jueves, 28 de julio de 2011

Notas sobre "Psicosis, una perspectiva integradora", de Johan Cullberg



El libro "Psicosis, una perspectiva integradora" de Johan Cullberg (ya mencionado por nuestros compañeros del blog Postpsiquiatría en uno de sus brillantes post), es un intento, en palabras del propio autor, de mantener vivas de forma simultánea las perspectivas humanista y biológica en la comprensión y trabajo con el trastorno psicótico.

En el prólogo a la edición española, Ignacio García Cabeza,  resalta las posibilidades que nos brinda esta obra de aproximarnos a la psicosis de una manera humanista, psicológica, comprehensiva y global, facilitando así el acceso a la comprensión del afectado, sus experiencias, su mundo.

Y es que, no se trata de pasar de un reduccionismo psicológico a otro biologicista, como de hecho, hemos realizado a través del supuesto paradigma biopsicosocial, sino de ir encontrando puntos de unión entre las distintas fuentes de concimiento, reconociendo las limitaciones con las que aún nos encontramos, que quizás cada vez sean menos. 

A continuación, y siendo consciente del reduccionismo que supone intentar condensar un libro en solo unas líneas, expondré algunas ideas de los catorce primeros capítulos (la cursiva es mía):

- La necesidad de encontrar cierta coherencia, o lo que es lo mismo, una explicación con sentido al extraño cambio que se experimenta internamente (durante el proceso psicótico), sobrepasa las reglas de la lógica y el raciocinio.  En la psicosis, la necesidad de coherencia ha triunfado y se reinstaura una continuidad interna. El precio es la pérdida de una comprensión realista y compartida de la realidad.
- Es más fácil luchar contra una amenaza externa contra la cual es posible encontrar protección y ayuda, que afrontar una pérdida total de la capacidad para entender lo que está sucediendo internamente.
- La psicosis se produce como una forma de estrategia adaptativa y fallida de la personalidad ante un estado de cosas, de otro modo confuso y caótico.
- La experiencia ante una desintegración inminente del yo, marcada por la ansiedad, ahora se intenta "reparar" y explicar por medio del delirio.
- La combinación de síntomas psicóticos bizarros (extraños, incomprensibles) y de larga duración es característica de las psicosis conocidas como esquizofrenia.
- Con el fin de evitar conclusiones simplistas debemos señalar que la psicosis no depende solo de las experiencias biográficas, sino que tiene su raíz tanto en la biología como en la personalidad.
- El descuido y el abuso en la temprana infancia pueden ocasionar trastornos de personalidad predisponentes a la psicosis.
- Cuando crece la confianza, la psicosis cede. Por esta razón el entorno en que se provea la atención es de suma importancia en su tratamiento.
- Las fases de la psicosis serían las siguientes: prodrómica; pre-psicosis; psicosis-fase incial; psicosis-fase tardía; fase postpsicótica.
- Familias con un funcionamiento saludable contrarrestan la vulnerabilidad heredada (supone un factor protector).
- Los investigadores han comenzado a abandonar la idea de identificar UN gen específico responsable de la esquizofrenia y otras psicosis.
- Cuando pensamos en el complejo trabajo que el yo debe llevar a cabo para mantener el equilibrio entre el mundo interno y externo, lo sorprendente no es que ciertas personas tengan una crisis psicótica en respuesta al estrés, sino que más bien surge la pregunta de cómo los seres humanos no responden de esta manera con más frecuencia.
- La medicación antipsicótica es con frecuencia un tratamiento eficaz para la esquizofrenia, pero puede ser contraproducente en otros trastornos (el autor insiste a lo largo de toda la obra en la necesidad de ajustar adecuadamente las dosis de antipsicóticos a niveles bajos siempre que sea posible y  la combinación de dichos tratamientos con otros de carácter psicoterapéutico de cara a un pronóstico favorable ).
- En los centros de salud mental donde tienen un alto grado de emoción expresada (criticismo, hostilidad, sobreprotección), se han reducido los índices de recuperación de pacientes psicóticos.
- El riesgo de desarrollar una psicosis y de forma especial una psicosis esquizofrénica (no deberíamos meter en el mismo saco todos los cuadros psicóticos; así no es lo mismo una psicosis pura que una psicosis disociativa o histérica, por poner un ejemplo), debería contemplarse de forma multidimensional, donde factores neurobiológicos, psicodinámicos y sociales se unen y se potencian o neutralizan.
- La falta de sueño es  probablemente el factor que puede contribuir de forma más definitiva a desencadenar una psicosis, por lo que es imprescindible ayudar en la recuperación de pautas de sueño saludables.
- El umbral para la psicosis disminuye por la falta de verificación de la realidad, consecuencia de la reducción de contacto social (aislamiento).
- En ciertos consumidores de cannabis la psicosis se  desencadena con solo un día de consumo.
- Se han descrito tres  factores diferentes de protección psicosocial: la red de apoyo social, el trabajo y la actividad con significado y un sentido interno de coherencia y significado.
- La esquizofrenia constituye un subgrupo heterogéneo de psicosis, que con frecuencia tienen un peor pronóstico. La alteración del sentido del self es más profunda que en otras psicosis, y, a su vez, afecta la capacidad para relacionarse y adaptarse al futuro.
- Los síntomas de primer rango de Schneider (sensaciones de pasividad y de ser controlado externamente) no siempre suponen inevitablemente un mal pronóstico.
- Hay riesgo de que efectos secundarios del tratamiento o consecuencias sociales de los síntomas puedan ser interpretados como síntomas de la enfermedad. Incluso la depresión puede ser diagnosticada erróneamente como síntoma negativo.
- El 50% de todos los que tienen un primer episodio psicótico, formarán parte del grupo de las esquizofrenias ( esquizofrenia, trastorno esquizoafectivo, trastorno esquizofreniforme y esquizofrenia simple). La mitad de los casos de primeros episodios, por lo tanto, tienen un pronóstico bueno o muy bueno. Además, dentro del grupo del espectro de la esquizofrenia solo la mitad desarrollará una enfermedad crónica.

