domingo, 25 de agosto de 2013

Más de cien voces amigas quieren saltar el muro


La continuidad de Saltando Muros corre peligro. Este fue el mensaje que os transmitimos el pasado 16 de Julio, de una manera un tanto incompleta e imprecisa, hemos de reconocer.
A partir de esta fecha han sido muchas las muestras de apoyo que hemos recibido: correos electrónicos, mensajes a través de las redes sociales, largas conversaciones, pequeños guiños inesperados, llamadas telefónicas …, voces que no deseamos olvidar y a las que hemos decidido dedicar un espacio en nuestro blog.
Aquí os dejamos una recopilación de textos, los vuestros, y todo nuestro agradecimiento por tanto aliento y complicidad.
Os aseguramos que el día que toda esta historia comenzó no hubiésemos podido imaginar de ninguna de las maneras lo que estaba por venir.
Empezamos…
1- Miguel. Psiquiatra. Ibiza.
Hablar de la influencia de Saltando Muros me supera. Sería hablar de los proyectos de rehabilitación en salud mental por parte de un equipo pluridisciplinar integrándose en la comunidad a través de la red virtual y los medios de comunicación. Porque "eso" tan novedoso es el trabajo que realizaban.
Como ya he dicho "eso" me supera. Así que hablaré desde la experiencia personal, de lo que este blog ha significado para mí, porque fue uno de los blogs que comencé a leer, uno de los primeros de los que fui seguidor y que me impulsaron para invertir horas en escribir un blog propio e inspiraron en bastantes entradas .
Me abrió a la concepción de red virtual, de cómo el trabajo individual aunado con el de otros trabajos individuales, formando una comunidad que aparecía de manera natural, podía modificar algo mayor que el entorno cercano.
Las opiniones que he leído en Saltando Muros han modificado mi manera de ver diversas situaciones y me han acercado más a mis propios pacientes en situación de trastorno mental grave.
Los debates que se han iniciado han enriquecido mis planteamientos. Estaba demasiado acostumbrado a la conversación con los mismos psiquiatras de siempre, al polemizar desde la misma visión, al diferir de opinión "pero no demasiado" que si no es otra cosa de la que hablamos. El poder escuchar y ser oído por todos los implicados, -profesionales de otras formaciones, familiares, pacientes y ex-pacientes - ha sido una grata experiencia.
La lectura de las entradas escritas por los pacientes daba una información que a veces en consulta no podemos conseguir. Daba una visión no de la enfermedad mental, sino de las personas que padecen enfermedad mental. Daba un púlpito a los que siempre se les ha negado un púlpito. Para los que nos ganamos la vida intentando comprender y tratar el sufrimiento psíquico era una fuente de inspiración, información y formación.
No solo fue inspirador para mí, fue para mucha gente el primer acercamiento a una manera integradora de entender la enfermedad mental a través de la red.
A su alrededor hemos nacido y crecido muchos blogs, que enlazábamos comentarios, nos contestábamos, nos intercambiamos información que de otra manera era difícil de conseguir... para los profesionales que trabajamos algo aislados nos permitían tener conversaciones sobre temas que, antes de descubrir los blogs, posponíamos para los congresos.
Pero saltando muros no es solo el blog de saltando muros.
Hay personas involucradas. Los mismos con los que he entablado conversaciones en la red: familiares, profesionales, pacientes, ex-pacientes,... El blog es uno de los frutos de este árbol que -me dicen- van a arrancar de raíz o, al menos, a talar.
Saltando muros ha aparecido en prensa, radio y televisión y siempre con comentarios elogiosos. No se ha casado con ninguna corriente, ya que permitía hablar a todos; desde las metáforas en psicoterapia, al ejercicio y los omega-3, pasando por la neurobiología y la opinión de los pacientes.
Al escribir esto lo asocio, con lo que me cuentan los más viejos de la psiquiatría. Sucedió a inicios de la década de 1970 en España. Dentro de los muros de algunos psiquiátricos los psiquiatras, impregnados de las corrientes de la antipsiquiatría, comenzaron a reunirse con familiares, a realizar asambleas de pacientes, a decidir por votación... Había más democracia dentro de los manicomios que fuera. Así que la policía entró para instalar la normalidad patológica que había fuera. El tiempo dio la razón a los que estaban dentro de los muros.
Hay una pregunta que me suelo hacer cuando no entiendo algo para orientarme: ¿cui prodest?, es decir, ¿a quién beneficía?
El cierre de un blog ¿a quién beneficia?, ¿a los pacientes?, ¿a los profesionales?,¿a otros dispositivos?, ¿a los familiares?, ¿a los gerentes?....
Deseando que os permitan volver a escribir en vuestro muro, os mando mi admiración y respeto por el trabajo realizado; por haberlo iniciado, haberlo continuado y haberlo defendido.
2- Sonia. Educadora de menores protegidos. Tenerife.
Fundamentalmente Saltando Muros me parece una herramienta terapéutica eficaz y sin efectos secundarios. Además, considero que todo lo que aporta es positivo, no solo para las personas afectadas de trastorno mental, sino para familias, profesionales y por qué no, la sociedad en general. Trata de unos de los derechos humanos básicos ,el derecho a ser tratado dignamente, el derecho a ser persona. No veo nada en absoluto negativo en esto, ni razón para terminar con una iniciativa tan honesta, innovadora y productiva. Propuestas como estas contribuirían a conseguir una sociedad mejor.

martes, 16 de julio de 2013

Saltando Muros: ¿Punto y seguido? (primera parte)

Estimados lectores, antes que nada queríamos daros las gracias por hacer que este proyecto fuese realidad. Siempre tuvimos claro que erais vosotros los que hacíais esto posible. Sin ustedes nada hubiese tenido sentido.
Gracias. Gracias por seguirnos, gracias por estar ahí.

Este camino ha sido largo (algo más de 3 años y medio han pasado desde la primera entrada) y ha sido, además, un camino que durante mucho tiempo caminamos en soledad hasta que casi sin esperarlo, comenzamos a tener repercusión mediática además de en ciertos círculos profesionales, y observamos con asombro como nuestros seguidores y visitantes al blog crecían hasta situarnos en los primeros puestos entre los blogs de salud mental más leídos del mundo de habla hispana.

Hemos de reconocer que ha resultado muy duro y desalentador ver que este proyecto ha sido ninguneado y puesto en tela de juicio por personas de nuestro entorno más cercano, probablemente por desconocimiento y/o desconfianza, mientras que en algunos ámbitos externos se nos llegaba a llamar "reaccionarios" y se nos acusaba de estar haciéndole un lavado de cara a nuestras unidades. Siempre hemos luchado por ser fieles a nuestros principios y hemos huido de las posiciones extremas buscando constantemente, y por encima de todo, acercar a las personas afectadas por problemas de salud mental graves a la sociedad, ya que entendemos que es la mejor manera de luchar contra el estigma y los prejuicios que sufren y que tanto limitan sus derechos.


