sábado, 11 de diciembre de 2010

Me llamo Teresa y mi hermano sufre esquizofrenia.

En un periódico valenciano publicaban esta carta de una familiar de una persona afectada de esquizofrenia en la que relataba las grandes dificultades que tenía su hemano, y en general la familia, para luchar contra  los efectos de su enfermedad. 
Me llamo Teresa. Mi hermano sufre esquizofrenia. Es uno de los 10.000 enfermos que hay en Valencia. Él no nació así. Estudió hasta Segundo de Derecho. Su ilusión era terminar la carrera, tener una novia, casarse... 
Pero de pronto, un día apareció la enfermedad maldita. Tenía 22 años cuando su vida se paralizó. Ahora tiene 43. Sólo recuerda cosas del pasado, de lo que fue y de lo que vivió cuando tenía salud. Se ha pasado dos décadas yendo al psiquiatra de zona cada mes 10 minutos. En ese tiempo le recetaban medicación, pero nada más. Así se ha tirado 20 años, como si fuera un jubilado. Fumando, paseando, deambulando, volviendo a casa, jugando al solitario con la baraja, fumando, paseando, deambulando... Y así una y otra vez. 
En octubre de 2008 ingresó en un hospital de la Agencia Valenciana de Salud. No quería. Tres meses antes ya estuvo en un centro. Lo ideal hubiera sido disponer de recursos intermedios donde ir y que le hicieran un seguimiento, pero no existen. Actualmente está otra vez en casa, donde la situación es penosa. Mi madre tiene 72 años y Alzheimer y mi padre, 74. Cada vez que voy allí me marcho deprimida. Él cree que voy contra él, que quiero boicotear su vida. Se lo imagina y actúa a la defensiva. 
Mis padres son los recursos que la Administración no pone, cuidadores sin formación, pero con una gran capacidad de amar a un hijo que desvaría y les acusa de cosas que nunca hicieron. Les insulta o increpa hasta la desesperación, pero cuando pasan unas horas mi pobre hermano les pide disculpas. A veces le dice a mi madre que le entran ganas de tirarse por el balcón. 
¿Imagináis lo que significa para una madre oir eso? El 10% de los enfermos de esquizofrenia se suicidan. No me extraña. Me parece poco para el nivel de sufrimiento que padecen. Si yo estuviera enferma y tuviera las mismas condiciones de atención socio-sanitaria seguramente también lo haría. 
Han pasado 600 años desde que el Padre Jofre se preocupó de acoger a personas con problemas mentales. Entonces se les trataba como supuestos endemoniados, abandonados a su suerte en una barca en el mar. Ahora todo sigue igual. Siguen abandonados en sus casas, en las calles por donde deambulan sin techo. Nada ha cambiado
Los presupuestos que se destinan a Salud Mental no varían. Seguimos sin una red de recursos asistenciales para atender a estos enfermos en los tres aspectos fundamentales: medicina, atención psicológica y social, como personas al fin y al cabo.
El panorama que espera ahora a mis padres en los años de su vejez es terrible. Mi familia se quiere morir. Mi hermano se quiere morir. No podemos ver y sentir tanto sufrimiento...
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Esta carta es el reflejo de la realidad en la que todavía hoy viven muchos (demasiados) afectados por un trastorno mental grave y sus familias. Actualmente existen equipos interdisciplinares que mediante un correcto abordaje pueden conseguir que estas situaciones no sean tan dramáticas. El afectado y su entorno no se deben encontrar sólos (abandonados) en medio de esta compleja travesía, para no acabar de la forma tan desesperada en la que se encuentra esta familia. Para ello es necesario que exista sensibilidad social y compromiso  político con estas personas, dicho con otras palabras, sensibilidad y compromiso presupuestario. En especial en estos tiempos de crisis económica es necesario no retroceder en políticas que han mejorado la calidad de vida de estas personas.

Nuevos enfoques terapéuticos, más integrales e integrados en la comunidad, mejores fármacos y una red más potente de recursos sanitarios, socio-sanitarios y sociales posibilitan que la recuperación de las personas con trastorno mental grave no sea una utopía. No demos pasos atrás en los lugares en los que hemos avanzado  algo en las últimas décadas y no dejemos de exigir que se avance en otras regiones/países donde no se ha establecido todavía una red de asistencia y apoyo a la Salud Mental.
Mito: No hay esperanza para las personas afectadas por un trastorno mental grave.
Realidad: Hay más tratamientos, estrategias, y apoyo de la comunidad para la gente con problemas de salud mental que nunca antes, e incluso más se divisan en el horizonte. Las personas con este tipo de dificultades pueden llevar vidas activas y productivas.
Mito: Una vez la gente muestra enfermedades mentales, nunca se recupera.
Realidad: Estudios científicos muestran que la mayoría de gente con enfermedades mentales mejora, y muchos se recuperan por completo. La recuperación se refiere al proceso por el cual la persona es capaz de vivir, trabajar, aprender, y participar íntegramente en su comunidad. Para algunas personas, la recuperación es la capacidad de vivir una vida realizadora y productiva. Para otros, la recuperación implica la reducción o completa desaparición de los síntomas. La ciencia muestra que tener esperanza juega un papel integral en la recuperación de la persona.
César M. Estévez (Enfermero Especialista de Salud Mental)

9 comentarios:

RingTailedLemur dijo...

Sobrecogedor y muy triste...y muy real también, por desgracia....

Conchi Cuevas dijo...

