El libro "Psicosis, una perspectiva integradora" de Johan Cullberg (ya mencionado por nuestros compañeros del blog Postpsiquiatría en uno de sus brillantes post), es un intento, en palabras del propio autor, de mantener vivas de forma simultánea las perspectivas humanista y biológica en la comprensión y trabajo con el trastorno psicótico.
En el prólogo a la edición española, Ignacio García Cabeza, resalta las posibilidades que nos brinda esta obra de aproximarnos a la psicosis de una manera humanista, psicológica, comprehensiva y global, facilitando así el acceso a la comprensión del afectado, sus experiencias, su mundo.
Y es que, no se trata de pasar de un reduccionismo psicológico a otro biologicista, como de hecho, hemos realizado a través del supuesto paradigma biopsicosocial, sino de ir encontrando puntos de unión entre las distintas fuentes de concimiento, reconociendo las limitaciones con las que aún nos encontramos, que quizás cada vez sean menos.
A continuación, y siendo consciente del reduccionismo que supone intentar condensar un libro en solo unas líneas, expondré algunas ideas de los catorce primeros capítulos (la cursiva es mía):
- La necesidad de encontrar cierta coherencia, o lo que es lo mismo, una explicación con sentido al extraño cambio que se experimenta internamente (durante el proceso psicótico), sobrepasa las reglas de la lógica y el raciocinio. En la psicosis, la necesidad de coherencia ha triunfado y se reinstaura una continuidad interna. El precio es la pérdida de una comprensión realista y compartida de la realidad.
- Es más fácil luchar contra una amenaza externa contra la cual es posible encontrar protección y ayuda, que afrontar una pérdida total de la capacidad para entender lo que está sucediendo internamente.
- La psicosis se produce como una forma de estrategia adaptativa y fallida de la personalidad ante un estado de cosas, de otro modo confuso y caótico.
- La experiencia ante una desintegración inminente del yo, marcada por la ansiedad, ahora se intenta "reparar" y explicar por medio del delirio.
- La combinación de síntomas psicóticos bizarros (extraños, incomprensibles) y de larga duración es característica de las psicosis conocidas como esquizofrenia.
- Con el fin de evitar conclusiones simplistas debemos señalar que la psicosis no depende solo de las experiencias biográficas, sino que tiene su raíz tanto en la biología como en la personalidad.
- El descuido y el abuso en la temprana infancia pueden ocasionar trastornos de personalidad predisponentes a la psicosis.
- Cuando crece la confianza, la psicosis cede. Por esta razón el entorno en que se provea la atención es de suma importancia en su tratamiento.
- Las fases de la psicosis serían las siguientes: prodrómica; pre-psicosis; psicosis-fase incial; psicosis-fase tardía; fase postpsicótica.
- Familias con un funcionamiento saludable contrarrestan la vulnerabilidad heredada (supone un factor protector).
- Los investigadores han comenzado a abandonar la idea de identificar UN gen específico responsable de la esquizofrenia y otras psicosis.
- Cuando pensamos en el complejo trabajo que el yo debe llevar a cabo para mantener el equilibrio entre el mundo interno y externo, lo sorprendente no es que ciertas personas tengan una crisis psicótica en respuesta al estrés, sino que más bien surge la pregunta de cómo los seres humanos no responden de esta manera con más frecuencia.
- La medicación antipsicótica es con frecuencia un tratamiento eficaz para la esquizofrenia, pero puede ser contraproducente en otros trastornos (el autor insiste a lo largo de toda la obra en la necesidad de ajustar adecuadamente las dosis de antipsicóticos a niveles bajos siempre que sea posible y la combinación de dichos tratamientos con otros de carácter psicoterapéutico de cara a un pronóstico favorable ).
- En los centros de salud mental donde tienen un alto grado de emoción expresada (criticismo, hostilidad, sobreprotección), se han reducido los índices de recuperación de pacientes psicóticos.
- El riesgo de desarrollar una psicosis y de forma especial una psicosis esquizofrénica (no deberíamos meter en el mismo saco todos los cuadros psicóticos; así no es lo mismo una psicosis pura que una psicosis disociativa o histérica, por poner un ejemplo), debería contemplarse de forma multidimensional, donde factores neurobiológicos, psicodinámicos y sociales se unen y se potencian o neutralizan.
- La falta de sueño es probablemente el factor que puede contribuir de forma más definitiva a desencadenar una psicosis, por lo que es imprescindible ayudar en la recuperación de pautas de sueño saludables.
- El umbral para la psicosis disminuye por la falta de verificación de la realidad, consecuencia de la reducción de contacto social (aislamiento).
- En ciertos consumidores de cannabis la psicosis se desencadena con solo un día de consumo.
- Se han descrito tres factores diferentes de protección psicosocial: la red de apoyo social, el trabajo y la actividad con significado y un sentido interno de coherencia y significado.
- La esquizofrenia constituye un subgrupo heterogéneo de psicosis, que con frecuencia tienen un peor pronóstico. La alteración del sentido del self es más profunda que en otras psicosis, y, a su vez, afecta la capacidad para relacionarse y adaptarse al futuro.
- Los síntomas de primer rango de Schneider (sensaciones de pasividad y de ser controlado externamente) no siempre suponen inevitablemente un mal pronóstico.
- Hay riesgo de que efectos secundarios del tratamiento o consecuencias sociales de los síntomas puedan ser interpretados como síntomas de la enfermedad. Incluso la depresión puede ser diagnosticada erróneamente como síntoma negativo.
- El 50% de todos los que tienen un primer episodio psicótico, formarán parte del grupo de las esquizofrenias ( esquizofrenia, trastorno esquizoafectivo, trastorno esquizofreniforme y esquizofrenia simple). La mitad de los casos de primeros episodios, por lo tanto, tienen un pronóstico bueno o muy bueno. Además, dentro del grupo del espectro de la esquizofrenia solo la mitad desarrollará una enfermedad crónica.
Continuará...
Texto escrito por Esther Sanz (Psicóloga Clínica Área Externa Salud Mental Tenerife)