soy maravilloso, si un paciente me cuesta esfuerzo es porque no se puede hacer nada y yo soy maravilloso...
Lo oigo tantas veces que me sorprende que me siga enfadando...
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