Le voy hacer alguna recomendación por si acaso esta Señora leyera esto. DEBE LLAMAR A LOS SERVICIOS DE URGENCIAS PARA QUE VAYAN A SU CASA Y PUEDAN TRATAR A SU HERMANO, POR OTRO LADO LOS EQUIPOS DE SALUD MENTAL DEBEN IR A SU CASA Y TRATAR A SU HERMANO ALLI DONDE ESE ENCUENTRE Y PEDIR UN TRATAMIENTO ADECUADO A SU PATOLOGIA. Mi hermano también tiene una esquizofrenia y desde que hicimos una asociacion y empezamos a reivindicar la cosa cambió. Hoy mi hermano está recuperado, tiene su novia, vive en su casa con nuestra madre, en definitiva tiene una vida digna y eso es por lo que tenemos que seguir luchando, "las Asociaciones de Usuarios y Familiares, suelen ayudar mucho".

Jose Valdecasas dijo...

Propongamos algo políticamente incorrecto: ¿y si destinaramos los recursos que tenemos en Salud Mental (porque parece claro que no vamos a tener muchos más en un futuro próximo) a los pacientes con lo que ahora se llama trastorno mnetal grave?. Si todos los medios que tenemos de personal, dispositivos y financiación se consagraran a los pacientes psicóticos o melancólicos graves, que es donde podemos (espero) ser útiles y marcar alguna diferencia...
Podríamos dejar de cronificar todo malestar que nos entra por la puerta: no hay medicaciones contra la soledad, o el desamor, o la miseria... No hay tampoco psicoterapia que ayude a semejantes cosas aplicada a 20 minutos cada dos meses como solemos...
En fin, lo dicho: políticamente incorrecto. Pero el caso es que para distraer al triste de sus problemas, hemos descuidado al loco, al que sólo prestamos atención cuando se altera y hay que ingresarlo, pero el resto del tiempo, no se hace por él todo lo que se podría...

Saludos.

Tira los Muros dijo...

Magnífica entrada y sobretodo el final..."Saltando y Tirando Muros" de mitos como "no hay recuperación"...Las personas definen la Recuperación,Y los profesionales ayudan a las personas a definir la recuperación por sí mismos y a identificar metas de recuperación que les sean importantes a nivel personal.
Para mí, recuperación = curación.

"No hay esperanza"...¿existe tanta discriminación que nos quitan hasta la esperanza? los profesionales debemos dar esperanza, un profesional que no tenga o no sepa transmitir esperanza, ha de cambiar de profesión ..."El más terrible de los sentimientos es el sentimiento de tener la esperanza perdida" (Federico García Lorca).

Un abrazo, César!!

Hilari

Miguel dijo...

cuando leo estas cosas me indigno. Pero la indignación paraliza, así que hay que rearmarse.
Es más fácil para la sociedad apartar que integrar, pero integrar nos enriquece.
Yo creía que Valencia es una comunidad rica, con recursos, pero veo que no.
La única forma de dar recursos es el asociacionismo. Que esos recursos que son los padres de ese paciente pase a ser una red de familiares de pacientes para luego pasar a ser la sociedad entera.
Esa es la única salida.
Jose, ya no espero que la sanidad pública cambie la estrategia cosmética de centros de salud destinados a quejas que se resuelven con mejores hábitos de vida, por centros para recuperación de pacientes graves. Aún espero que se lleven a cabo campañas de salud mental -como en Barcelona contra el suicidio- efectivas, que se creen centros rehabilitadores,... aún creo en la sociedad. Más cartas así hacen falta pero siempre con una asociación entremetida en la sociedad.
Gracias compañeros por ser amplificadores de esas voces.

Blog salud mental dijo...

RingTailedLemur en efecto demasiado real a pesar de ser evitable si existiera compromiso político.

Conchi Cuevas en efecto resulta imprescindible la movilización de los afectados y sus familias, el asociacionismo resulta fundamental a la hora de "sacudir" conciencias sociales y desgana política: http://tiralosmuros.blogspot.com/2009/05/que-hacer5.html

Jose tu comentario me sugiere la realización de una entrada, es evidente que la crisis también puede ser considerada una oportunidad para afinar en el gasto y de todos conocidos es que la red y servicios de salud mental en un alto porcentaje es "usada" para dar respuesta a patología (?) "menor" que satura dicha red e indirectamente provoca la desatención de las personas con trastornos mentales mas graves...

Hilari que te voy a contar, realmente esta entrada viene sugerida por la última tuya "No busquemos más..." Se supone que tenemos posibilidad real de ayudar en el proceso de recuperación de estas personas y la realidad es que muchas de ellas y sus familias siguen sufriendo solas y abandonadas a su destino...

Miguel das en el clavo... Valencia, millones para la F1, millones en pelotazos urbanísticos, casos Gurtel y Fabra... dilapidación del erario público y por consiguiente grupos poblacionales y sus familias desatendidas.
Evidentemente la solución a esos desmanes es exigir responsabilidad a nuestra clase política y dar voz y resonancia a las personas con trastorno mental grave y sus familias...

Muchas gracias a todos por vuestros comentarios, nos dan fuerza.

César M.

Mercedes dijo...

Vuestras respuestas, la explicacion del mito,las he encontrado buenisismas, creo como vosotros que el enfermo mental, se mejora se cura, y sucede como la mayoria de las enfermedades ,unas tienen mejor pronostico, otras presentan más dificultad,pero el mito de que una enefrmedad mental no se cura, creo que es nefasto.
un saludo.

Anónimo dijo...

esther soy O.M.S espero que dentro de lo que cabe pasarais una buena entrada de año.y a todos los pacientes le doy mi apoyo.y bueno que ultimamente ando un poco liado y estoy algo perezoso.pero siempre me acuerdo de vosotros un abrazo enorme y apoyo a todos los ingresados.

Blog salud mental dijo...

Hola O. , muchas gracias por acordarte de nosotros. Sigue luchando y que todo te vaya bien. Dale recuerdos a tu madre de parte de todos.
Un abrazo.
El taller del blog.

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