Continuará...

Texto escrito por Esther Sanz (Psicóloga Clínica Área Externa Salud Mental Tenerife)

lunes, 25 de julio de 2011

NUESTRO RECONOCIMIENTO



Las personas que de una u otra forma expresan públicamente parte de sus experiencias personales, ya sean experiencias positivas o negativas, en un acto, que desde mi punto de vista implica grandes dosis de valentía, merecen un reconocimiento público. No solo por el acto en sí mismo de realizarlas, sino por lo que supone de ayuda a otras personas que experimenten o puedan experimentar situaciones similares.

GeorgeW. Burns, psicólogo y director del prestigioso Milton H. Institute of Western Australia, autor del libro “El empleo de metáforas en psicoterapia”, agradece específicamente a sus pacientes, la disposición y confianza que le han brindado al confiarle historias íntimas de su vida, que han sido el fundamento en la elaboración de su libro, que a su vez ha sido de gran ayuda a otras personas.

Salvando las distancias con el citado autor, y desde la oportunidad que me brinda este foro, quiero agradecer igualmente, la confianza, dedicación e ilusión con la que las personas hospitalizadas en nuestra Unidad escriben en este blog, expresando sus vivencias, sentimientos y emociones, quejas, alabanzas, dudas, desacuerdos, peticiones, agradecimientos, etc. La importancia y utilidad de estas manifestaciones, se extiende más allá de la ayuda que pueda aportar a otras personas en situaciones similares, además, nos brinda a los profesionales que trabajamos en la Unidad, la posibilidad de visionar otra perspectiva de vuestras experiencias e inquietudes, que en el día a día y por razones diversas no siempre tenemos la oportunidad de compartir. 

       ¡Les leemos!, y tomamos notas de todas y cada una de aquellas sugerencias o peticiones que son susceptibles de mejora, intentando siempre darles una respuesta en la medida en que sean factibles. Ánimo y continúen escribiendo.

Suso Calo (Supervisor USA) 

viernes, 22 de julio de 2011

C.C.C.nos habla de sueños, l@s auxiliares, el norte, el miedo, un amigo, otros tiempos...


