"Llegaste como un abrasador incendio en un bosque de pinos. Tu repentina presencia me impactó tanto que me derrumbé con una fiebre de dos semanas. Aquel aire tan fiero y la ola de fuego que había fuera fueron los culpables. Entonces se derrumbó mi mente y empecé a asfixiarme y a querer estar en un vacío de letargo. La caída fue tal que tuve que añadir a mi menú diario de antipsicóticos algunos más. Todavía faltan dos meses para que desaparezcas, y es cierto que a pesar de todo me sigues trayendo buenos recuerdos, pero has sido tan calcinador que ahora sólo pienso en tu marcha, en que ya no estés aquí..." Escrito por J.A., hombre diagnosticado de esquizofrenia paranoide
" Llegaba directamente el verano, como cualquier otra estación del año. Ya no podía pelearme por ello. Anhelaba como otras veces ir a la playa, sobre todo el espejismo y un rayo de sol. Para hacerlo, aparte de estar siempre sentado en la arena, recordaba las olas chocando en la orilla, bañándome y pasándomelo bien durante unas horas con los amigos... yo mismo y ellos. El color y el tiempo se estaban transformando como una serpiente que muda la piel..." Escrito por E., hombre diagnosticado de esquizofrenia indiferenciada ( enhorabuena!)
" Mi verano fue maravilloso al lado de mis hijos. Yo era joven y preparaba unas tortillas que metía en la nevera junto a unos refrescos. Mi marido iba a pescar con Antonio, un buen amigo nuestro. Recuerdo que un día a mi esposo le picó un pez araña negro. Tuvimos que llevarle a la cruz roja y después le llevaron a la casa del socorro para ponerle la antitetánica. De allí le llevamos a la residencia hasta que despertó..." Escrito por N.H., mujer diagnosticada de esquizofrenia
"Allí estaba tumbada, desnuda y en silencio, dejándose llevar por aquel rumor de fondo que se colaba por la ventana entreabierta de la habitación, marea sinuosa de sonidos perfectos que la acunaban por dentro y la sumían en el más bello presente, que la despojaban de todos los interrogantes y la anclaban en el instante que pasaba, llevándola suavemente de la mano; no temas, le susurraban los ruidos lejanos, haciéndola cosquillas en las orejas. Eran las risas sin dueño, las voces anónimas, las idas y venidos de desconocidos que trazaban sus pasos invisibles en las aceras del barrio, los gritos de los niños que corrían por las calles dormidas, el chirriar incesante de los grillos en la hierba mojada, el zumbido del camión de la basura que, como cada noche, hacía su parada frente a casa.Era el verano entero que entonaba una canción propia de asfalto y estrellas. La misma melodía que la persiguió durante aquellos días de vacaciones y relojes olvidados y libros al anochecer y lealtades atiborradas de risas y anhelos.
La misma que aún, algunas noches templadas, vuelve a sonar en su corazón" Escrito por E.S.
Textos introducidos por Esther Sanz (psicóloga clínica USA), escritos por los integrantes del taller del blog
4 comentarios:
Pues que se mejore pronto esa rodilla, Esther. Un afectuoso saludo.
Muchas gracias Lizardo. A ver si en breve estoy otra vez sino saltando muros, si paseando por ellos.
Esther.
¡saludos Esther y una pronta recuperaciòn!.
aprovecho este espacio para mandar un cariñoso abrazo a Mario y a Jairo.
Quiero que sepaìs que, este blog ha sido para mì una luz en mì camino, de ignorancia y muchos miedos a la esquizofrenia.Que he recuperado la paciencia.
Me queda mucho por aprender pero,ya no tengo tanto miedo por que sè que cuento con vosotros¡UN GRAN EQUIPO!
CARMEN, te agradecemos tus palabras, son un gran estímulo para seguir con este proyecto, cuyos destinatarios principales, sin duda, sois los familiares y las personas afectadas por trastornos mentales.
Un abrazo para los dos y mucha fuerza para esta nueva etapa.
Y por supuesto que aquí nos tenéis para lo que haga falta.
Esther.
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