A través del blog amigo "Desde el Manicomio" leo unos poemas del padre de la psiquiatría: Emil Kraepelin y me sorprende ver como el antagonista de Freud, el biologicista por antonomasia, se ayudaba de la poesía para "exorcisar" sus demonios internos.
SOLEDAD (E. Kraepelin)
Suavemente a este rincón descienden las sombras del ocaso
Hundiéndose en profundo gris el día va
Leve escalofrío el corazón sobresalta
El tañir de la campana al fin de la jornada
Negro el firmamento pero niebla de plata lo hilvana
Entre las finas ramas desnudas de los árboles
Mientras la gigantesca metrópoli ruge muy cerca
Sus luces y flamas relumbrando cual fiesta
En el alma la querencia anhelos enciende
Dónde está el acogedor refugio que añoro
Al invadirme alivio de día concluido
La muchedumbre y su rumor me circundan
Cual borrasca tonante que ulula y que brama
Un forastero soy en medio de esta tormenta
Una muralla de brillantes ventanas mudas en torno
Y la marea de lágrimas me asedia súbitamente
Como un autómata me sorprendo errabundo
Entre los moribundos cisnes del espacio y el tiempo
Cual el sol exangüe y yertas también sus alas
Así pesadamente baja envolviéndome
La terrible soledad.
Suavemente a este rincón descienden las sombras del ocaso
Hundiéndose en profundo gris el día va
Leve escalofrío el corazón sobresalta
El tañir de la campana al fin de la jornada
Negro el firmamento pero niebla de plata lo hilvana
Entre las finas ramas desnudas de los árboles
Mientras la gigantesca metrópoli ruge muy cerca
Sus luces y flamas relumbrando cual fiesta
En el alma la querencia anhelos enciende
Dónde está el acogedor refugio que añoro
Al invadirme alivio de día concluido
La muchedumbre y su rumor me circundan
Cual borrasca tonante que ulula y que brama
Un forastero soy en medio de esta tormenta
Una muralla de brillantes ventanas mudas en torno
Y la marea de lágrimas me asedia súbitamente
Como un autómata me sorprendo errabundo
Entre los moribundos cisnes del espacio y el tiempo
Cual el sol exangüe y yertas también sus alas
Así pesadamente baja envolviéndome
La terrible soledad.
Publicado por César M. Estévez (Enfermero especialista Salud Mental)