Sueños
Sueños de cambiar el mundo, de revivir los años pasados, tiempos de revolución, tiempos de juventud, la década hippie ¡qué tiempos cuando se podía alcanzar la utopía! Cuando era real como la vida. Cuando lo puro ere esencial. Sueños de viajeros, cuando se oía a Bob Dylan y a John Lennon, cuando la voz de Dylan era la voz de Dios y la de Lennon la de la paz. Sueños de cambiar... en los años sesenta se sentía libertad, música, amor y paz. Sueños de vivir el presente y ver más próspero el futuro. Sueños de revolución. Ya no quedan esos sueños porque ha llovido mucho desde entonces. Miremos hacia atrás y veremos que todo quedó en sueños.

L@s auxiliares
Nuestros auxiliares son los más allegados a nosotros, los pacientes. Yo, C., tengo simpatía por ellos. Está el calvo, A., un madrileño que es un gran amigo y tengo simpatía por él y por el Real Madrid que es nuestro equipo. Le pides un favor y como un genio te lo concede, se enrolla demasiado. Luego tenemos a V., un hombre saleroso y divertido y amable, otro que se enrolla demasiado. Luego la guapa T., una joya de mujer, explosiva y rubia: que guapa!. La andaluza R., una buena mujer.

Al norte 
Al norte, iremos al norte, donde se divisan los bosques verdes, donde el aire es más puro, donde se vive con seis sentidos, donde hay vida, iremos al norte, siempre escojo un camino, camino del norte, deja de pensar en ciudades y vamos al norte, a los fríos campos del norte, allí te esperaré, allí estaremos, porque feliz es el que ama su tierra
Yo amo el Norte. 

El miedo
 El miedo está ahí. Te rindes cuando se apodera de ti. Es un muro. Un muro casi irrompible. Por mi propia experiencia es algo muy desagradable porque a veces me he sentido al borde de casi rozar el pánico, a miíse me han acumulado nervios, miedos y ansiedad. Cuando te ocurre esto te sientes identificado con la frase “Tierra trágame”. Se puede apagar, pero me parece que sólo quieres atajar rápidamente, no puedes, tienes que hacerte a la idea de que va de largo y así lo burlas. También me ha pasado de sentir el corazón latir rápidamente. Los miedos se combaten con ayuda psicológica. A todo el que lea esto le aconsejo tratarlo con especialistas, médicos,  psiquiatras... No suframos.

E.
E., amigo, te vamos a echar de menos. Eres amigable, lo que más recuerdo de ti fue cuando te vi la primera vez, me dije — este chico es tranquilo y fiable —. También recuerdo cuando me pediste el número de teléfono para ir a comer al monte. Gracias por tu amistad, sigue ahí siendo tan amigable. Gracias por todo y no vuelvas a caer en este sitio. Gracias por tu amistad y ya nos veremos en la calle.

¿Qué pasaría si....?
¿Qué pasaría si me hubiera tocado haber nacido en otra época? Por ejemplo, sesenta años más atrás, cuando los manicomios curaban con electroshock y a palizas: sería horrible, hoy en día tenemos la suerte de vivir en un país avanzado y tenemos medicación. Ésta alivia nuestros síntomas. Si nos ponemos a pensar cuanto gastamos en dinero sería una suma muy importante, gracias a la medicación los enfermos mentales somos otros ¡aleluya! Tenemos el privilegio de estar cuerdos.

Textos escritos por C.C.C., hombre diagnosticado de esquizofrenia paranoide.

domingo, 17 de julio de 2011

J.M.P.C. habla de las instalaciones del hospital, el miedo, el taller de arteterapia, la soledad, l@s enfermer@s y l@s auxiliares

                                                 
                                            Mi refugio, de J.M.P.C.


Las instalaciones del hospital
La verdad es que en el hospital hay muchas cosas que atender y también a las que prestarle atención. Por eso no se pueden dejar descuidadas las instalaciones y sus necesidades. Por otro lado, la labor de los profesionales es buena y por esto deben de sentirse orgullosos, pero  las instalaciones no deben de estar con goteras y con faltas de aire acondicionado.  Habría que multar la falta de respeto por las condiciones en las que vivimos estos días de calor y verano. Sin hacer más hincapié pienso que las instalaciones no deben de estar sin sus necesidades mínimas de salud y sin los apoyos de refrescos como el aire acondicionado, porque una instalación que pertenece a la seguridad social y al gobierno  no debería de estar en estas condiciones.