Ya decíamos en nuestros objetivos iniciales que:

...nuestro punto de partida es el pleno convencimiento de que las personas diagnosticadas de trastornos mentales graves tienen mucho que decir.
Así, consideramos que la creación de un blog desde dentro de la propia institución psiquiátrica y de salud mental podría abrirnos una ventana al exterior mediante la cual comunicarnos, conocernos y de esta forma ir eliminando los prejuicios e ideas preconcebidas que suelen recaer sobre los TMGs.
Pero, no solamente queremos escuchar al usuario de nuestros servicios, que sin duda será el principal protagonista de esta iniciativa, también podemos aportar nuestras ideas los profesionales que desarrollamos nuestro trabajo tanto en lel Área Externa de Salud Mental como en el resto de las unidades del Servicio de Salud Mental, sin olvidarnos de las familias, residentes y alumnos.
Entre todos podemos crear un espacio que informe y entretenga.

El principal objetivo de este proyecto es saltar ese muro invisible que nos separa de las personas diagnosticadas de un trastorno mental grave, escuchar su voz y que ellos también escuchen la nuestra.

Dichos objetivos curiosamente (como no podía ser de otra manera) entroncan directamente con las líneas estratégicas de acción que ya venía planteando la OMS en su área de Salud Mental y que recientemente ha reafirmado para su Plan de acción 2013-2020, en el que se subraya la importancia capital en la lucha contra el estigma y se hace hincapié en el empoderamiento y autonomía de las personas afectadas por problemas de Salud Mental.
Lo cierto es que tras diversas dificultades que hemos ido sorteando durante todo este tiempo, se nos han planteado nuevas dudas que modificarían la forma en la que actualmente gestionamos este blog, dado que al realizarse (en parte) con contenidos generados por usuarios de nuestras unidades de hospitalización podríamos incluso tener problemas en cuanto al uso de la imágen institucional así como de carácter administrativo y legal.
 
Es por todo ello que hemos decidido darnos un tiempo muerto y tras el verano ver si merece la pena retomar este proyecto desde un ámbito exclusivamente personal o si nos adaptamos a las "nuevas" circunstancias y damos por zanjado Saltando Muros.
 
Nos quedamos, como no puede ser de otra manera, con todo lo bueno (que ha sido mucho) que se ha conseguido gracias a este proyecto: Que compañeros que llevaban trabajando décadas en el campo de la salud mental te reconozcan que el blog les ha hecho ver a la persona que hay detrás de la etiqueta; o que familiares muestren su sorpresa ante capacidades que pensaban perdidas en su ser querido; o esos alumnos de instituto que señalaban que ahora tenían claro que las personas que padecen un trastorno mental no son peligrosos; o, sobre todo, que el afectado te diga que se siente orgulloso de lo que ha escrito...

Esto, al fin y al cabo, no es sino un proyecto muy chiquitito que ha intentado aportar su pequeño granito de arena en la lucha contra el estigma en Salud Mental. Paramos (por ahora) pero seguiremos trabajando en nuestro día a día, como muchísimos compañeros que de forma casi invisible  luchan para que otra forma de hacer sea posible.

"Mucha gente pequeña, en lugares pequeños, haciendo cosas pequeñas, puede cambiar el mundo." Eduardo Galeano.



César M. Estévez (Enfermero y coeditor del blog Saltando Muros)

lunes, 1 de julio de 2013

Empoderamiento: el individuo toma el control



Desde el Colegio Oficial de Psicólogos de Tenerife, Anastasio Pablo González Báez, psicólogo coordinador de la Comisión de Salud Mental y miembro de la Comisión Deontológica, nos remite este artículo publicado en el periódico El Día recientemente:

"En 2010 se publica “El empoderamiento del usuario de salud mental”, por parte de la Oficina Regional para Europa de la Organización Mundial de la Salud (OMS), y traducida para el Ministerio de Sanidad y Política Social. La OMS considera el empoderamiento como clave para la promoción de la salud. Se establece que “las personas deben ser empoderadas para promocionar su propia salud, para interactuar con los servicios sanitarios y participar activamente en la gestión de la enfermedad”. Y se considera este empoderamiento prioritario, según la Declaración para la Salud Mental para Europa, el Plan de Acción en Salud Mental para Europa y el Pacto Europeo para la Salud Mental y el Bienestar.

Se va pasando de un modelo en el que las necesidades son definidas por una institución (manicomio), a necesidades definidas por personal clínico (hospital psiquiátrico), a necesidades definidas por profesionales, con la participación de usuarios (atención comunitaria) y a las necesidades definidas por los propios usuarios, con el apoyo de los profesionales (empoderamiento).

Me he convertido en dueño de mi enfermedad y asumo la responsabilidad de lo que hago y no hago. No dejo que la enfermedad me controle… no es toda mi vida, ahora es solo parte de mi vida” (Brown, W y Kandirikirira, N., 2007). Esta cita puede resumir lo que se pretende con el empoderamiento. Se trata de un proceso personal y amplio, un proceso donde el individuo toma el control y la responsabilidad y en el que aparecen unas dimensiones: autoconfianza, participación en la toma de decisiones, dignidad y respeto, y pertenencia a una sociedad más plural.

A su vez hablamos de un empoderamiento individual en el que el sujeto debe tomar el control con el objetivo de alcanzar su autodeterminación y autonomía, y un empoderamiento de la comunidad en la que los esfuerzos de cada individuo harán que se desarrolle un sentimiento de pertenencia que pueda influir en la toma de decisiones.

Pero no se persigue únicamente una cura del trastorno, se trata de recuperar su lugar en la sociedad, asumir el control sobre la vida, apoyar a otros iguales como expertos en el trastorno y, en el proceso de recuperación, crear grupos de ayuda mutua para que el esfuerzo sea compartido y se dé la opción a otras personas de participar en el proceso.

Este proceso no es fácil. El usuario de los departamentos de Salud Mental se enfrenta a dificultades para llegar al establecimiento pleno del empoderamiento. Hay un arraigo en la sociedad y el sistema de tutelar a estos usuarios, haciéndolos dependientes. A lo que se debe añadir el autoestigma en el que el usuario se ve cómo alguien inútil e incapaz de llevar a cabo el cambio de forma autónoma por el mero hecho de padecer un trastorno mental. Llevar a cabo el empoderamiento implica, como ya se ha dicho, un proceso amplio. En primer lugar está el usuario y también debemos contar con la familia, a la que se debe educar en el cambio para no caer en la sobreprotección que se le da a estas personas. Después están los profesionales, a los que hay que formar adecuadamente para que formen parte del cambio de forma no directiva.

Debemos tener en cuenta, además, los modelos actuales, las políticas de inclusión social, la educación social para afrontar el cambio y la participación de personas no usuarias de Salud Mental en el proceso…

Al afectado hay que darle herramientas para que pueda luchar contra el estigma. En definitiva, se debe garantizar la protección de los derechos de estos usuarios, luchar contra el estigma y la discriminación; garantizar servicios a los ciudadanos de calidad, acceso a información y recursos, capacidad de influir en la toma de decisiones, y garantizar su organización para poder reclamar ante las instituciones.

Esta propuesta parece no coincidir con el modelo actual sobre salud mental en España, en general, y en Canarias en particular, según escribió en este periódico el profesor Rodríguez Pulido (9/01/2013): “…ausencia de un Plan de Salud, como instrumento para la ordenación, desarrollo y planificación de los recursos públicos de atención a las personas con enfermedad mental en Canarias”. Seguimos un modelo de atención comunitaria en la que se da la sobreprotección al usuario de salud mental, tendiendo a que la autonomía que se pretende sea artificial y no real, como implica el modelo del empoderamiento, ya que no contamos con la infraestructura material y personal necesaria.

