viernes, 26 de febrero de 2010

Yalom al habla

Un ligero destello en la enorme pantalla que preside el auditorio del hotel Meliá Castilla y allí está, mirando hacia todos los lados, escudriñando el espacio que le separa de la cámara que tiene colgada enfrente.
Desde otro lugar y otro tiempo, porque en California deben de ser las diez de la mañana, aparece ante nosotros Irvin Yalom, una de las cabezas pensantes más influyentes de todos los tiempos en psicoterapia.
Está sentado en lo que imagino será la silla de su despacho universitario. Apenas hay detalles en la escena más allá de una pared verde pálido, una mesa y algunos libros ubicados sobre un pequeño mueble a su espalda.


La toma está cogida por encima de su cabeza.
Se le ve lejano y pequeñito, hasta el mismo momento en que abre la boca. Entonces aquel tipo menudo y nervioso de enormes gafas y aspecto desfasado, se hace grande como el sol y los rayitos de su sabiduría nos cautivan durante algo más de dos horas.
Ni un parpadeo ni un estornudo. Sólo se oye al hombre en mitad de un silencio reverencial.
- Decidme algo, nos increpa. Quiénes sóis, qué queréis saber.
- Nos da lo mismo. Sigue hablando, no te calles.
Y así lo hace. Y nos cuenta lo de la terapia del aquí y el ahora, que sólo se atrevía con el momento presente porque era en ese instante donde era posible la curación, y lo de la terapia interpersonal que buscaba la génesis y el alivio de todos los conflictos en las relaciones que establecemos con los demás.
Después, dice, integré a los existencialistas en una nueva terapia y al final, terminé escribiendo ficción porque sólo así podía adentrarme hasta el fondo de las cuestiones existenciales....

el miedo a la muerte y nuestra manía de echarla a patadas de nuestra realidad, cuando sólo haciéndola un hueco podremos vivir la vida con la intensidad que se merece..

la libertad como un acto de responsabilidad y compromiso con la vida; el sometimiento, la cobardía o lo que es lo mismo, el terror a ser libres, a decidir y equivocarnos, a mancharnos las manos con la mugre del fracaso..

la soledad última y primera, la soledad sin remedio que nos pisa los talones allá donde vayamos y nos enfrenta al desamparo, a ese adiós definitivo, a ese dolor que no podemos compartir..

el significado de la vida, el hecho irremediable de ser buscadores de un sentido lanzados a un universo sin sentido, de estar destinados a realizar la proeza acrobática de olvidarnos de que nos hemos inventados ese sentido; los sucedáneos cuando no hay sentido alguno en forma de falsos remedios con que remendar los rotos de vidas vacías..

La pantalla se apaga y nos levantamos despacito. Sin prisas.
Vivos.
Vivos.
Vivos.

Esther Sanz. Psicóloga Clínica U.S.A.

5 comentarios:

Lizardo Cruzado dijo...

Muy intensa y vívida reseña sobre la conferencia de Yalom, Esther. Gracias.
P.S: La primera vez que atisbé tu nombre en Saltando Muros, me pregunté qué necesidad tenías de añadir a tu título profesional la sigla U.S.A (que yo pensaba era por 'United States of America'). Imagínate qué despistado. ;)

Blog salud mental dijo...

:0
... y yo hoy paseaba por el Corte Inglés y me veo un libro con un título que me chocó: "El día que Nietzsche lloró" y veo que además lo tienen rebajado y, aunque no conozco al autor, voy y me lo compro, y al anochecer entro un ratito a navegar y veo este post tuyo colgado... desde México DF y... no sé, es raro no?
Voy a empezar a creer en Jodorowski

César M.

Blog salud mental dijo...

Hola LIZARDO, la verdad es que disfruté un montón escuchando a Yalom. Me quedé admirada de su sabiduría y su sencillez: bajo mi punto de vista la mejor combinación posible a la que podemos aspirar.

CÉSAR, pues justo ese libro lo tengo pedido hace siglos en La Isla, osea que si sigue sin llegar, ya sé a quién se lo voy a pedir, jeje.

Anónimo dijo...

El libro que tenía que llegar a la isla, no pudo hacerlo porque se quedó en las rebajas del corte ingles. Los libros de psicología de Yalom, son de difícil lectura, por no decir aburridos, sin embargo sus historias de psicoterapia, me parecen impresionantes y enseñan sobre la desolación, mucho más que cualquiera de sus tratados. Además, conseguí varios de sus libros, "Mamá y el sentido de la vida", "El día que Nietzsche lloró", "Psicología y literatura"..., pero hubo uno que me interesaba y no lo conseguía: "Verdugo del amor". Al final, después de dejarlo encargado en varias librería y de esperar más de un año, lo busqué en internet y me lo mandaron por correo. El fastidio, es que el envío a las islas casi es tan caro como el libro y habría que aprovechar bien el pedido.
Gorka

Blog salud mental dijo...

Hola GORKA. Me quedo con todos los títulos e intentaré dar con ellos ya sea en La Isla ( la librería que más suelo frecuentar de aquí) o en una escapada a Madrid o Barcelona. Bueno, también puedo pasar por el corte inglés. Es curioso, pero de vez en cuando sacan a la venta "libros que no se venden" por precios irrisorios.
Un saludo y gracias por seguirnos.

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