miércoles, 13 de junio de 2012

"Mi experiencia personal en Saltando Muros" en el XXV Congreso de Salud Mental de la Asociación Española de Neuropsiquiatría



0.-Presentación
Ingresé por última vez en la Unidad de Subagudos (USA) del Área Externa de Salud Mental de Tenerife en Abril de 2011. Cuando llegué, las alucinaciones que había sufrido durante mi última crisis prácticamente habían desaparecido, pero los delirios habían acrecentado su fuerza. Me incorporé bastante pronto a los diferentes programas que la USA me ofrecía. Uno de ellos fue el taller del blog, del que hablaré a continuación.

1.- Mis primeros textos en Saltando Muros
Escribía poesías en mis ratos de estar en planta a una chica de la que me había enamorado, una paciente, que le entregaba directamente a ella, y en otros, relatos para el blog. He de decir que la novedosa idea para mí de escribir en internet, en un blog, fue una de las cosas que más ilusión me han hecho en los últimos tiempos, quizás debido a la necesidad de reconocimiento que formaba parte de mí en aquellos momentos y a la inactividad de mi último ingreso (en parte, por la escasa actividad cognitiva que se da en las unidades de internamiento breve). No solo podías publicar, sino que la gente que lo leyera te podía comentar.  Por ello, me llevé alguna alegría que otra cuando me felicitaban por el texto que había escrito.

2.-Evolución de los textos
Los primeros textos estaban cargados de delirios y mi parte sana empezó a verlo. Fui variando la temática, y el realismo y la critica empezaron a abrirse paso: no es que escribiera sobre cosas reales, sino que el lenguaje empezó a fluir de manera más adecuada en mis escritos, lo que les concedía una mejor calidad y por tanto más felicitaciones. La parte sana ganaba el pulso a la enferma y cuando eso sucedía yo me sentía mejor y los que me rodeaban también.

3.- Experiencia del trabajo en grupo y resultados del taller del blog
Actividades como la pintura y la estimulación cognitiva, además del taller del blog, eran un recreo para mí, un espacio para la creatividad y la interacción con otros compañeros. Mas allá del cigarro y el café, estábamos compartiendo algo, ideas sobre un tema que comentábamos después de leer los textos, sentimientos y emociones que expresábamos muchos con dolor, con amor, con ilusión... en fin, compartíamos intimidades en un espacio propicio para ello, y eso (escribir) me hacía respirar, me abría las puertas de la jaula de mi mente, y aprendí que yo tenía la llave de esa jaula, y que podía abrirla siempre que quisiera, y allí, no existía la enfermedad.

4.-Después del ingreso
No todo aquello que había conseguido, por poco que parezca, acabó cuando me dieron el alta, el proyecto de Saltando Muros nació gracias a Esther Sanz, pero lo alimentamos todos con nuestros textos y comentarios, lo que me animó a seguir escribiendo e incluso a crear mi propio blog.
Esther fue la persona que me sugirió otras posibilidades o formas de ver la salud mental, me animó a que me empoderara, a que cogiera las riendas de mi vida y de mi trastorno, porque solo yo podía hacerlo.
El trastorno no es del psiquiatra o del psicólogo, yo soy el que lo sufro y por tanto soy yo el que toma las decisiones acerca de cómo afrontarlo, cómo tratarlo, y cómo recuperarme, contando eso sí con el APOYO del profesional que yo decida que me conviene, dentro de lo que hay.
Y eso fue lo que sucedió, pasé del rol del paciente pasivo, a un rol más activo en mi proceso de recuperación, pero creo que siempre es necesario que alguien te facilite el acercamiento a un conocimiento más amplio en salud mental.
Puede que algunos piensen que esto es un error: yo doy fe de que al mejorar el conocimiento de lo que es un trastorno mental, de lo que me ha sucedido, ha mejorado la adherencia a los tratamientos, "la conciencia de enfermedad" y el reconocimiento de mis síntomas. Porque no es lo mismo que te digan que tienes un trastorno mental a que te expliquen lo que es, no es lo mismo que te digan tómate esta pastilla, a que te digan qué es, cómo funciona y por qué creen que debes tomártela; porque con la ocultación de información al paciente por parte del profesional, ocurre lo mismo que con la ocultación de síntomas al profesional por parte del paciente: NADA.
Además, con todas las fuentes de las que dispongo, he creado mi propia manera de pensar acerca de lo que me ha sucedido, y como entre ustedes, los profesionales, los pacientes tenemos diferentes formas de pensar sobre los trastornos mentales graves. Esto, además de desestigmatizarme, ha fortalecido mi autoestima.
También me ha resultado positivo participar en charlas de tú a tú con profesionales. Además, creo que este tipo de acercamientos enriquece la psiquiatría y la salud mental en general. Quizás, lo más cómodo para el profesional y para el paciente es que este le diga que sí a todo al otro, pero no creo que sea lo más efectivo.