Pero no todo está perdido. Desde Europa, países como Escocia, llevan varios años tomando políticas relacionadas con el empoderamiento, luchando contra el estigma (con caza estigmas), promoviendo la inserción y participación de la personas usuarias de Salud Mental, reduciendo gastos de dependencia generada por un modelo sobreprotector y cambiando el rol de estas personas para hacerlas útiles a la sociedad y, en definitiva, a ellas mismas, propiciando así el cambio real en la personas y en la sociedad en la que viven".

Texto escrito por Anastasio Pablo González Báez, psicólogo coordinador de la Comisión de Salud Mental y miembro de la Comisión Deontológica del Colegio Oficial de Psicólogos de Santa Cruz de Tenerife.

martes, 25 de junio de 2013

Practicando la Medicina Basada en la Evidencia: 51 estudios sobre fármacos antipsicóticos (Sesión clínica)

Nuestros compañeros de hospital y de la blogosferaJose Valdecasas y Amaia Vispe , han querido sumarse a nuestro ofrecimiento de usar este blog para colgar las sesiones clínicas que se realizan en el Servicio y nos han enviado este interesante y exhaustivo análisis que creemos será de gran interés para todos.
César M.

 



Practicando la Medicina Basada en la Evidencia: 51 estudios sobre fármacos antipsicóticos


Los profesionales sanitarios se enfrentan a muchos interrogantes acerca de los problemas que tratan y los remedios que se emplean para tratar dichos problemas. Concretando en el nivel psicofarmacológico, se precisa estar puntualmente informado de los estudios que van saliendo acerca de los diversos tratamientos disponibles, tanto antiguos como especialmente las innovaciones que nos van llegando a los profesionales y que prescribimos a los pacientes que atendemos. Es muy frecuente que, preocupados por cómo acceder a tan gran caudal de información, los médicos ven como una ayuda la relación con visitadores comerciales que facilitan de forma cómoda distintos artículos y trabajos en relación con los fármacos que sus empresas comercializan. Durante muchos años, recibimos a representantes comerciales de distintos laboratorios que traían la necesaria información.

Y por esta razón, entre otras, dejamos de recibir a los representantes de las empresas farmacéuticas. Porque su información es inevitablemente sesgada. Es decir, sin entrar en posibles manipulaciones estadísticas con frecuencia denunciadas, el sesgo más evidente es de selección: si una empresa encarga 5 estudios sobre el fármaco que quiere vender y 4 dan como resultado que no es eficaz o no es seguro y un quinto es positivo para el fármaco, está claro que el representante comercial sólo nos presentará el quinto. Y ni siquiera tendremos nada que reprocharle a él o a su empresa, porque su trabajo es vender el fármaco y punto. El problema radica, desde nuestro punto de vista, en la administración que permite todavía la existencia de la interacción profesional sanitario-representante comercial y, no nos olvidemos, de los profesionales que todavía participan de dicha interacción.

Ya la revista PLoS Medicine en un artículo que revisaba estudios acerca de las características de la prescripción de los médicos, recomendó directamente que los profesionales evitasen la exposición a la información suministrada por las compañías farmacéuticas, como pueden leer aquí.

La excusa habitual de que es difícil acceder a la información o de que ello lleva mucho tiempo es pobre. En primer lugar porque la visita médica no forma al profesional, sino que lo deforma mediante un sesgo de publicación y selección evidente y, en segundo lugar, porque es tremendamente fácil acceder hoy en día a información independiente y fiable.

Existen múltiples páginas oficiales en la red de acceso a servicios públicos de salud de comunidades autónomas, o de diferentes hospitales públicos, o boletines de otros organismos o, incluso, blogs y profesionales individuales o grupos que, a través de las redes sociales, facilitan de forma desinteresada acceso a artículos científicos recientes o antiguos que permiten disponer de una enorme cantidad de información en poco tiempo y de forma gratuita (al menos, a los resúmenes de muchos artículos, todavía muchas revistas requieren suscripción para acceder al contenido completo). Insistimos en que no se trata sólo de opiniones particulares de profesionales o pacientes que llenan la red, sino de acceso a artículos publicados por revisión interpares o bien resúmenes y comentarios a dichos artículos. A título de ejemplo, señalar que todos los artículos reseñados en esta sesión, se han obtenido sin necesidad de recurrir a ninguna empresa farmacéutica, de forma gratuita y sin excesivo gasto de tiempo.

Se nos ha dicho en ocasiones que ésta es una postura radical y que, entre la información habitual de los visitadores comerciales y la información independiente que nosotros recogemos, se haría preciso alcanzar un cierto término medio, una equidistancia.

Pero no estamos de acuerdo en absoluto.

Aristóteles ya señalaba que la virtud estaba en el término medio, pero nos da que extrapolar eso a nuestro caso demuestra (aparte de no haber leído bien a Aristóteles) que no se quiere renunciar a las ventajas de dicha interacción, o bien enfrentarse a los inconvenientes de una postura independiente. Por decirlo con un ejemplo sencillo: entre robar 1.000 millones de euros y no robar, la virtud no es robar 500. La virtud sería no robar nada y estaría claramente en ese extremo. A la hora de escoger entre información sesgada (y no me refiero sólo a la visita médica, sino a gran parte de las supuestas actividades formativas a las que se invita a los profesionales) e información independiente, nos parece que no debería haber duda para decantarse por la información libre de intereses comerciales. Y aprovechamos para recordar que declarar los conflictos de interés no los desactiva en absoluto. Una cosa es que se conozcan y otra que no influyan en quien los tiene.

También se lanza a veces la acusación de estar  en contra de los psicofármacos. Nada más absurdo. De hecho, en nuestra práctica cotidiana, usamos psicofármacos en muchos de nuestros pacientes y los consideramos de enorme utilidad en determinados casos. Pero, como profesionales sanitarios, necesitamos tener toda la información posible para valorar adecuadamente tanto la eficacia como la tolerancia y seguridad de los fármacos que prescribimos. Y, por ello, no podemos dejarnos adoctrinar y convencer por las empresas cuyo único interés, lógicamente, es la venta de su producto para aumentar sus beneficios, sino que debemos acceder a toda la información posible e incluso difundirla para que nuestros pacientes estén informados de las ventajas, pero también de los inconvenientes de los fármacos que les recomendamos tomar.

Y si surgen estudios que cuestionan la eficacia de algunos psicofármacos, o su seguridad, o que plantean que merezca o no la pena su coste en términos de resultados obtenidos, todo ello es información que necesitamos a la hora de hacer un adecuado balance riesgo-beneficio a la hora de cada prescripción concreta.

