lunes, 19 de marzo de 2012

A mi abuela




Te fuiste de esta vida
en la oscuridad de la noche.
¿Por qué te dormiste
sin yo estar a tu lado?
No tuviste la culpa
vino tu estrella
y de ti nos separó.
Qué año más duro, abuela,
y lo habías superado
por la fuerza de esa luz
que esa estrella te había dado.
Cierro los ojos y te veo
con una sonrisa en la cara.
Nos cuidaste como nadie
en lo bueno y en lo malo.
Sin ninguna diferencia,
con ese corazón
que dios te había dado.
Te enciendo una vela sollozando
y mis lágrimas la apagan.
Pero no pararé de encenderla,
hasta el día que mi luz
se apague y me lleve a tu lado.
Para nunca más perderte
como ahora me ha pasado.
Hasta que me llegue a mí el día
te seguiré recordando
para tenerte en mi presente
como estuviste en mi pasado.

Texto escrito por Juan Adolfo C.D. (persona ingresada en la Unidad de Rehabilitación Activa del Área Externa de Salud Mental de Tenerife, que ha perdido a su abuela recientemente).

2 comentarios:

Misha dijo...

Para cuando vuelvas yo habré partido en tu búsqueda
tal vez nos crucemos en la puerta
tal vez perciba tu aroma,
el calor de tu piel.
Pero no te veré, porque he quedado ciega en mi afán de encontrarte.
En las multitudes
bajo el agua
en la mirada fija que el Sol me lanza.

Massimo Troisi dijo...

Muy bello el poema. Utilizas el lenguaje claro y brillante del amor incondicional. Ése lenguaje que sabiamente utilizaban nuestros abuelos. Desde luego, me ha encantado el poema. Yo adoraba a mi abuela. Gracias por compartirlo.

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