5.-¿Por que luchar?
¿Por qué luchar cuando lo más cómodo sería quedarme con mi pensión y pasarme el día tomando café y fumando cigarros? (que por otro lado es muy respetable). Por mi propia vida y porque me siento en deuda con aquellas personas que se han dejado la piel en mi recuperación (familia, amigos, profesionales).
Y es que hay personas que luchan por los derechos de los pacientes de salud mental, que luchan contra el estigma y que investigan, leen y se informan de los avances que día a día se producen, como Esther y como César. Y gracias a ellos, por despertarme esa inquietud, mi red social ahora es mucho más amplia. He conocido profesionales, usuarios y familias que me han aportado diferentes puntos de vista acerca de sus vivencias, y esto me ha enriquecido como persona.
¿Y cómo lucho? Colaborando con fundaciones como En pie, con un programa de radio que intenta acercar la verdad de los pacientes, de las familias y de los profesionales… y exponiéndome, por si algo de mi experiencia, por pequeño que sea, puede servir de ejemplo o de esperanza a otras personas que sufren un trastorno mental o a sus familias.

6.- Reflexiones finales
Para finalizar, me gustaría hacer una breve reflexión. Llevo poco tiempo en esto de dar charlas a profesionales, exponiendo mi experiencia y mi punto de vista.
En concreto, a lo largo de este congreso, y debido a las diferentes ponencias a las que he asistido, he llegado a una modesta conclusión.
Muchos de nosotros, y de ustedes, nos ponemos gafas a la hora de abordar asuntos como el de la Salud Mental. Nos atrincheramos en nuestras ideas y vemos la Salud Mental desde nuestra perspectiva. Muchos llevamos estas gafas porque creemos que son más modernas o más bonitas que las de otros compañeros, otros, porque creemos que lo que vemos con ellas es la verdad. Pero creo que posicionarnos en una determinada creencia no enriquece la Salud Mental. Todos, psicólogos, médicos, enfermeros, pacientes, biologicistas o no biologicistas, aportamos un grano de arena para que la sociedad en la que vivimos mejore este aspecto de la salud.
Por eso yo os invito a que os quitéis esas gafas y desde la desnudez del alma, sin DSM-IV, ni CIE10, ni libracos que condicionen el color del cristal de nuestras gafas, empecéis a ver a las personas con Trastorno Mental (y sé que muchos ya lo hacéis), con los matices o colores que tiene cada una y como lo que son, seres humanos con la misma capacidad de amar, de sufrir y de ser feliz que tienes tú y que tenemos todos. Muchas gracias.

Ponencia escrita por Enrique González Camacho para el XXV Congreso de Salud Mental de la AEN.

11 comentarios:

Rebeca dijo...

Enhorabuena por esta maravillosa ponencia! Me hubiera gustado estar allí.

pere dijo...

Mi más sincera felicitación Enrique, ¡ojalá tu ejemplo cunda entre los usuarios Salud Mental!

Tira los Muros dijo...

FELICIDADES, gran congreso el de la AEN...casi voy!! pero la crisis...Un abrazo

Hilari

Anónimo dijo...

felicidades hijo por tu valentia al exponerte en público y, también por tus ilusiones y esperanzas. de tu padre que te quiere.

Noe dijo...

Me parece precioso. Me emocionaste de nuevo!
un abrazo

Miguel dijo...

enhorabuena por la ponencia, una pena que los horarios de vuelos me impidieran oírla en directo.
Un saludo

Blog salud mental dijo...

Brutal lo que expones y cómo lo haces. Un abrazo grande Enrique. Tenemos que repetir esas largas charlas de esos días.
;)

César M.

Anónimo dijo...

¡Muchísimas felicidades, Enrique, por la labor que estas haciendo! Por el cómo y el porqué. Por hacerlo por ti y por los demás. Por aprender y enseñar.
Un abrazo.

Anónimo dijo...

Enrique te conoci cuando estuviste hospitalizado y me alegra verte así de bien, y que hayas conseguido el control de tu enfermedad, y que puedas convertirte en un ejemplo para otras personas que sufren o sufriran el mismo problema. Pero como ya te habras dado cuenta, no todos somos iguales, y por tanto otras personas que tienen el mismo problema seguramente no evolucionaran de la misma forma.
Creo que han conseguido lo mas difícil. Lo único que te deseo es que a partir de ahora, si no lo has hecho ya, vayas recuperando tu normalidad en el resto de las facetas de tu vida: trabajo...Eso será la constatación de tu recuperación completa.
Un saludo, y nuevamente felicidades

Anónimo dijo...

Creo que hay dos tipos de personas en este mundo del que hablas; aquellas que , como tú, intenta superar lo que les pasa y ayudar a los demás y otras que mantenemos un silencio que nos permite sobrevivir a todo esto, sin herir psicologicamente a nadie.

Aaron dijo...

Yo que tambien soy un paciente a veces me sorprendo de tanta tonteria que hay con el estigma, el cosiderar a la enfermedad ono mental como algo diferente aotras enfermedades cronicas, tengo tambien una diabetles importante me parece tonto, .que ganaria yo si mi diabetes grave que me puede matar no me dijeran que lo puede hacer y lo llamarancon un eufemismo, yo creo que la valentia es reconocer la enfermedad y no poner paños calientes.
Un saludo y hasta pronto.

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