A raíz del anterior post sobre La escritura como herramienta terapéutica , Diana, seguidora de nuestro blog a la que hemos tenido la suerte de conocer personalmente y que nos ha aportado una mirada llena de sentido y creatividad sobre las crisis psicóticas, nos ha enviado un comentario y unas reflexiones posteriores que resultan un magnífico ejemplo de las funciones terapéuticas de la escritura.
Demos pues el salto de la teoría a la práctica, de las palabras sobre el papel a las vivencias de una chica real con experiencias reales cargadas de significado.
El comentario
" Felicidades por el trabajo!
Justo hoy encontré un libro en la biblioteca que hablaba de esto... Nunca había oído hablar de la "escritura terapéutica" pero por propia experiencia sabía que era así... Fue mi principal herramienta durante todo mi proceso. Esto me ayudaba en muchos sentidos. (ya nombradas en este trabajo pero que cito a continuación)
- Me hacía ponerle palabras a algo a lo que nunca le había puesto. Me sorprendía muchísimo como sólo con el simple acto de escribir o verbalizar esas cosas, aparecía una comprensión sobre mi misma o sobre lo que me rodeaba.
- Al exteriorizar mis pensamientos y sentimientos quedaba liberada de ellos.
- Todo lo que era un caos o cosas sin conexión empezaba a tener un sentido.
- Parecía que una vez dicho algo o escrito tenía que ser fiel a mis palabras. Luego ya no podía contradecirme. (quizás esto no se entienda, pero para mí fue un punto esencial)
- Me ayudaba a mantenerme en cierto equilibrio, dentro de toda la riada de emociones, sensaciones, pensamientos,etc. que estaba experimentando. A veces necesitaba escribir para "no estallar". Al escribir o hablar soltaba toda esa "energía" almacenada dentro.
- Muchas veces escribía sin saber muy bien lo que estaba diciendo, pero cuando reeleía esto cobraba un sentido y encontraba en esos escritos "claves" para la comprensión.
En definitiva, para mí fue una muy buena herramienta y lo sigue siendo pero sólo útil cuando realmente siento que quiero escribir (no tiene que ver con el grado de inspiración).
Saludos!
Diana"
Reflexiones posteriores
"El título que le puse a mi diario fue “Desenmarañando nudos” y al archivo en el que lo guardé le puse el nombre de “Limpieza”. El escribir me hizo abrir la “caja de Pandora” e ir limpiando todo lo que tenía “enquistado”. Todo me empezó a salir a superficie y empezaron a surgir escenas del pasado más cercano hasta la infancia (como una regresión). Incluso empecé a entender cosas no personales, no de mi biografía, sino cosas universales que me hicieron entender el mundo. El escribir fue una herramienta terapéutica para mí.
Después de mi segundo ingreso (y último hasta el momento) dejé de escribir. Fue una herramienta muy útil, escribir a modo de diario, pero eso cayó por su peso. En cierto modo fue para mí un apoyo para poder sobrellevar y asimilar lo que iba experimentando. Ahora vivo sin sentir la necesidad de redundar contándomelo.
Aproveché la oportunidad para poder expresar lo que nunca antes había expresado, incluso cosas que ni yo misma sabía que traía dentro y que fueron surgiendo durante el proceso.
En la actualidad rara vez escribo para mí en forma de diario, pero sí que sigo utilizando esta herramienta en momentos muy puntuales cuando siento la necesidad de hacerlo. Ya no necesito escribir para tratar de comprenderme o de solucionar cosas. Ahora normalmente esto sucede sin escribirlo.
*Anotaciones de mis diarios relacionadas con el poder de escribir:
- De repente mi mano empieza a escribir sin poder parar, en realidad es mi mente la que escribe. Así me viene esta idea a la cabeza "tú puedes ser lo que te propongas", ya que ahora parece que puedo ser hasta escritora, cualidad que no he tenido nunca.
- Hay que aprovechar el tirón y dejar plasmadas todas mis ideas. Pienso que esto me será muy útil. Es en estos momentos cuando puedo ver con mayor claridad.
- Anoche he vuelto a escribir y esta mañana. Parece que mi mente se está educando y respeta mis horas de sueño.
- De hecho al escribir estas frases me están saltando las lágrimas, así que es ahí donde tiene que estar la clave.
- Este “libro” pretende ser para mí una especie de diario-autobiografía para intentar comprenderme.
- Las cosas que escribo están más claras que las que hablo.
- Nadie está más en su realidad que la propia persona, por eso a cada uno le vale su propio libro.
- Estoy dudando si dejar esto escrito o borrarlo, simplemente es un rechazo a escribirlo, parece que si lo veo escrito cobra más realidad y en cierto modo esto lo rechazo".
Texto introducido por Esther Sanz (Psicóloga Clínica), remitido y escrito por Diana.