Miedos
Ante los miedos nadie quiere saber, aunque ellos son la base de nuestros pensamientos, negaciones que nos hemos hecho y aparecen en momentos en que no estamos preparados, por eso es un tema difícil del que hablar.
Los miedos no son sólo tú, pero sí que es algo que te acompaña en las situaciones con los demás. Ellos no tienen miedo pero se manifiestan por encima de ti, llegando a sobrepasarte la situación y, a veces, venciéndote sin poder llegar a hacer nada para salir de esa bache que llamamos miedo.
No tenemos miedo ni casi existen, pero como ya hemos dicho nos superan en las situaciones más críticas de nuestras vidas. Arrasando todo lo que somos y desmintiendo lo que queremos decir. Podemos decir que son como filtros que no hemos sabido establecer o compaginar con otras situacione,s pero son ellas mismas y no los filtros, por eso los miedos son un escondite dentro de nuestra masa más gris.

Arteterapia
Unos de los talleres que hacemos durante el día es el de “Arteterapia”, lo que me lleva a destacarlo hoy mientras los compañeros le dan despedida a Paco, del “taller de pintura”.
El uso de las manos y la conectividad hacia el propio trabajo es la esencia del Arteterapia. En él reflejamos cosas a través de los sentidos, cosas diferentes con puntos de relajación. Decir también que los resultados forman parte de los trabajos naturales con plastilinas o recortables y, sin llegar a definir los trabajos, los resultados son asombrosos pues eres tú mismo el que debe dar rienda suelta en la relajación construida en el taller para que luego sea el resultado la propia definición. Explicar lo que has hecho te deja ver el estado de implicación al cual has llegado en el taller.

La soledad
Ella es como un sueño, te deja solo y no te advierte, te mantiene adormecido en ti para que otros no puedan disfrutar de ti.
La soledad no es gran cosa pero sí que defiende la tesis de los sueños, se va apoderando de ti hasta que ya no puedes más y te das cuenta de que has creado personajes imaginarios que son tus propios sueños, tu soledad y tu falta de tacto con el mundo exterior.
Solo si piensas en positivo la soledad cobra parte activa con nosotros y entonces podemos decir que la ocupamos para prepararnos hacia los demás. Para formar parte y para prepararte ante un mundo complicado y a veces también enrevesado.
La soledad, en definitiva, no es nada, eres tú ante todo, ante el mundo, un mundo que está lleno de expectativas y de brillo y donde también hay personas o personajes que cobran luz propia sin necesidad de sueños, pero sí de esperanza y de gloria en días buenos.
 Reuniones y esperanza es la pauta a seguir para no estar solo.

Los enfermer@s
La convivencia con la enfermería es un tanto especial. Ellos en su trabajo deben de vernos como personas, pero, por otro lado, su trabajo les obliga a poner pautas de conducta donde a veces se pierde el límite de la libertad. Todos tenemos nuestros días, pero si sabemos que la única forma de hacer las cosas es haciendo cosas en nuestras formas y en nuestros hechos, de buena manera. No es fácil decir lo que ellos tienen que pasar por nosotros, pero tampoco lo es su trabajo, por eso creo que lo hacen bien y los animo a que sigan teniendo paciencia con nosotros, pues de otra forma serían imposibles la libertad de expresión, la libertad de espíritu y la propia convivencia, en un antagonismo que lucha por ser la luz de la vida, la cual es la puerta de mi libertad exterior. Por esto y muchas cosas más felicidades de todo corazón.
Los enfermeros son personas que son alguien a quien recurrir cuando nos sentimos con miedos, manías u otros problemas. ¿Cómo sería un psiquiátrico sin ellos? Son como la mano de tu hada contándoles nuestros problemas estamos mejor y nos aliviamos y nos desahogamos. Todos los enfermos deberíamos contar con ellos más de lo pensado. No sabemos lo que tenemos: una joya.

L@s auxiliares
Como todas las cosas en esta vida siempre está presenta el trabajo oculto de quienes, en definitiva, hacen el trabajo de todos sus superiores; pues bien en la medicina hospitalaria los Auxiliares son estas personas, las que se desviven para que todo vaya bien, para que los pacientes y los médicos estén conformes con el día a día.
Los Auxiliares son las únicas personas que tienen que lidiar con los médicos y enfermeros sin que esto sea una máscara peyorativa y en donde toda su labor es una mezcla de todos los respetos y en donde, al mismo tiempo, tienen que verse envueltos en un amor-desamor a todo lo que hacen y en donde no es posible verse afectado por los impulsos de dos órdenes o formas de mandar en el trabajo.
A los Auxiliares sólo les veo paciencia y amor a su trabajo, el que se resuelve con los enfermos, pero también reciben órdenes de médicos y enfermeros: por eso hoy les doy mis agradecimientos y mi aliento para que todo siga saliendo bien, pese a la dificultad de los momentos de trabajo.