No es un debate simplista tipo psicofármacos sí - psicofármacos no, sino tal vez, dados muchos de los trabajos que veremos hoy, plantearnos si es preciso usar, por ejemplo, dosis tan altas como se emplean a veces, o tanta politerapia, o durante tanto tiempo como se mantienen los tratamientos que, además, con frecuencia se prescriben fuera de las indicaciones aprobadas en ficha técnica. Ante el dilema psicofármacos sí o no, defenderíamos que sí, pero en los casos precisos, a las dosis mínimas eficaces, en monoterapia siempre que sea posible, dentro de las indicaciones pertinentes y sólo por el tiempo necesario. E informando a nuestros pacientes de lo que toman y para qué, porque tienen tanto derecho como cualquiera a dicha información.

jueves, 20 de junio de 2013

Tú también lo puedes conseguir


                                                             El gatito de Teresa

"La vida es una presión constante en la que estamos sumergidos. A las personas  que padecemos algún tipo de trastorno de la afectividad, nos cuesta por diferentes motivos cogerle el ritmo a la vida. Normalmente ese ritmo es vertiginoso, pero hemos de subirnos al tren y no dejarlo escapar ni un solo día.
Frente a lo estigmatizados que estamos por la sociedad actual hemos de cogerle los cuernos al toro y capear este tipo de situaciones.
Nos afectan muchos factores (externos e internos), sin embargo, hay un buen “atajo” y es el siguiente:
Vivo desde hace 23 años con un chico que me ha demostrado estar a las duras y a las maduras, en la salud y en la enfermedad. Él es un chico sin ningún tipo de trastorno, una persona sana que recorre el camino de la vida a mi lado desde que me diagnosticaron la enfermedad. Él es el que hace que yo ponga voluntad y constancia día a  día.
Vivir al lado de mi pareja hace que me mantenga a la altura de las circunstancias: una persona que necesita de mi apoyo para llevar a buen término cada día que nos regala la vida. Es pues, un esfuerzo continuo sin desfallecer, venciendo todo tipo de obstáculos, todo agotamiento físico y psíquico.
Además de las tareas cotidianas como puede ser hacer la compra, la comida, recoger la casa, etc..., debemos realizar algún tipo de disciplina física, un ejercicio regular que, además de crear endorfinas para sentirnos mejor, nos mantiene pletóricos en cuanto a energía y vitalidad. Con esta energía que nos brinda el deporte podemos concluir el día con total normalidad.
Yo también realizo voluntariado altruista y cuido diariamente de un gatito que atropellaron. Estas dos labores hacen que además de lo anteriormente expuesto, me sienta plenamente feliz. 
Afronta la vida con optimismo porque TÚ TAMBIÉN LO PUEDES CONSEGUIR".  

Texto remitido por Teresa D.H.

lunes, 17 de junio de 2013

Experiencias personales en un grupo de empoderamiento en Tenerife




Enrique Glez. Camacho
¿Quiénes somos?
"Somos un grupo de empoderamiento, entendido como un proceso social y multidimensional que nos ayuda a tener el control de nuestra vida. El objetivo de este grupo es llevar a cabo acciones de lucha contra el estigma, sensibilización, etc..., mediante las diferentes propuestas que van surgiendo en las reuniones que desarrollamos en AFES cada semana. A pesar del poco tiempo que llevamos como grupo ya hemos realizado y proyectado acciones como tertulias de radio y charlas en institutos y colegios".
Mi experiencia personal
"Este grupo de empoderamiento, sin duda me ha dado grandes satisfacciones a pesar de su brevedad. He encontrado gente con la que puedo desarrollarme como persona en un ambiente no solo de trabajo, sino de risas y amistad. Los lazos poco a poco van cogiendo más fuerza y me llena de optimismo y cómo no, de poder, al tener un espacio de charla, de intercambio y de respeto con personas que sé también han sufrido mucho en sus vidas. Poco a poco vamos formándonos en lo a que nuestros derechos y deberes como personas tenemos y conociendo el mundo de la salud mental desde un ángulo mucho más enriquecedor, y desestigmatizante. Sin duda, esta iniciativa, que surge de nuestra compañera Patricia, quien hace de nexo entre nosotros y que nos motiva y alienta para que sigamos adelante, es altamente recomendable".

Y.S.M.
Para mí, las reuniones de empoderamiento me han aportado conocimientos acerca de la enfermedad y lo relacionado con ella. El haber recibido dicha información me ha ayudado a tomar mejor el control sobre las riendas de mi vida. Además, me ha servido para identificarme con otras personas que tienen mi enfermedad.
En el futuro espero poder desarrollar mejor mis capacidades con lo que compartimos en el grupo.

T.J.R.
"Cosas que aporta el grupo de empoderamiento:
- Fuerza para aceptar más mi problema.
- Pienso que es una especie de grupo donde defendemos la enfermedad hacia la sociedad así como siendo escuchados en la radio, y pensando nuevos objetivos como presentarnos en un instituto a dar una charla sobre el tema e informar y dar la cara por muchísimas personas que al igual que nosotros también la padecen.
- También quería decir que mis compañeros son muy buenas personas y además somos un grupo amistoso".

Jennifer Alegría
"Participar en el proceso de empoderamiento real de personas con algún problema de salud mental está siendo para mí muy motivante e ilusionante. Es un grupo del que me nutro en cada sesión, un grupo en el que se le pone voz a los derechos de las personas con enfermedad mental, en el que se visibilizan las necesidades individuales y se van construyendo proyectos comunes contra el estigma y para sensibilización de la sociedad. Agradezco mucho al grupo la invitación y la acogida desde el primer momento y animo a otras personas a participar".

Anónimo
"A mí me ha aportado tener más conocimiento sobre la enfermedad y conocer a otras personas que han sufrido también algún trastorno mental, conociendo algunos de sus problemas o preocupaciones que han pasado. Esto me ha ayudado a llevar mejor mi vida". 

Texto remitido por el grupo de empoderamiento de la Asociación Canaria de familiares y personas con enfermedad mental (AFES).

lunes, 10 de junio de 2013

VIVENCIAS DURANTE MI PASO POR LOS DISPOSITIVOS DE REHABILITACIÓN PSICOSOCIAL



De todo, quedaron tres cosas: la certeza de que estaba siempre comenzando, la certeza de que había que seguir y la certeza de que sería interrumpido antes de terminar. Hacer de la interrupción un camino nuevo, hacer de la caída, un paso de danza, del miedo, una escalera, del sueño, un puente, de la búsqueda...un encuentro.
Fernando Pessoa

Gracias a las personas que he encontrado durante mi paso por los dispositivos de rehabilitación psicosocial he podido conocer más a fondo la experiencia psicótica y la devastación que puede llegar a producir; también he podido conocer el acompañamiento útil que los profesionales podemos ofrecerles durante la recuperación.  
El trabajo se basa en las necesidades y el sistema de valores reconocidos por el paciente y, es a partir de éstos desde dónde se van planteando los objetivos. El terapeuta trata de acompasar, de sintonizarse con el otro y desde ahí, invita al movimiento hacia adelante, a probar nuevas formas de continuar con la vida,  sin dejar de estar en horizontal, al lado de un igual. El camino hacia la recuperación es un proceso ÚNICO E IRREPETIBLE, cada persona puede aventurarse a descubrir el suyo.
Ha sido vital observar e ir interiorizando un estilo terapéutico basado en la coconstrucción de un vínculo basado en la CONFIANZA. Esto es especialmente delicado cuando trabajamos con personas que han vivido una crisis psicótica, ya que la propia ruptura personal dificulta su capacidad para conectarse con el otro.
Muchas veces los profesionales creemos que, por el hecho de serlo y ocupar un rol laboral, tenemos derecho a que los pacientes respondan a nuestras preguntas y agarren la mano que les ofrecemos; esta falta de humildad impide la relación y por tanto cualquier tipo de “cura”.
Al principio sólo somos extraños, incluso invasores de un espacio personal que además, encierra un gran dolor, debemos de ser conscientes de cómo nos percibe el otro y poco a poco ir intentando sincronizarnos, para poder APRENDER DE ÉL y con él. ESTAMOS A SU SERVICIO y no al revés. Debemos cuidarnos de nuestro ego, centrarnos en el otro, y por supuesto superar la dañina lucha de egos que con frecuencia  se da entre profesionales.
Poco a poco mediante el aprendizaje en la residencia y otras áreas de mi vida, voy siendo consciente y trabajando mi capacidad para vincularme, para desarrollar una ACTITUD EMPÁTICA, RESPETUOSA, CÁLIDA, DE ACEPTACIÓN INCONDICIONAL Y AUTENTICIDAD, creo que este desvelamiento no acabará nunca, hoy puedo decir que continúo con ganas y hacia adelante. Es curioso que estas actitudes parezcan simples y obvias y a la vez infinitas y complejas.

