La asertividad parte de la idea de que todo ser humano tiene ciertos derechos:
Derecho a ser tratado con respeto y dignidad.
En ocasiones, derecho a ser el primero.
Derecho a equivocarse y a hacerse responsable de sus propios errores.
Derecho a tener sus propios valores, opiniones y creencias.
Derecho a tener sus propias necesidades y que éstas sean tan importantes como las de los demás.
Derecho a experimentar y a expresar los propios sentimientos y emociones, haciéndose responsable de ellos.
Derecho a cambiar de opinión, idea o línea de acción.
Derecho a protestar cuando se es tratado de una manera injusta.
Derecho a cambiar lo que no nos es satisfactorio.
Derecho a detenerse y pensar antes de actuar.
Derecho a pedir lo que se quiere.
Derecho a ser independiente.
Derecho a superarse, aun superando a los demás. (Castanyer: 1996:48)
Derecho a que se le reconozca un trabajo bien hecho.
Derecho a decidir qué hacer con el propio cuerpo, tiempo y propiedades.
Derecho a hacer menos de lo que humanamente se es capaz de hacer.
Derecho a ignorar los consejos de los demás.
Derecho a rechazar peticiones sin sentirse culpable o egoísta.
Derecho a estar solo aun cuando otras personas deseen nuestra compañía.
Derecho a no justificarse ante los demás.
Derecho a decidir si uno quiere o no responsabilizarse de los problemas de otros.
Derecho a no anticiparse a las necesidades y deseos de los demás.
Derecho a no estar pendiente de la buena voluntad de los demás.
Derecho a elegir entre responder o no hacerlo.
Derecho a sentir y expresar el dolor.
Derecho a hablar sobre un problema con la persona implicada y, en los casos límite en los que los derechos de cada uno no estén del todo claros, llegar a un compromiso viable.
Derecho a no comportarse de forma asertiva o socialmente hábil.
Derecho a hacer cualquier cosa mientras no se violen los derechos de otra persona.
Derecho a tener derechos.
Derecho a renunciar o a hacer uso de estos derechos.
Publicado por César M. Estévez (Enfermero especialista en Salud Mental)
2 comentarios:
Felicidades por el blog me gusta mucho!
La asertividad es una herramienta que nos ayuda a relacionarnos mejor con los demás y con nosotros mismos. Y, aunque, interiorizar todos estos derechos y ser consecuente con ellos, es una tarea progresiva, larga y a veces, costosa, puede hacerse y merece la pena.
Al fin y al cabo, se trata de aprender a respetarnos a nosotros mismos por encima de todo, y a aceptar nuestras necesidades como legítimas, sin culpas ni remordimientos.
Interesante y útil post, César.
Y muchas gracias por esa felicitación anónima.
Esther.
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