Textos escritos por J.M.P.C., hombre diagnosticado de esquizofrenia paranoide.

domingo, 10 de julio de 2011

Primeros episodios, ingresos, familia y ¿después, qué?




La familia de J. ha ido recopilando a lo largo de los últimos 6 años todos los informes clínicos de los ingresos por los que ha pasado su hijo. Los han resumido, para que cada nuevo profesional que ve a J, tenga un acceso rápido a toda la información disponible hasta ese momento, y los han ampliado con sus propios puntos de vista, vivencias y necesidades, con el objetivo de hacerse oír y mostrar el callejón sin salida en el que han vivido durante un largo tiempo y del que, temporalmente al menos, han conseguido salir.

Cito textualmente un fragmento que la madre de J. escribió antes del quinto y penúltimo ingreso en una unidad de corta estancia o unidad de internamiento breve de J.:

“…su modo de vida refleja un claro problema psíquico, que aún ningún especialista ha reflejado, ya que siempre le han diagnosticado como una psicosis tóxica derivada del consumo de cannabis. Nosotros, los padres, y un profesional que le ha llevado desde el año 2004, fecha de su primer ingreso, hemos intentado que se le lleve a un centro terapéutico y para ello hemos solicitado pruebas que certifiquen en qué estado se encuentra, pero dichas pruebas nunca se realizaron, a pesar de nuestra insistencia. Le daban el alta y volvíamos a estar como al principio.
Sin embargo, durante el periodo de no consumo, mantiene la siguiente conducta: no habla, come poco y sin orden, fuma, tirando las colillas y la ceniza al suelo, se ríe solo, cierra continuamente puertas, ventanas y cortinas, no se relaciona con nadie, está irritable, toma la medicación compulsivamente y abusa del redbull para contrarrestar los efectos secundarios de la misma… Hasta hace aproximadamente un mes, aún se podía estar con él en casa, pues si no se le llevaba mucho la contraria, no se ponía violento, aunque sí mantenia un comportamiento difícil. Ya así la convivencia era bastante complicada, pero intentábamos mantenerla para evitar otro ingreso y volver a comenzar 20 días después con la misma angustia de ver como dejaba el tratamiento y demás… Sin embargo, en las dos últimas semanas ha sido completamente imposible convivir con él, ya que ello supone un grave riesgo para nuestra integridad, puesto que la agresividad se pone de manifiesta ante cualquier conducta, e incluso si no se le dice nada, empuja y acorrala e insulta gravemente llegando a amenazar con dar palizas. Sin más ni más le da patadas a puertas y muebles; al no dormir de noche no para de dar portazos y hacer ruidos; cambia constantemente los muebles de sitio; se cambia de ropa hasta 3 o 4 veces al día, después de bañarse en cada ocasión, y luego la ropa la pone para lavar; a veces le obsesiona la limpieza y otras lo deja todo tirado; me exige que no haga comida y me echa de la cocina y si no lo hago, tira la comida, me insulta y amenaza; nos demanda constantemente que le pidamos un crédito para trabajar en bolsa y hacerse millonario; no quiere ni oir hablar de hacer cursos y mucho menos trabajar.
Esta situación concluyó cuando J. nos echó de casa.
Con la esperanza de poder solucionar esta situación de una manera definitiva, nos hemos marchado de casa y tratamos de elaborar informes para que desde un punto de vista profesional se llegue a un diagnóstico real de la enfermedad y poder recibir la terapia apropiada dentro de un centro, ya que él no es lo suficientemente competente para comprender y decidir con respecto al tratamiento y puesto que la no aplicación de éste podría provocar un daño superior al paciente y a la familia.
En tanto que el internamiento es una medida terapéutica, la decisión última le corresponde al médico especialista, ya que el juez en estos casos solo autoriza, no ordena el internamiento.
Es un ruego, una súplica, a aquellas personas que tengan en su mano el poder y la decisión de poder darle una vida digna no sólo al paciente, sino a toda la familia”. 