Nuestra mirada como terapeutas, ha de ser una mirada respetuosa y AMPLIA a los seres humanos en su complejidad, que permita hacer visibles fortalezas psicológicas, cualidades y capacidades en los sujetos objeto de nuestra atención, en sus familias, y en las personas identificadas como importantes o significativas por y para ellos. Cuando ajustamos y  enlazamos diversos procedimientos como un medio para conectar con intereses significativos, estamos propiciando sensaciones de competencia, protagonismo y autoría, que pueden ser optimizadas en el proceso de acompañamiento hacia contextos naturales. Y desde una distancia que favorece el aprendizaje proximal, propiciamos que las experiencias vividas puedan ser puestas en palabras, y sean interiorizadas como experiencias personales y positivas de éxito. Esta forma de proceder, a través de diversos espacios y contextos, facilita que el encuentro con uno mismo pueda vivenciarse como una realidad.

Con frecuencia decimos que la psicosis es una ruptura con la realidad, con el mundo exterior, un alejamiento de los significados compartidos y una regresión donde los significantes se separan de la esencia de las cosas. Con lo experimentado hasta aquí, me doy cuenta de que lo que en realidad se pierde es el contacto con la SINCERIDAD hacia uno mismo; los propios pacientes reconocen que sus experiencias vitales son más dolorosas que su realidad psicótica.

Me doy cuenta de que todo influye, he aprendido a analizar detalles que en otras ocasiones podrían pasar inadvertidos, también a enfocar la atención en poder de lo no verbal y utilizarlo. El terapeuta utiliza un estilo de comunicación que le permite transmitir al paciente su convicción de que es capaz de alcanzar, gracias a su esfuerzo y habilidades, los objetivos que él mismo ha elegido. De esta forma se les ayuda a asumir la RESPONSABILIDAD de sus propias vidas, dejándoles claro que solamente recibirán ayuda cuando realmente quieren conseguir algo implicándose desde una posición proactiva, pero no recibirán ayuda cuando prefieran acomodarse de forma rentista, ya que son ellos los que deciden las metas y la posición que adoptan en su vida.
La intervención no se centra tanto en analizar el contenido de los delirios y las alucinaciones, ni las experiencias traumáticas vividas, sino que se centra en sus potencialidades, sus fortalezas, su parte más sana. Sólo en la medida en que van mejorando se pueden ir abordando los síntomas de la enfermedad y las experiencias negativas, siempre que se considere que esto pueda ser útil para su recuperación. Señalo la importancia del trabajo con las experiencias infantiles, éstas son claves; aunque no son la única clave.
Otra característica importante de este tipo de intervención es que se procura incorporar en todo momento contenidos que se conecten con sus intereses, sus gustos, de forma coherente con su psicobiografía. Se trata de intervenir sin que parezca que estamos interviniendo, de forma que, mediante modelado y aprendizaje vicario, puedan ir incorporando a su repertorio diversas habilidades de un modo más ecológico. Este tipo de intervención transversal es especialmente eficaz en este tipo de pacientes, ya que el aprendizaje más implícito apenas está afectado.
Observar y participar de este tipo de intervenciones me ha revelado una nueva forma de trabajar que considero muy útil; podemos trabajar con cualquier suceso presente, implementando en la vida cotidiana la co-construcción de una identidad más sana y coherente. Es importante ocuparnos de TODO lo que implica la vida, desde lo que aparenta ser más superficial, hasta lo más profundo. Me recuerda a una especie de la microcirugía, debemos ser cuidadosos, consientes de lo que procuramos, concienzudos y escrupulosos en las palabras y los movimientos y por supuesto reconozco que todo esto es posible si el terapeuta confía en la recuperación, en el otro y en sí mismo.
Las vivencias en el ámbito de la recuperación del TMG me han ayudado a tomar conciencia de cómo puedo utilizarme a mi misma y a los equipos de trabajo como instrumentos respetuosos favorecedores de experiencias positivas y así sanar y sanarnos. Me gustaría comentar la importancia del análisis de la contratransferencia, tuve una experiencia que quizás estaba bloqueando el trabajo con un usuario del centro. Se trataba de un varón de 39 años en silla de ruedas por tener una paraplejía consecuencia de un intento de suicidio; esta situación me generaba sentimientos de pena y en parte compadecimiento.  Al través del darme cuenta de mis sentimientos pude elaborar que era una manera de infravalorarlo, y que esto podía limitar su desarrollo, trabajé en la dirección de verlo como una persona capaz, responsable de su vida y de su bienestar.
Las intervenciones familiares son fundamentales para conseguir una recuperación real. Cada cierto tiempo se citan a las familias para que acudan al centro. Con algunas familias trabajamos la sobreprotección, con otras apoyábamos la adaptación a la realidad de la convivencia con una persona en el proceso de recuperación. También son una importante fuente de información para confrontar a los pacientes. En múltiples ocasiones se trabajaban aspectos emocionales y comunicacionales.
Las intervenciones que se promueven son UN MEDIO para que el usuario alcance el éxito y no un fin en sí mismas, por  lo que se van introduciendo, combinando y ajustando con intensidad variable en el momento terapéutico oportuno. Por ello es necesario que los profesionales seamos flexibles, ricos y creativos en habilidades terapéuticas que se adapten a las personas.

Uno de los aprendizajes que me llevo de esta experiencia, es la necesidad y la utilidad de dar información; descubro su función contenedora. En repetidas ocasiones he percibido que el informar con claridad y seguridad significaba para las personas como una especie de puente sobre el que eran capaces de atreverse a seguir caminando.

Otra de las ideas recibidas es que; es al ir contando historias sobre nosotros mismos cómo vamos creando un sentido de quienes somos, ordenamos lo que nos pasa y podemos ir integrando muestras  experiencias, y así podemos insertar nuestra experiencia en un marco cultural compartido. Es característico de las personas con trastorno mental grave el alejamiento parcial de la realidad compartida, por ello se hace necesario trabajar con las gafas del enfoque constructivista y en concreto con técnicas narrativas  que nos puedan acercar.

