1- Introducción
Es un hecho indiscutible que la sociedad ejerce diferentes tipos de discriminación (más o menos conscientes) sobre el colectivo de personas afectadas por trastornos mentales graves (TMGs).
Una de las consecuencias de dicha discriminación es la atención inadecuada que reciben estas personas por parte de los profesionales de la salud.
Por ello, como profesionales de la salud mental, hemos de incluir dentro de nuestras estrategias de lucha contra el estigma actuaciones de sensibilización de profesionales sanitarios sobre la atención a la salud general de personas con TMGs (en este sentido, el próximo 23 de Enero llevaré a cabo una sesión clínica hospitalaria en el Complejo Hospitalario Universitario de Canarias (CHUC)) .
Así, al priorizar el control de los síntomas psiquiátricos de los afectados, sucede que síntomas físicos, que en un paciente sin trastorno mental se investigarían, en un paciente afectado por TMG no se les da mucha importancia o directamente se obvian.
Con todo lo dicho, no es de extrañar que mucha gente piensa que el colectivo de personas con TMG se muere principalmente por suicido, cuando en realidad las causas principales de muerte son las enfermedades respiratorias y cardiovasculares.
En definitiva, la tasa de mortalidad en personas afectadas por TMGs es entre dos y tres veces superior a la de la población general, pudiéndose explicar esta fatídica cifra por el mayor riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares, respiratorias e infecciosas, sin descartar, así mismo, la mayor tasa de suicidios y accidentes dentro de esta población.
En definitiva, la tasa de mortalidad en personas afectadas por TMGs es entre dos y tres veces superior a la de la población general, pudiéndose explicar esta fatídica cifra por el mayor riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares, respiratorias e infecciosas, sin descartar, así mismo, la mayor tasa de suicidios y accidentes dentro de esta población.