domingo, 12 de junio de 2011

Voluntad y medicación






Aquí os dejamos un texto recibido vía correo electrónico, a modo de colaboración para Saltando Muros, de una mujer diagnosticada de trastorno esquizoafectivo:

"Padezco un trastorno esquizoafectivo-depresivo desde hace once años. Descubrí el infierno de esta enfermedad sola en casa, sufriendo enormemente en medio de paranoias, delirios, alucinaciones…La descubrí peligrosamente porque, al principio, cuando enfermamos todo nos es desconocido y el dolor nos puede y nos aplasta. Encontrar la medicación ideal es verdaderamente importante en este proceso. Hay mucha medicación antipsicótica en el mercado, pero no a todos los pacientes nos cura de igual modo. A mí me fue muy mal con la Zyprexa y medianamente mal con el Risperdal. Pero luego surgió el Risperdal Consta y fue mi verdadera salvación. Ese medicamento se había hecho para mí. Engorda un poco si se inyecta en dosis altas –yo llegué a inyectarme 75 mg cada 14 días cuando lo necesité-. Engorda un poco...pero cura, otorga bienestar, tranquilidad, salud.

Con la medicación, la vida ha ido cambiando de tercio. La última vez que enfermé fue, precisamente, por dejarla. En medio de una depresión terrible, dejé de salir de casa, dejé de ir a la Psiquiatra, dejé de medicarme…mi cuerpo resistió poco, mi cerebro no pudo caminar solo y empecé a entrar en crisis severa. Mi familia actuó pronto, y mi Psiquiatra también. Empecé otra vez a inyectarme Risperdal Consta y a tomar un nuevo medicamento que también me ha venido muy bien: Abilify, que cura,te mantiene despierto, no engorda y no tiene apenas contraindicaciones. Todo eso fue hace tiempo, tardé varios meses en recuperarme del todo pero, una vez más, la medicación había sido la piedra de toque, el nudo gordiano, el único modo posible de estar bien, de sobrevivir.

Desde hace tiempo, mi medicación se limita a 25 mg de Risperdal Consta (risperidona inyectable) cada 14 días y 20 mg diarios de Abilify (aripiprazol). Con los años y la medicación, he evolucionado bastante bien. También es importante el aprendizaje de la enfermedad, la disposición que se pueda tener para que, al menor síntoma, hablemos con nuestra familia o con el Psiquiatra. Los años me han demostrado que una medicación apropiada, una vida tranquila y un buen Psiquiatra, son los tres requisitos fundamentales para que poseamos una mínima calidad de vida. La medicación no sólo ayuda erradicando los síntomas de las crisis, sino aliviando la vida diaria y la tendencia a la soledad, el aislamiento o la antisociabilidad que suelen conllevar a veces estas enfermedades. Es decir, que la medicación alivia los síntomas positivos (alucinaciones, delirios) y los negativos (apatía, desmotivación); y, repito, me es imprescindible para estar bien y para ser un poco más feliz que los primeros años de enfermedad, que fueron terribles. Ya no necesito antidepresivos, duermo bien sin somníferos, llevo la vida lo mejor que puedo y me siento bien, en general. He aprendido, crecido y madurado con la enfermedad, contra ella, sobreviviendo a ella. Y la medicación ha sido, junto con mi esfuerzo y el amor de mi familia, lo más indispensable para el día a día.
Creo que no hay más curación posible que esa: nuestra propia voluntad y una buena medicación. El cariño de los nuestros, el deseo de salir adelante, el hacer de nuestras vidas un sendero iluminado, un mundo posible y apacible".

Lucía.

8 comentarios:

Anónimo dijo...

Un buen ejemplo a tener en cuenta.Celia

Anónimo dijo...

Enhorabuena, creo que ya estas curada porque controlas tu enfermedad.

Blog salud mental dijo...

Lucía, nos alegramos de que hayas conseguido una meta esencial que es reconocer tu enfermedad, estar de acuerdo en no dejar más la medicación y por lo que se ve, te conoces muy bien para pedir ayuda si la necesitas, lo cual es muy importante.
En nuesto caso, te contamos nuestra experiencia con la medicación:
J.M.: a mí no me fue bien con el Zyprexa, el Sinogán ni el Modecate. Sin embargo, el Risperdal Consta me viene fantástico (es una base fuerte para agunatar el día a día y al ser pinchada te hace olvidarte del mundo de la medicación).
J. A.: He probado muchos tipos de antipsicóticos: pinchados y tomados, aunque el Risperdal Consta no lo conozco. Actualmente me trato con Solián y me va bien, bajando y subiendo la dosis según me encuentro. Para mis altibajos emocionales, cuando tengo demasiados problemas y no los puedo superar, me trato con Rivotril un tiempo prudente y me va bien.

Anónimo dijo...

Reconocer, no es conocer...(evito llamar enfermedad a los trastornos).
Una cuestión esencial en todo proceso terapéutico, es la escucha de lo que nos dicen. En el escrito, sólo se mencionan cuestiones como el afecto familiar, pero no se habla de terapia que no sea la química (esto no quiere decir que no haya existido, pero sólo puedo mencionar lo que se dice...).
"Lucía" nos dice:
"La última vez que enfermé fue, precisamente, por dejarla. En medio de una depresión terrible, dejé de salir de casa, dejé de ir a la Psiquiatra, dejé de medicarme…mi cuerpo resistió poco, mi cerebro no pudo caminar solo y empecé a entrar en crisis severa"
Habla del abandono de la medicación, A CAUSA DE UNA "DEPRESIÓN TERRIBLE". Por la forma de expresarlo, parece que no reconoce la grave depresión como causa..., sin embargo achaca la crisis al abandono de la medicación...

Continua diciendo que:
"La medicación no sólo ayuda erradicando los síntomas de las crisis, sino aliviando la vida diaria y la tendencia a la soledad, el aislamiento o la antisociabilidad que suelen conllevar a veces estas enfermedades"
Su particular percepción de la medicación es que le ayuda a ser sociable, a salir de su soledad y de su aislamiento... Así es fácil entender que exprese que la combinación de "buen psiquiatra, buena medicación y vida tranquila", son requisitos fundamentales. Sin embargo no habla para nada de las causas de esa soledad, ese aislamiento, de su falta de sociabilidad, cuestiones que tienen un peso importante en las crisis existenciales (recuerdo que ha mencionado depresión terrible...), y que la medicación no nos cambia la vida, sino la percepción.
Quiero decir que, la medicación, le cambia la percepción y ese cambio incide en que medicarse le ayuda y eso no es muy diferente a quien tiene una profesión de fe concreta y eso también le ayuda... La medicación aquí cambia su efecto químico por su efecto talismán, y sugiero esta hipótesis por la reiteración que hace de esa dependencia...
"Y la medicación ha sido, junto con mi esfuerzo y el amor de mi familia, lo más indispensable para el día a día".
En casos parecidos a este, sólo se le puede desear suerte!
Un saludo

Blog salud mental dijo...

CELIA, un saludo y encantada de haberte vuelto a encontrar en un congreso.
Al último ANÓNIMO, agradecerle la lucidez y calidad de su comentario.
Esther Sanz.

Anónimo dijo...

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He dudado mucho en tomar Abifily como me prescribio mi psiquiatra para tratar mi trastorno esquizo afectivo. Pero cada mes, cada dia voy a peor. No me bastan la lamotrigina y el escitalopram. Despues de leer a Lucia creo que voy a intentarlo.

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