                Otro de los aprendizajes que me gustaría destacar es la relación entre la salud y EL TENER EN CUENTA AL OTRO. Considero que ésta orientación hacia los demás nos habla de recuperación, muchos de los usuarios se proponían participar en actividades de voluntariado y  se mostraban agradecidos; pude observar que estas conductas se relacionaban con mejoría subjetivas y satisfacción vital. Por ello también puede ser utilizada como herramienta terapéutica. Según León Tolstoi “el que ayuda a los demás, se ayuda a sí mismo”. Personalmente me gustaría agradecer la presencia y la influencia de todas las personas con las que me he cruzado durante esta rotación, he aprendido mucho y ha sido maravilloso encontrar un escenario donde el trabajo se hace desde la autenticidad del corazón… ¡GRACIAS!

Desde hace mucho tiempo he creído que la confianza o la creencia en algo (aunque a veces puede ser inconsciente o no coincidir con la conducta explícita) es el mejor índice para pronosticar lo que sucederá; más tarde conocí que a esto lo llamaban “profecía autocumplida” y que en el caso de la recuperación de las personas con TMG sabemos que el mejor predictor del grado de recuperación de una persona es la esperanza o expectativas positivas del equipo que trabaja con él. En esta rotación he experimentado esta realidad y es más, hemos trabajado en ella tanto con los usuarios y su entorno, como con los propios profesionales.

Considero que es importante que nos preguntemos con sinceridad  ¿Qué es la esperanza para mí?, ¿Creo en la recuperación?,  ¿Qué significa estar recuperado?, ¿Creo que transmito esperanza en mi quehacer diario?... ¿hasta dónde creo puede llegar una persona?... mejor hablar de hasta dónde yo puedo llegar, no cortemos las alas del otro porque aún nosotros nos limitamos. He reflexionado y sigo reflexionando sobre estas cuestiones, aconsejo ver y reflexionar con el siguiente vídeo (http://www.youtube.com/watch?feature=player_embedded&v=w-sVl1hNxuY).

Creo que no sólo debemos tener esperanza, también debemos saber que todo lo que nos pasa en la vida puede ser redefinido como una OPORTUNIDAD PARA EL APRENDIZAJE Y EL CRECIMIENTO, tal y como dice Ciompi: La descompensación psicótica aguda es una grave crisis del desarrollo que puede conducir al fracaso existencial o construirse como una ocasión de maduración y cambio.” La crisis es una oportunidad para CONTINUAR con la vida, no debe significar un comienzo, debemos trabajar para integrarla en la psicobiografía de la persona. Hilar el concierto de causalidades que se suceden y nos colocan en un presente capaz de abrirnos a la abundancia.

Tras esta rotación refuerzo el enfoque centrado en las fortalezas, en la valoración de la parte sana, en el trabajo “microscópico”, concienzudo y diario; en el trabajo que se dirige a la coconstrucción de un sentido vital, coherente e integrado con su propio sistema de valores; en la terapia centrada en el aquí y ahora que crea los contextos y experiencias que favorecen el desarrollo de lo que la persona ya tiene dentro de sí misma: su libertad y responsabilidad de VIVIR su VIDA, su propio proyecto.  Como dice Galileo Galilei: “No se puede enseñar nada a un hombre, solo se le puede ayudar a encontrar la respuesta dentro de sí mismo”

Por otro lado, mi experiencia en el contexto de la terapia grupal con personas diagnosticadas de un TMG es muy positiva, las personas lo vivencian como un espacio abierto, se co-construye como un espacio de  seguridad, confianza, socialización, escucha y acompañamiento. Se pretende la expresión personal de cada persona a través de la palabra, he podido aprender la importancia de conectar los hechos con las emociones para que la expresión de los pacientes sea más profunda y auténtica y así estimular el autoconocimiento. Creo que el autoconocimiento, o al llamado “darse cuenta” es una de las principales llaves del cambio personal, es especialmente enriquecedor el fenómeno de espejo que en un grupo puede darse. Se fomenta el autocontrol y el respeto del otro; consecuencia inevitable de la mejoría; especialmente en los pacientes con TMG que frecuentemente se repliegan en sí mismos. Es necesario salir del egocentrismo perceptivo y ver otros puntos de vista.

En el desarrollo de esta actividad he logrado sentirme cómoda y segura, manteniendo una actitud de acompañante, evitando los prejuicios y sin ideas preconcebidas sobre cómo “tiene que” salir el grupo o sobre el material que “tiene que” ser abordado durante el mismo. La curiosidad y el respeto por las personas que acuden a él me ha ayudado a abrirme y entusiasmarme con este tipo de trabajo. Ha sido importante fijarme en el proceso que se haya detrás del contenido que los participantes pueden explicitar, ya que trabajando de ese modo las personas pueden conectar con sus verdaderas necesidades y casi como si de magia se tratara, el grupo se une y la identificación de unos con otros se potencia, lo cual hace más fuerte y potente el espacio grupal.

Con la experiencia uno se da cuenta de la estigmatización que viven las familias; considero que muchas de las culpas que sienten pueden estar relacionadas con conceptualizaciones psiquiátricas; desde las “madres esquizofrenógenas” que nombraba Fromm-Reichman, hasta la “emoción expresada”  enunciada por los sistémicos, en parte encierran a las familias en sentimientos de culpabilidad y reproches que los profesionales debemos trabajar. En mi experiencia profesional descubro que otra de las llaves del cambio, junto con el autoconocimiento, es el trabajo con los otros significativos; sobre todo cuánto más grave es la psicopatología. 

Creo que los profesionales deberíamos vivir con autenticidad nuestra profesión y sentir las injusticias del sistema como un agravio hacia nuestra labor; por lo tanto es nuestra misión condenar y cambiar este sistema enfermo, esta sociedad enferma. Durante mi rotación no ha sido agradable percibir actitudes discriminatorias, ofensivas y poco profesionales hacia los pacientes. Es frecuente la utilización de un lenguaje y un formato de relación que nos aleja de la auténtica relación, que nos aleja de la curación; claro que también nos aleja del dolor del otro y es por eso que quizás en algunos espacios supuestamente sanadores, en los que el sufrimiento se puede respirar, y donde las realidades de las historias de vida de los ingresados superan con creces las películas de terror, aún hoy por hoy los residentes que por allí pasamos, percibamos que aún queda mucho por andar. Continúa habiendo un abismo entre el modelo que se procura, que está en la boca de todos y la asistencia real que se ofrece, además quizás esta contradicción, o “doble vínculo” como diría Beateson sea aún más perjudicial.
Por todo ello creo que nuestro trabajo, nuestra responsabilidad, es continuar denunciando, reflexionando y sembrando con autenticidad el modelo de recuperación.
En cuanto a mi experiencia con el Equipo Comunitario Asertivo, quiero decir que es un placer encontrar recursos de carácter fresco y cercano, que transmiten esperanza y fe en la recuperación, donde la mayoría de los profesionales se muestran cercanos a los usuarios, se trabaja en equipo, con la conciencia de la necesidad de formación continuada,  donde se destaca la importancia del vínculo en la curación y la puesta en práctica de los valores humanistas de aceptación incondicional, empatía, autenticidad y respeto por el otro.

Para concluir cito las palabras de Shepherd et al., 2008,  que definen el trabajo del ámbito de la recuperación de las personas que conocen el sufrimiento mental grave: “En la base de la  recuperación reside un conjunto de valores sobre el derecho de un  persona a construir por sí misma una vida con sentido, con o sin la continua presencia de los síntomas de una enfermedad mental. La recuperación se basa en los conceptos de autodeterminación y autocontrol. Enfatiza la importancia de la `esperanza´ para mantener la motivación y apoyar las expectativas de una vida individual plena” .

