A propósito del atentado con bomba y la posterior brutal masacre de los adolescentes de Utoya y ante la avalancha en los medios de comunicación de calificativos que describían estas despreciables acciones en términos que ponían en duda la salud mental de su autor (me niego a dar publicidad ni de su nombre ni de su imágen), titulares con las palabras enfermedad mental, locura, demencial, lunático perturbado... se han paseado estos días en casi todos los periódicos.
Y yo me pregunto, ¿por qué no somos capaces de asimilar que la maldad existe?, ¿es mas fácil pensar que esto no puede suceder?, que ha debido de existir una causa (mejor si es biológica) que pueda justificar que una persona (como nosotros) sea capaz de hacer tamaña barbaridad?
Ya en un interesante post de Francisco Traver se analiza en mayor profundidad y con interesantes, y seguro que en algunos aspectos polémicos matices este aspecto. Me quedo con una de sus frases:
El Mal por mucho que lo queramos blanquear existe y es inseparable del Bien.
Una de las razones de ser de este blog es la lucha contra el estigma que padecen las personas afectadas por problemas de salud mental y es por eso que pedimos que no se confunda a la gente, las personas afectadas por enfermedades mentales graves no son más violentas que el resto (estudios hablan de hasta 5 veces menos delitos, proporcionalmente), es más, a menudo son víctimas de violencia generada por la sociedad que los excluye. No podemos igualar términos como locura o enfermedad mental o esquizofrenia con violencia, no sería justo, no sería veraz.
El atroz suceso de Oslo lo ha provocado un fundamentalista, un extremista, un fanático... como describía F. Alonso-Fernández un "iluminado violento" que posee un "ideal sobrevalorado" que se eleva a la categoría de dogma absoluto, con gran carga afectiva que le hace deformar las experiencias y situaciones. Probablemente se le acabará catalogando como sociópata e incluso psicópata pero de ninguna manera confundamos fundamentalismo ni radicalismo con locura. Los afectados por enfermedades mentales y sus familias ya sufren bastante.
César M. Estévez (Enfermero Especialista de Salud Mental)
5 comentarios:
A mí las racionalizaciones del odio por más sofisticadas que sean no me gustan.
Tampoco es el problema la competencia por los recursos: los parias de la tierra, en el lugar propicio, con la seguridad adecuada, son tb emprendedores; pueden, y suelen hacerlo, prosperar, y por tanto participar de la tarta que genera riqueza a todos. Esta envidia, es casi lo que más molesta a todo tipo de nacionalistas.
"El mal", que tal y como se usa aquí, más parece una idea religiosa que otra cosa, un pecado, sigue hablando de suspicacia y temor (de xenofobia), a perder el estatus y la influencia por un entorno que fue asumido como propio.
Toda locura, por radical, tiene un fundamento biológico y se manifiesta macroscópicamente como un aislamiento.
Ocurre que, generalmente, cuando no estás en un sitio estás en otro. Así, se puede conservar el juicio en el sentido de no cobrar fuerza lo manifiestamente absurdo o invisible, pero ser lo suficientemente frío de condición como para desplazar en su totalidad, más o menos, los vínculos sociales naturales.
Viviendo preñado de fantasías solitarias de exterminio por un ejemplo... Es decir, haberse quedado aislado también.
Y, no necesariamente, la metáfora de autoinmunidad, cargándote a los tuyos, llega a ser diáfana. El mismo miedo al diferente puede guiarte hasta la presa más fácil los iguales.
En el fondo este chico tiene mucho para compadecerse de el.
César, Totalmente de acuerdo!! tristemente esta alimentación del binomio violencia-locura es histórica, cuando se supo la noticia, la mayoría de la humanidad gritó!!! "Oh my god!" y "Este tío está loco" o “que loco” o “tiene que estar loco, no es persona...”, Instituciones, políticos, asociaciones, profesionales...son los culpables, fardan de luchar contra el estigma pero NO HACEN NADA...ME REPITO, “Etiquetada” dice que de tanto repetir el tema, darle tanta importancia con campañas se consigue todo lo contrario a lo deseado…y tiene en parte razón, pero es que hay tanta gente y factores que no cumplen con el ejemplo: el estigma es una "guerra" cuerpo a cuerpo, día a día, nada de campañas ni figurar o alarmar, hay que facilitar interacción social (y no aislamiento), dar voz (y no juzgar o despreciar su palabra) y entregar competencias (y no incapacitar ni jerarquizar)...para demostrar que se equivocan.
Para quien le interese, añado mis enlaces sobre el tema:
- Es peligrosamente violento: alimentar el binomio “Salud Mental y violencia”
http://tiralosmuros.blogspot.com/2010/06/es-peligrosamente-violento-alimentar-el.html
- "La historia se repite, un loco mata a..."
http://tiralosmuros.blogspot.com/2009/11/la-historia-injustamente-se-repite-un.html
- "En estos tiempos de perplejidad: cómo no ser el enemigo"
http://tiralosmuros.blogspot.com/2011/06/en-estos-tiempos-de-perplejidad.html
César, Un abrazo!!
César y ANX, Me gustaría añadir que Locura es Privación del juicio o del uso de la razón? Acción inconsiderada o gran desacierto? Acción que, por su carácter anómalo, causa sorpresa? Exaltación del ánimo o de los ánimos, producida por algún afecto u otro incentivo? Quién no está dentro de estas definiciones de locura según la RAE…entonces todos estamos enfermos? Locos? somos iguales? SI!! En qué sociedad vivimos??? Dejemos de estigmatizar!! Distingamos y eliminemos locura SOLO para hablar de enfermedad/salud mental...
Lo que está claro es que la maldad y el odio existe, y no es enfermedad mental…el bien y el amor existe, y no es enfermedad mental…
Un abrazo!!!
Hilari
Efectivamente, tal como apuntáis todxs, viene siendo habitual que por muchas campañas que se hagan, siempre que sucede algo de esta dramática dimensión, tiene que ser alguien que no está en sus cabales mentales. "Sólo un loco puede acometer semejante atrocidad". Al igual que "etiquetada", Vinnie Deloria también lo decía, en el momento que se crea una campaña para las causas perdidas, estas acaban por perderse completamente, pues las causas desaparecen y sólo quedan las campañas, y el problema se invisibiliza detrás de ella, de su proyección mediática.
Lo que no va a hacer ningún medio, es reconocer que ese criminal es hijo de un sistema criminal como es el capitalismo, y que sólo ha repetido lo que ha aprendido de su "padre".
Ninguna campaña servirá de nada, hasta que no se dirija a la raíz de la causa y esa la tenemos delante, en nuestra vida cotidiana. Quizá por habitual y cotidiana, se nos pase desapercibida.
Anónimo Expósito.
Nos cuesta pensar que alguien con toda su capacidad de razonar sea capaz de realizar una masacre asi. En cambio la historia está llena de estas situaciones dramáticas donde el fanatismo ideológico se pone de manifiesto.
A nuestro alrededor ocurre con frecuencia, aunque cuantitativamente éste parece más atroz.
Lo grave es confundir ideología fanática con trastorno mental y más grave es que esta confusión se permita o se fomente.
Gracias por esta entrada y por todo el trabajo que realizan.
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