Este no es un caso aislado ni excepcional. 

La historia se repite de una manera más o menos parecida a la que nos relata esta madre: adolescentes que comienzan a tontear con las drogas, rupturas biográficas ("desde entonces no ha vuelto a ser el mismo/la misma", suelen repetir muchos padres), primeros ingresos desde edades muy tempranas en unidades de internamiento breve, a los que les siguen segundos, terceros, cuartos, quintos, sextos ingresos...

Familias desesperadas y desbordadas para las que 15,20 o 30 días de hospitalización de su hijo/a son solamente una pequeña tregua a la que le seguirá más de lo mismo.

Historias clínicas donde, de manera aséptica y esquematizada, se suceden síntomas, conductas, diagnósticos, tratamientos:  ideas delirantes de tinte megalomaníaco o paranoide, fenómenos de robo, lectura e inserción del pensamiento, alucinaciones auditivas , interpretaciones delirantes, agresividad, angustia, irritabilidad, suspicacia, aislamiento, abandono de los estudios y las aficiones, conductas extravagantes, abandono de la ingesta, conductas temerarias, intervención de las fuerzas de orden público, no conciencia de enfermedad, no adherencia terapéutica...

Hasta que, en el caso que nos ocupa y en tantos otros, un ingreso más prolongado permite asegurar el cumplimiento terapéutico, estabilizar los síntomas, alejar a la persona del consumo de sustancias, plantear alternativas de futuro, trabajar la conciencia de enfermedad y otros aspectos psicoterapéuticos, de una manera, eso sí, muy condicionada por la situación de encierro (somos conscientes de que, a pesar de los continuos permisos y salidas, la conducta y decisiones de la persona ingresada estará mediatizada por el contexto en que se encuentra) , y en definitiva, poner fin a una situación para dar comienzo a otra nueva, que suponga una mejora para todas las partes.

Claro que las cosas podrían hacerse mucho mejor, que hacen falta más recursos e intervenciones comunitarias, nuevos abordajes y un replanteamiento constante de nuestro trabajo, pero prefiero terminar este texto con dos palabras que simbolizan las sensaciones que me han transmitido durante varios meses los padres de J.: alivio y esperanza.

Y como no, con la risa de J. y el despertar en él de nuevas inquietudes y una vida familiar donde, por fin, hay calma.

Texto en negrita y cursiva aportado por una madre de persona diagnosticada de esquizofrenia paranoide y resto del artículo escrito por Esther Sanz (Psicóloga Clínica Área Externa de Salud Mental).

lunes, 4 de julio de 2011

Carta a un familiar o allegado de bipolar (por A.D.P.P.)