Texto escrito por Diana Pastor Cifuentes (Residente de Psicología Clínica)

miércoles, 5 de junio de 2013

El Proyecto Zorba

El proyecto “Zorba”, presentado por la asociación “Sumak Kawsay: Vivir en Plenitud, en Naturaleza y Comunidad”, ofrece un servicio de Horticultura Social y Terapéutica, siendo su principal objetivo el empoderamiento de sus usuarios.
La Horticultura Social y Terapéutica, poco conocida en España, es una modalidad, incluida dentro de un grupo de modalidades terapéuticas con base en la naturaleza, que se define como “el proceso mediante el cual los individuos pueden desarrollar un estado de bienestar usando plantas y la horticultura”. En la actualidad es utilizada con éxito en países como Reino Unido, Estados Unidos o Canadá, donde tiene un amplio reconocimiento y apoyo.  
Como lo avalan diversos estudios y experiencias, ésta es ideal para cualquier persona de cualquier edad y condición. Además se ha demostrado que su uso con personas con algún tipo de discapacidad y/o en riesgo de exclusión social es efectivo y económicamente rentable para su recuperación, empoderamiento y mejora de su calidad de vida. Asimismo promueve la inclusión social y aporta experiencias útiles para la inserción laboral.

Con su puesta en marcha se pretende cubrir una necesidad creciente, ofreciendo un servicio innovador y de calidad, de promoción de la salud mental, del bienestar y la calidad de vida. Se presenta con un enfoque positivo de la salud, integral y multidisciplinario.  
Va dirigido a cualquier persona, de edad comprendida entre los 18 y los 65 años, que desee potenciar sus capacidades y habilidades, y considere que el programa le podría aportar un mayor estado de bienestar y de integración en la comunidad.
Finca Sonora, donde se llevará a cabo el programa, es un entorno natural y de comunidad ideal. Presenta la infraestructura y recursos adecuados, además de espacio suficiente para seguir creciendo. La finca se localiza en el municipio de Candelaria. Es una finca de fácil acceso, a pocos kilómetros por encima de la autopista, en dirección Araya. Además, es posible acceder a ella con transporte público. En concreto con la línea 123 de TITSA, y con el servicio de taxi compartido del municipio, línea 3.
Si te gustaría participar en el programa o quisieras más información puedes contactar con nosotros llamando al:
922253657  /  636042664  para información referente al programa terapéutico, o al 619098893 para información referente a la finca
También a través de correo electrónico a la dirección
proyectozorba@gmail.com
Blog: http://proyectozorba.blogspot.com.es/

miércoles, 29 de mayo de 2013

El uso de metáforas en psicoterapia. (Sesión Clínica)

Recientemente hemos propuesto a nuestros compañeros del Servicio la posibilidad de ir colgando las sesiones que desarrollan además de invitarles a participar, de la manera que estimen, en este blog.
La idea es la de  ir ampliando la participación en el blog de otros profesionales de nuestro entorno, además de tener un espacio para compartir públicamente las sesiones clínicas de nuestro servicio.
Dado que nuestro blog  gira entorno a la salud mental (concretamente se centra en la lucha contra el estigma, pero no está limitado a esta temática), creemos que encajarían prácticamente todas las sesiones clínicas.

Nuestra compañera Laura Ruiz Quintanal (Psicóloga Clínica) nos ha remitido la primera. Una interesante sesión sobre "El uso de metáforas en Psicoterapia" y una introducción al enfoque narrativo y la técnica de la externalización:



Posted by César M. Estévez

domingo, 26 de mayo de 2013

El café de los Vinos

Nuevamente nuestro compañero Nico Florido ha querido compartir con nosotros sus experiencias en la USMC de Icod de los Vinos (localidad del Norte de Tenerife). En esta ocasión nos relata su experiencia en un programa que podríamos denominar de integración comunitaria que ha iniciado recientemente.

Tal y como él mismo me describía...
- esta actividad, bajo el epígrafe "El Café de los Vinos", la iniciamos en Mayo de 2013 en esta USMC como una actividad semanal, encaminada a abrir una nueva vía de atención a un grupo concreto de personas a las que tratamos desde hace años: personas con patología psicótica crónica activa, a las que los abordajes tradicionales no acaban de ayudar a mejorar, manteniendo alteraciones sensoperceptivas y del pensamiento con repercusión afectivo-conductual de manera habitual, aislamiento social marcado y deterioro cognitivo progresivo a pesar de la utilización de las distintas alternativas terapéuticas de las que disponemos actualmente.
De esta realidad descrita nace esta iniciativa. El objetivo es explorar otras vías de atención que mejoren la calidad de vida, las habilidades sociales y cognitivas y en definitiva la denominada rehabilitación psicosocial de estas personas. Para ello, entendemos que es posible aprovechar la ya establecida relación terapéutica que mantenemos desde hace años desde la USMC. Debemos acercarnos a su entorno comunitario y trabajar estas habilidades desde lo cotidiano y trivial hasta ir paso a paso facilitando que mejoren su día a día.

- ¿A qué personas va dirigida esta actividad?

Está enfocada a la atención de casos de patología mental grave con evolución tórpida y sintomatología psicótica activa e invalidante. Personas que a pesar de múltiples cambios de tratamiento farmacológico, derivaciones a recursos de rehabilitación psicosocial (T.Ocupacionales, CRPS, ECA…) y otros abordajes terapéuticos no conseguimos que mejoren su calidad de vida.

- ¿Qué profesional interviene en la actividad?

Esta iniciativa propuesta por enfermería al equipo de la USMC, será llevada a cabo en primera persona por el Enfermero Especialista en S.M. de la unidad en coordinación con el resto del equipo, sin que esto excluya la intervención activa de cualquier otro miembro.

- ¿En qué consiste?

Se trata de reunir un grupo de 3 ó 4 personas con el perfil definido anteriormente. Y, como habíamos comentado, aprovechar la relación terapéutica que mantienen con nosotros para realizar actividades cotidianas como: salir de casa a tomar un café en los alrededores, compartir con otras personas esta actividad, que inicien relaciones sociales de esta manera, que visiten zonas de su entorno a las que hace años que no acuden por su aislamiento y por su clínica activa, que propongan actividades de su interés, fomentar que en un futuro realicen actividades similares con su familia o por iniciativa propia. Las actividades se adecuarán al grupo en cuestión y deben ser dinámicas, teniendo en cuenta que son sólo un marco para contribuir a mejorar la calidad de vida de estas personas. La evolución propia de cada grupo establecerá la posibilidad de introducir otras actividades de ocio relacionadas con el ejercicio físico y actividades al aire libre.

- ¿Cuándo y cómo?

Inicialmente estableceremos 1 ó 2 días semanales para esta actividad, con una duración aproximada de 2 horas c/día. Nos acercaremos a los domicilios en principio para posteriormente establecer lugares de encuentro que fomenten la independencia y el vínculo de las personas con la actividad. Será preceptivo explicar a la persona y a su familia la actividad y sus objetivos y que éstos acepten participar en ella.

