Hace apenas unas semanas aterricé en la isla de regreso de un congreso internacional dedicado exclusivamente a la esquizofrenia. Me llamó la atención que durante aquellos tres días de conferencias, de una calidad extraordinaria, por cierto, se escucharan tantas voces,y sin embargo, faltasen ellos. Ya sabéis a quienes me refiero. Casi siempre faltan en todos los lugares, no es cuestión sólo de los congresos.
Los enfermos mentales están ausentes del mundo. Alejados, difuminados entre nuestras buenas intenciones y entre todas nuestras limitaciones. Les huimos, les tememos, nos cuesta entenderles y a veces, sin querer, hacemos caer sobre sus espaldas el peso de nuestras frustaciones y decimos que no están motivados, que no sienten, que la culpa de todo la tiene ese ente invisible y maldito llamado biología.
Pues bien, mi experiencia me ha enseñado que no es así. Como experiencia personal puede discutirse, lo sé, pero no me importa.
La cuestión es que estos años de trabajo junto al llamado enfermo mental grave me ha acercado a personas increíbles, luchadoras, sensibles y con un enorme potencial que va más allá de lo que dictan los manuales y el estigma.
Sólo hace falta acercarse un poquito y soltar el lastre del desconocimiento para apreciar todo lo que nos estamos perdiendo.
Los enfermos mentales están ausentes del mundo. Alejados, difuminados entre nuestras buenas intenciones y entre todas nuestras limitaciones. Les huimos, les tememos, nos cuesta entenderles y a veces, sin querer, hacemos caer sobre sus espaldas el peso de nuestras frustaciones y decimos que no están motivados, que no sienten, que la culpa de todo la tiene ese ente invisible y maldito llamado biología.
Pues bien, mi experiencia me ha enseñado que no es así. Como experiencia personal puede discutirse, lo sé, pero no me importa.
La cuestión es que estos años de trabajo junto al llamado enfermo mental grave me ha acercado a personas increíbles, luchadoras, sensibles y con un enorme potencial que va más allá de lo que dictan los manuales y el estigma.
Sólo hace falta acercarse un poquito y soltar el lastre del desconocimiento para apreciar todo lo que nos estamos perdiendo.
Esther Sanz. Psicóloga Clínica de la Unidad de Subagudos.
2 comentarios:
Estoy totalmente de acuerdo. Me parece una iniciativa acertadísima y necesaria!Espero que cada vez se anime más gente a visitar el blog. Felicidades a todos los que haceis posible cada dia este tipo de progreso!
LAURA muchas garcias por tus ánimos, que nos diga esto una psicóloga nos gusta mucho. Esperamos que sigas el blog durante mucho tiempo.
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