Quiero contar la historia de familiares a los que veo con admiración entender sin miedo, con sencillez, sin palabras. Veo como buscan la mejor comprensión y llegan a ella, sin afectación. Veo respeto, cariño y paciencia, que son los ingredientes principales. Esta enfermedad que aparece como una tormenta y desaparece y deja resaca, es fácil de entender, para los familiares que se acercan a descubrir los detalles. No a través de esa información que aparece en internet y que angustia y despista más que ayuda, sino de los que visitan las reuniones de las asociaciones o grupos de ayuda mutua. Como a un niño que se siente mal y no  tiene palabras para expresar su dolor, nos sentimos en los peores momentos y simplemente una caricia te alivia. Quisiera expresarles a tantos enfermos lo afortunados que son. Sus familiares buscan ayuda, sin saber si existe. Veo como personas sencillas comprenden más que otras muy preparadas. El amor puede abrir puertas a esa comprensión. Y sabes cuando una familia es reparadora y acompañadora en la tormenta. Pero también son constantes en los buenos tiempos. No se comportan como víctimas,  ni sobreprotectoras, no hay miedo. 
Pueden encontrar aquí características donde cada familiar encuentre uno o varios puntos con los que se sienta identificado. Tal vez ninguno, pero nunca es tarde para la comprensión y el respeto. 
Qué afortunados son los que no están solos y los que acompañan y los que recuperan a los que se han perdido.
Pienso al escribir en:
 Los que no utilizan la enfermedad para herir y menoscabar, los que valoran la lucha diaria del enfermo por sobrevivir, y elogian su mérito por cada tormenta superada.
 Los  que no juegan con la inseguridad y la debilidad.
Aquellos que no te abandonan.
Quienes te miran a los ojos en las buenas y las malas y saben que tú estas ahí, que sigues ahí entre la maraña.
Los que ayudan a otros familiares a comprender en pocas palabras.
Los que se enfadan cuando te descuidas, cuando haces cosas que te perjudican.
A los que están por navidad, haciéndote sentir que no hace tanto frio y se preocupan por qué no estés solo en esas fechas.
 Los que no se ríen de tus intentos por seguir a delante y retomar tu vida.
 Aquellos que te sacan de la cama y te llevan a pasear, cuando no puedes con la vida, o te invitan a quedarte en casa cuando quieres escapar al mundo.
Los que saben por qué te tomas una coca-cola a media mañana, porque saben de los efectos de las medicinas.
 Los que comprenden tu relación con el dolor y que es tu compañero más fiel.
Porque aceptan la enfermedad y su cronicidad pero también saben que es episódica, es decir que no está siempre activa.
Los que te hacen la vida mejor y te animan a vivirla.
Los que escuchan las noticias que afectan a la enfermedad con la esperanza de nuevas expectativas.
Quienes aún sintiendo miedo siguen a tu lado.
A los que no tienes que recordarles que eres un triunfador en cada tormenta por levantarte después de cada caída.
Los que no sienten culpa y te lo hacen saber.
Los que no te tratan como a un niño ni como a un extraterrestre.
Los que sufren cuando te ven mal pero saben que pasará.
 Los que te preguntan lo que pueden hacer para ayudarte, escuchan y aprenden.
Los que saben que los pensamientos suicidas no son un capricho tuyo, sino un síntoma de la enfermedad, que la medicación y una compresión de cómo desactivarlos, son el mejor remedio, y si le añadimos unos paseos tranquilos, mejor.
 Los que aunque no comprenden nada siguen junto a su familiar, porque algún día comprenderán.
A los que esperan a que su familiar acepte la enfermedad y tome la medicación.
 Los que se psicoeducan.
 Esos hijos que  a pesar de ver a su padre o madre enfermo, lo respetan y dignifican.
 A los que aún estando enfadados con la enfermedad acompañan.
Los que saben escucharte y captar lo básico e importante de tu mensaje cuando miles de palabras brotan de tu boca y un monólogo se adueña de ellas. Cuando te ayudan a recuperar el hilo de tu discurso y te recuerdan que resumas.
 A los que te hacen reírte de ti mismo.
A los que te aman.
A los que odian.
 A los que te ignoran.
 A los que nunca estarán.
 A los que siempre están.
 A los que se alejan.
A los que van y vienen.
               Quienes se preocupan cuando llevan tiempo sin saber de ti.
 " Sabemos, a los que nos ha tocado vivirlo de cerca, que el trastorno Bipolar puede ser muy perturbador para la persona enferma y para todo aquel que permanezca cerca, porque afecta la habilidad para ser funcional en las actividades de cada día, afecta al trabajo, estudios, a nuestros familiares  y a la vida social. Todos queremos que nuestros seres queridos mantengan un saludable estado físico y sobre todo mental. Seguir la evolución de un familiar o amigo con este tipo de trastorno puede resultar muy difícil. En un primer momento todo el mundo puede asustarse por un desconocimiento general de lo que es la enfermedad. El enfermo tiende a esconder o a disimular sus estados de ánimo porque al ser tan radicales son considerados vergonzosos o porque son mal vistos por un amplio grupo social. Esto quizá, es lo más duro de llevar. Pero, ¿sabes?, también he visto que la Bipolaridad trae consigo una especial sensibilidad, esto hace que se pueda conectar mejor con el mundo menos material, con lo bueno y lo justo siempre y cuando se sepa sintonizar con lo positivo. Si este potencial del que dispone un bipolar les lleva a un crecimiento como personas debido a que quedan amplificadas todas las ideas y si estas son positivas, existirá una gran ventaja con respecto al resto de lo mortales "
Texto enviado a Saltando Muros por Diana, seguidora de nuestra página.

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