Esta actividad ya ha empezado a caminar y Nico nos relata cómo se está desarrollando la experiencia:


La última campana del mediodía toca a mi paso por la Plaza de la Pila. Este tramo empedrado de la ciudad del Drago me lleva directo a casa de Rafa. Me espera en el quicio de la puerta, sentado, como siempre. Adivino en su semblante, que hoy está abotargado. Sorprende su vestimenta, exageradamente abrigada para el día de solajero que nos acompaña. Rafa empuja su cuerpo hacia mi coche y aquel le sigue con ligera torpeza. A pesar de sus ganas de estar “in”, su todo, hoy, está “out”. Por un momento temo que sea la angustia psicótica habitual, debida a la maquinaria productiva inagotable que parece sostener sobre los hombros. Pero, tras un intercambio de frases sueltas observo una diáfana atadura química en el aura de mi copiloto. Bajamos calle del Amparo abajo por la pronunciada pendiente. Pendiente, que meses atrás calibró con precisión matemática el propio Rafa en su rostro. Tras un pase de balón al pie en medio de la calle, la gravedad lo catapultó de bruces contra el suelo. Él aún lo recuerda con una risilla entre vergonzosa y erosiva. Yo reflexiono con la idea de que si ya es difícil golpear un balón en una calle con un desnivel del 15%, hacerlo encima con el tratamiento neuroléptico en las piernas se convierte en un deporte de riesgo.

Llegamos a la encrucijada del Downtown icodense, donde la calle San Agustín, cual 5ª avenida neoyorquina, desemboca a los pies del ayuntamiento, dejando al sur la calle San Sebastián. Continuamos dirección noroeste, recorriendo Key Muñóz. A estas alturas, la latencia de respuesta de Rafa confirma que sus andares hoy son a cámara lenta. Mantiene una batalla, en franca desventaja, por permanecer alerta y resultar buen interlocutor. Pero cada cierto tiempo, los párpados vencen irremediablemente su voluntad, y permanece unos segundos adormecido. El bullicio del Calvario lo rescata de una de sus minisiestas. Y, como el Rey cuando se duerme en el desfile de las fuerzas armadas, quiere aparentar total atención a lo que ocurre a su alrededor.
Atravesamos el barrio de La Centinela, para bajar el Camino Real, donde con impaciencia y curiosa predisposición nos espera Carlitos. Su habitual discurso atropellado y farfullante, repleto de interpretaciones paranoides y autorreferenciales de difícil seguimiento, se torna, desde el principio, en un entusiasta relato del itinerario. Con minuciosa claridad, nomina cada barrio que pasamos, decorando con anécdotas de juventud y travesuras varias su locución. El Carlitos retraído, distante, semimutista y visiblemente tenso en la relación con otras personas que conocía, nos regala una arista cordial, comunicativa, afable y hasta divertida que nos impacta a modo de sorpresa.
Bajando hacia San Marcos nos detenemos un segundo en casa de Lolo y Paco para invitarlos a sumarse al café costero, pero declinan la propuesta. La próxima quizá.


Por fin se avista San Marcos, su muelle, su acantilado, sus pequeños locales junto a la playa y su remanso de paz entre olas que arrastran al que no conoce el baño de norte. La tertulia, sentados a pie del muelle, es el rato con el que me quedo. En ella, Carlitos se suelta aún más, se le ve cómodo. Impresiona su comentario de que hace unos 20 años que no bajaba a la playa de San Marcos. Impresiona mucho más la frescura con la que cuenta episodios pasados en este escenario. Diría que son de ayer mismo. Hace hincapié en su condición pasada de buen nadador. Por otro lado, Rafa, más pescador que nadador y que, en comparación con Carlitos, habitualmente es ameno, empático y mantiene un contacto más fluido con la gente en la calle, hoy está absolutamente atado farmacológicamente. Intenta soltarse cuando reiteradamente le pregunto si se encuentra bien. Creo que es uno de esos días en los que los titulares son del tipo:
“…es que no puedo levantarme… me encuentro aturdido… me olvido lo que me dicen… me cuesta atender…no tengo fuerzas, estoy flojo…”. Pero, a duras penas consigue seguir la conversación.
Buen rato para todos, nos hemos vestido de diario para tomar un café y ver el mar. Hasta ahora cada encuentro requería ropa de domingo de misa, y, esto a veces condiciona y limita. Coño, 20 años sin ver la playa de tu pueblo, ¡qué fuerte!


Nico Florido Medina (Enfermero especialista de Salud Mental)

martes, 21 de mayo de 2013

¿Cómo me siento tratado por los profesionales de Salud Mental?






CHRIS.
En el pasado me he sentido mal tratado por un psiquiatra que chilla a las personas, no soy yo el único caso puesto que conozco otros casos, pacientes a los que también ha chillado. 
Mi ingreso aquí en esta unidad ha sido perfecto, me gustaría hablar de otros temas más con la psicóloga o el psiquiatra, pero parece que todo el mundo se hace el sueco... la relación con el personal es buena, los auxiliares y los enfermeros son todos buenas personas, profesionales que velan por nuestra recuperación. 
Se me está haciendo un poco raro este ingreso ya que me siento en peligro, cosa que el psiquiatra afirma que es parte de mi enfermedad.

IHS 
Los enfermeros nos tratan como si fuéramos niños y nos miman, aunque también nos ponen una disciplina como por ejemplo hacer la cama, que yo en mi casa no hacía, me levantaba cuando quería y tenía todos los días una especie de vagabundeo por Tejina. Aquí te tienen siempre la cabeza ocupada en algo. El psiquiatra te pone una medicación y en Tac. y en el Centro de Salud que yo iba el psiquiatra no te explicaba nada de la enfermedad. En este último ingreso me ha ido bien, ya estoy casi curado, es como si mi cabeza fuera una casa vacía y hubiera que amueblarla siempre con ideas.

JUL. FRAN.
Pues en general bien con todos excepto con algunos auxiliares que me tratan duramente y creo que esto lo paso por alto y mucho mejor.

YESS.
Me siento tratada muy bien pero me da miedo irme a mi casa.

J. MANUEL 
Del Hospital La Candelaria hasta aquí donde estoy USA puedo decir que en subagudos control de enfermería  no lo entiendo, pero ¿qué? nada, los horarios me refiero al cambio de horas y el trato de algunos auxiliares y enfermeros. Por lo demás, perfectamente, siguiendo el tratamiento y los talleres. Cuando salga de alta no lo tengo claro si sigo “la medicación bien”. Lo único que no entiendo es el sistema que llevan las farmacias. A mí me parece que los medicamentos a seguir no son igual en todos. “Aquí estamos para algo”.

MANUEL M.
Los enfermeros me tratan bien en todos los sentidos, todos me tratan bien. A los profesionales de mi enfermedad y trabajadores sociales los trato con todo el respeto que se merecen.

NOE.
Los profesionales me tratan muy bien porque me tratan con respeto, me escuchan, se preocupan por mí, me apoyan, me dan consejos muy buenos y yo les hago caso y me porto bien. Todo lo que me dicen es por mi bien, para que yo me recupere de mi enfermedad y estoy cada día más contenta porque cada día me encuentro mejor gracias a ellos, a los profesionales.

JUL. CON.
Bien y no tengo queja, por ahora bien. Lo que no llevo bien es estar aquí ingresada, me gustaría estar en mi casa ya.

Textos escritos por los participantes del taller del blog (personas ingresadas en el Área Externa de Salud Mental de Tenerife).

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